Salud Alimentaria

ENSAYO DE SALUD ALIMENTARIA

Por Aryeni Díaz Payano

El cuerpo de los seres humanos es un reflejo de lo que comen y beben día tras día. La alimentación, es la esencia del correcto funcionamiento del organismo y por consiguiente lo que también influirá en la calidad de vida de una persona. Cuando los seres humanos mantienen un régimen alimenticio insuficiente se genera un estado perjudicial para la salud del organismo, desencadenando enfermedades agudas y crónicas. Por tanto, he decidido abordar el tema de la salud alimenticia planteando que deficiencias en la alimentación diaria reprimen la salud del cuerpo humano.

Nuestro organismo es capaz de sintetizar en cantidades adecuadas un tipo de nutrientes denominados no esenciales, llamados así debido a que no juegan un papel vital en el crecimiento, desarrollo y mantenimiento del organismo. Por otro lado, existen unos nutrientes denominados esenciales, los cuales, sí juegan un papel importante en el mantenimiento de la vitalidad del cuerpo, pero, por el contrario, no son sintetizados por el metabolismo del organismo en cantidades suficientes para suplir las necesidades fisiológicas de este, por lo que de forma ineludible las personas debemos obtenerlos del medio ambiente, específicamente de los alimentos que ingerimos.

Los nutrientes esenciales necesitados por nuestro organismo son diversos y entre ellos podemos mencionar las proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales. Estos, a su vez, se encuentran repartidos en diferentes grupos alimenticios como son las frutas, las verduras, los granos, productos animales, las grasas y los azúcares.

Cuando la alimentación de las personas está basada solamente en la ingestión de uno o dos de los grupos alimenticios mencionados anteriormente, el organismo solo recibe los tipos de nutrientes que se encuentran en estos, produciendo así una carencia de los demás nutrientes y al mismo tiempo una saturación de los nutrientes consumidos, esto genera como es de esperarse un desequilibrio en el organismo, que la mayoría de las veces se manifiesta como una enfermedad. Un ejemplo palpable de esta situación en nuestro día a día es el abuso en el consumo de las llamadas comidas rápidas que las personas suelen hacer, estas comidas solo le brindan al organismo altos niveles de azúcares y grasas. Cuando en los tejidos y en el sistema circulatorio sanguíneo de nuestro organismo se presenta un exceso constante de grasas y azúcares, esto con el tiempo degenera en enfermedades como la obesidad, enfermedad crónica por acumulación excesiva de grasa en el tejido adiposo del cuerpo; la diabetes, enfermedad caracterizada por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre; cardiopatías o enfermedades del corazón; entre otras.

En otro ámbito, según Jack Soltanoff, “hay estudios de laboratorio que demuestran que una dieta simple pero equilibrada tiende a disminuir la incidencia de muchas enfermedades graves, entre ellas la obesidad, diabetes, la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias), las enfermedades coronarias y el cáncer”. A partir de esto es fácil comprobar que cuando mantenemos una buena alimentación evitamos el riesgo de enfermarnos, sin embargo, cuando nuestra alimentación es deficiente ocurre obviamente lo contrario, enfermamos.

Lamentablemente, actualmente las personas no suelen prestarle la debida atención a su alimentación y creen que comer en gran cantidad es lo que significa tener una buena alimentación, sin embargo, lo que determina la verdadera calidad de una alimentación no es la abundancia de alimentos sino la

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