Propiedad privada para Marx

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 Propiedad privada para Marx

La propiedad privada es pues el producto, el resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador con la naturaleza y consigo mismo. Aparece como causa del trabajo enajenado, es más bien una consecuencia del mismo.

Salario y propiedad privada son idénticos, pues el salario que para el producto, el objeto del trabajo, el trabajo mismo, es solo una consecuencia necesaria de la enajenación del trabajo; en el salario el trabajador no aparece como un fin en sí, sino como un servidor del salario.

El salario es una consecuencia inmediata del trabajo enajenado y el trabajo enajenado es la causa inmediata de la propiedad privada.

La propiedad privada como expresión resumida, material, del trabajo enajenado abarca ambas relaciones, la relación del trabajador con el trabajo, con el producto de su trabajo y con el no trabajador, y la relación del no trabajador con el trabajador y con el producto de su trabajo.

Marx, básicamente, consideraba que hay una triple raíz histórico-genética en la alienación: la propiedad privada, la división del trabajo y la producción mercantil. A partir de estas cuestiones, explica cuatro determinaciones del trabajo alienado: la primera refiere a la alienación del producto, la segunda a la de la actividad productiva, la tercera a la alienación del “ser genérico” del hombre, y una cuarta determinación sobre la alienación del hombre respecto al hombre.

Si el producto del trabajo se aliena o separa del productor es porque ese producto pertenece a otro, si su actividad productiva misma está alienada, es porque es trabajo para otro y si el hombre está alienado a su ser genérico, es porque está alienado respecto a otro hombre. En conclusión, todas estas determinaciones tendrían como obstáculo a la libertad, las relaciones de producción.

Texto: “La alienación como sistema. La teoría de la alienación en la obra de Marx” de Ludovico Silva

El obrero se convierte en una mercancía más barata cuanta más mercancía crea. A medida que se valoriza el mundo de las cosas se desvaloriza el mundo de los hombres. El trabajo no produce solamente mercancías, se produce a si mismo también. De esta forma Marx llega a la teoría del fetichismo mercantil: la “personificación de las cosas y cosificación de las personas”

Existen 5 tipos de alienación:

1. Alienación del producto: es la alienación del producto del trabajo con respecto al productor. El producto se convierte en un alienum, es decir, en un ente hostil, independiente, autónomo y extraño que se coloca frente al productor como un poder antagónico cuya fuerza crece en razón proporcional al empobrecimiento del productor. Es el dominio del objeto sobre el sujeto, de lo inerte sobre lo vivo, del dominio del producto sobre el productor. El producto se llama mercancía, mientras que el productor obrero asalariado. La mercancía es expresión de capital y el productor expresión de trabajo.

1. La alienación de la actividad productiva: la alienación no solo se muestra en el resultado, sino también en el acto de la producción, en el seno de la actividad productiva misma. La alienación de la actividad productiva es la alienación del trabajo mismo, es decir, la pertenencia a otro del trabajo propio. El obrero no trabaja para sí, sino para otro y lo hace por la necesidad de un salario que le cubre una mínima parte de su esfuerzo. Su trabajo es un alienum, le es ajeno y hostil. La explicación que da Marx sobre la alienación tiene dos características, una conceptual (se limita al capitalismo) y otra estilístico que se expresa mediante opuestos que son:

• El trabajo le es externo al trabajador, no pertenece a su ser
• El trabajador en su trabajo no se siente bien, no desarrolla su energía físico-espiritual
• El trabajador se siente en si solo fuera del trabajo
• Su trabajo son es voluntario, es forzado
• Su trabajo no satisface necesidades propias, satisface necesidades extrañas a el
• Su trabajo no es propio, es propiedad de otro
• El hombre-trabajador solo se siente libre en sus funciones animales: comer, dormir, procrear

Es imposible explicar la alienación del trabajo sin la teoría del valor-trabajo. Surge el doble carácter del trabajo: el trabajo como valor de uso y como valor de cambio. El trabajo concreto crea el valor de uso (es el producto) y el trabajo abstracto es la fracción del tiempo de trabajo.

1. La alienación del “ser genérico” del hombre: hay que partir de que el hombre es un ser histórico-natural y por lo tanto el hombre tiene una relación con la sociedad y con la naturaleza. En su relación con la naturaleza el hombre se revela como un ser genérico por dos razones:

• Primero porque puede decirse que la naturaleza forma parte de la conciencia humana
• Segundo porque la naturaleza es reservorio genérico

1. La alienación del hombre respecto del hombre: Marx se pregunta “si el producto del trabajo es algo ajeno a mí y se me enfrenta como un poder extraño, ¿a quien pertenece entonces?”. Las posibles respuestas son:

• El otro a quien pertenece mi producto y mi actividad son los dioses
• Es la naturaleza

Empero, no son ninguno de los dos porque la respuesta definitiva es la que da Marx: “ese ser ajeno, quien disfruta el producto y es dueño del servicio, es el hombre mismo”.

 Mercancía

 La mercancía es una cosa doble tiene una doble naturaleza, la de ser un bien útil y participar en la relación de intercambio. Es decir tiene aspecto cualitativo (como valor de uso, bien útil para el hombre) y cuantitativo (como portadora de valor).

 Las mercancías es un producto social porque se las crea con el objetivo de ser comercializadas. Este intercambio es posible gracias a que todas poseen algo en común, que hace q los bienes puedan ser intercambiados en términos de magnitudes distintas pero equivalentes y esta sustancia común es algo abstracto y social que deriva del trabajo concreto es decir el desgaste de energía humana, es decir fuerza de trabajo.. 

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