Proyecto transicion educativa

INTRODUCCIÓN

La articulación pedagógica entre la Educación Parvularia y la educación General Básica es una acción de organización institucional, considerando sui gestión pedagógica, liderazgo, convivencia escolar y gestión de recursos, y es una constante preocupación en nuestro plan de acción de gestión pedagógica institucional, y está actualmente regulada por el decreto Nº 373/2017.

El siguiente proyecto tiene por objetivo aportar considerado todos los elementos que intervienen en el proceso, pero centrando la atención en la gestión pedagógica, que pueden contribuir a la formulación de estrategias que favorezcan el proceso de transición y articulación entre los niveles de educación, que permitan en definitiva, obtener mayores y mejores aprendizajes.

El propósito de la articulación,  es generar estrategias para propiciar una mejor experiencia en la transición entre los niveles, que promueva la graduación y secuencia de los aprendizajes, para que respondan efectiva y coherentemente a los procesos de aprendizajes de niños y niñas en esta etapa. La articulación entre niveles, debe ser la construcción en común de puentes necesarios, entre los saberes previos que los niños traen, y los saberes que deberán alcanzar, lo que permite obtener continuidad en los aprendizajes y mejor logro y significancia de ellos.

La articulación es necesariamente una graduación y secuencia de los aprendizajes donde los nuevos aprendizajes ensamblaran con los ya obtenidos sin cortes o fragmentaciones, aun así sin pasar por alto las ganancias y pérdidas que este proceso conlleva. Es importante destacar, que los logros de Nivel Inicial, necesariamente serán los puntos de partida de EGB, de esta forma, a mejor articulación, transición y adaptación, mejor será el inicio del nuevo nivel. Esto considera prácticas de articulación pedagógica (curriculares), estrategias de Transición (Metodologías) y actividades de Adaptación (programación de tiempos,)

En el proceso de articulación se deben considerar todos los elementos participantes, a partir de las necesidades y características de los agentes que participan de ella, lo que hace necesario reflexionar acerca de los procesos de articulación y transición como distintos, pero necesariamente complementarios. De esta forma, es importante considerar que para facilitar la articulación pedagógica (curricular y metodológica) se debe considerar el  proceso de transición que vive cada individuo (niño, familiares, docentes), los cuales se relacionan directamente con los procesos de aprendizaje involucrados en esta etapa.

Es necesario,  para garantizar el paso de un nivel a otro sin ruptura,  mantener una intensa comunicación entre directivos, docentes  de los dos niveles para implementar un proyecto común  mediante un verdadero trabajo de equipo que genere una experiencia eficaz y beneficiosa en favor de los niños, que favorezca la puesta en común de los aprendizajes básicos en las áreas y la continuidad metodológica y de mayor integración.

Los docentes debemos saber que el alumno, es el mismo en los diversos niveles de escolaridad, que transita y va modificándose interna, gradual y progresivamente en la medida de sus propias construcciones cognitivas y de su desarrollo personal y social.

A partir de los 5 años, tanto por la expansión de las capacidades psicomotoras, cognitivas, afectivas y sociales, y por la proximidad a la Educación Básica, los niños y niñas requieren de una mayor especificidad y complejidad en los contenidos de los aprendizajes; de esta manera, se debe iniciar una aproximación más directa a las experiencias que se derivan de los diferentes sectores de aprendizaje del Curriculum escolar, manteniendo siempre un enfoque integrado de ellas, lo que es congruente con la forma como el niño percibe el mundo.

Esta adaptación al nuevo curso, horarios, responsabilidades, espacio físico, mayor cantidad de profesores, etc., requiere de conductas que exigen mayor autonomía y resolución de dificultades diarias de parte de los niños y niñas y a pesar de que se han intencionado estos aspectos en el nivel kínder; la adaptación al 1º básico necesita de apoyo en relación a la autonomía, confianza para enfrentar nuevos desafíos , normalización (definido como normas acordadas y establecidas para el buen funcionamiento del curso, hábitos de orden y limpieza, responsabilidades personales y grupales, etc.), ya que necesitan la mediación de los adultos para ordenar y guardar sus pertenencias, para ordenar sus actividades durante la clase, para respetar horarios de juego y alimentación, llegando, en ocasiones, atrasados a sus clases olvidando o extraviando sus materiales de trabajo o pertenencias, así como para iniciar nuevas relaciones sociales y de amistad.

El proyecto de articulación pedagógica de la Escuela Santo Domingo, no pretende escolarizar el nivel kínder, sino favorecer el paso de un nivel a otro, logrando continuidad de metodologías, estrategias y prácticas, que favorezca la adaptación y transición, que permita mejorar los aprendizajes planificados.

I. MARCO TEORICO

Frente a la nueva realidad educativa y especialmente a los requerimientos de los niños(as), se hace necesario replantear y mejorar continuamente nuestras prácticas pedagógicas. Los cambios, que no sólo se presentan de forma, sino también de fondo, conllevan a una serie de transformaciones en todos los niveles y la permanente obligatoriedad de evaluar los avances. En esta oportunidad, nos enfocaremos principalmente en el importante paso de la Educación Parvularia a la Enseñanza Básica.

Este suceso generalmente denominado como “Articulación”, corresponde a “La unión o enlace entre partes. Cuando hablamos de articular distintos niveles de enseñanza, dicha acción debe estar enmarcada en un proyecto educativo institucional”. (Elena Luchetti, Articulación; Buenos Aires 2007). Hablar de articulación es un tema relativamente nuevo y complejo, ya que existe mucho desconocimiento de las acciones a seguir ¿Por qué es necesaria la articulación? ¿Por qué no siempre se articula? ¿Cómo se logra articular los niveles? Para articular a los niveles, debemos construir un “puente” a través de diversos espacios de comunicación, los cuales nos permitan adquirir el conocimiento bidireccional, en términos de normas, formas de trabajo y contenidos. (Elena Luchetti, Articulación; Buenos Aires 2007).

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