RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DE MEJORAR UN PAIS
Enviado por alexalonso30 • 24 de Febrero de 2013 • 1.992 Palabras (8 Páginas) • 699 Visitas
Aristóteles adapta el estado a las condiciones que tiene cada país. Como Aristóteles concibe al hombre social por naturaleza entonces dice que la ciudad, la aldea, son anteriores al individuo.
Se plantea que significa ser buen ciudadano es decir las condiciones y virtudes, y que régimen político puede ser el mejor para satisfacer al bienestar general lo encuentra en las casas y las familias. La familia satisface las necesidades básicas del individuo que posteriormente se reunirán en aldeas y después en ciudades. Todo esto forma la necesidad del hombre por agruparse y de hecho el hombre se convierte en ciudadano cuando participa en la administración de la justicia y en gobierno de la ciudad.
Justifica la esclavitud como algo exigido por la naturaleza y también considera a la mujer inferior respecto al hombre. Reconoce que hay casos de esclavos que proceden de la violencia y que hay esclavos con alma de hombre libre y hombres con alma de esclavos. La familia y la propiedad privada son los pilares de la sociedad.
La forma ideal de gobierno sería la oligarquía si el monarca fuese perfecto en sus actitudes sin embargo como no es así se inclina por la republica que es un régimen político donde interviene la clase media, no es un gobierno ni de ricos ni de pobres. También justifica como forma legítima de gobierno la aristocracia y como formas legitimas e injustas la tiranía, la oligarquía, y la democracia entendida como democracia de los pobres.
Immanuel Kant fue uno de los filósofos más importantes a principios de la época moderna; la ética kantiana está recogida en su fundamentación de la metafísica y principalmente en la crítica de la razón pura. Argumenta en contra de la mayoría de las tesis de la metafísica; él parte desde la óptica humana, de las cosas que pueden ser una realidad y satisfacer la condición de ser objeto de experiencias para el ser humano.
Kant afirma que la razón es una facultad práctica, algo que debe tener una influencia en la voluntad. Ésta no ha de ser todo el bien, ni el único bien, pero ha de ser el bien supremo, incluso el deseo de la felicidad. Determina que el deber contiene una voluntad buena, pero aclara que la acción ejercida por el ser humano tiene dos consecuencias: una por egoísmo y otra realmente por el deber.
El hombre necesita razón para tener en cuenta siempre su agrado y desagrado, pero la tiene además para una misión más elevada, a saber, con el objeto de que también aquello que en sí es bueno o malo, y de lo cual puede juzgar la razón pura, no interesada sensiblemente, no sólo lo tenga en cuenta en la reflexión, sino que distinga totalmente este juicio de aquel y lo convierta en condición suprema de lo último.
Para Kant el querer coincide con el deber, pero entra en conflicto porque su moral o conciencia le puede decir que haga o actúe de tal forma, acorde a las leyes de una sociedad, aunque sus deseos pueden ser otros y su actuar también. Entonces, para Kant el ser humano está en constante conflicto y sintetiza y reclama que el ser humano bueno es aquel que sojuzga sus propias reglas a partir del uso de la razón. Afirma: La educación práctica o moral es aquella mediante la cual el ser humano debe ser formado para poder vivir como un ser que obre libremente. Es la educación de la personalidad, la educación de un ser que obre libremente, que se baste por sí propio, y que es un miembro de la sociedad pero que puede tener por sí mismo un valor intrínseco.
Otra corriente filosófica decimonónica que cobró mucha fuerza fue el marxismo. Sus principales autores fueron Carlos Marx y Federico Engels, ambos de origen alemán, quienes con la influencia de autores como Hegel, Feuerbach y Saint-Simón propusieron una teoría que tiene como esencia el cambio de un sistema político-económico-social injusto y humillante a otro más justo y humanista, es decir, del capitalismo al socialismo.
En esta corriente filosófica se promulgaron principios y valores como “la solidaridad, la fraternidad, la justicia social, la superación de la alienación económica, política y religiosa, el humanismo, el amor al trabajo, la aversión a una actitud parasitaria o ‘aburguesada’, etc.”
Para sustentar su posición plantearon que el ser humano se encuentra en una dinámica económica enajenante que impone su escala de valores a la ciudadanía. Indican que mientras no se sustituyan las relaciones desiguales en la producción por una repartición justa de la riqueza, no se verá una escala moral razonable entre los individuos.
Existe la necesidad de forjar un nuevo carácter en los ciudadanos: por una parte la necesidad de civilidad y, por otra, la necesidad de que la sociedad civil asuma su responsabilidad como parte del entorno.
La ciudadanía debe de generar fuerza y asumir protagonismos, es fundamental tejer redes sociales, porque son el principal capital de los pueblos, y no estar siempre esperando que el poder político resuelva los problemas. Para llegar a este tipo de ciudadano y ciudadana es importante hablar de valores.
Los marxistas basaron su teoría social firmemente en lo que ellos creen ser el hecho científico de la evolución darwiniana. A medida que la humanidad mejora, a través de la cadena evolutiva del ser, también lo hace la sociedad.
Según Marx, en una cierta etapa del desarrollo social, "las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en conflicto con las relaciones existentes de producción. . . . A partir de formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se vuelven grilletes. Luego comienza una era de revolución social. Los cambios en las bases económicas conducen tarde o temprano a la transformación de toda la inmensa superestructura.
La manera en que los bienes son producidos y distribuidos determina la manera en que las personas se relacionan entre sí, lo que a su vez determina la estructura de la sociedad.
El sistema económico determina la sociedad, la cual determina nuestra consciencia misma. De esta manera, las fuerzas económicas suplantan nuestro libre albedrío.
La evolución de la sociedad es una fuerza demasiado poderosa para ser afectada, incluso por las acciones de los mejores individuos.
Aunque la sociología marxista niega que tenemos libre albedrío y cree que nuestros sistemas sociales están determinados por
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