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Secuestro


Enviado por   •  26 de Enero de 2014  •  11.908 Palabras (48 Páginas)  •  239 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En la actualidad el secuestro constituye uno de los delitos más comunes en Venezuela, desde el año 1999 hasta el año 2010 este delito aumento 470%. Durante el año pasado, según cifras del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, ocurrieron 625 secuestros en el país y específicamente en el Barrio Colón–Urbanización Capremco. Naguanagua Edo Carabobo, han aumentado las denuncias de secuestros en los últimos meses, aproximadamente el cien por ciento en relación al año pasado.

La presente investigación tiene como objetivo, analizar del delito del secuestro en Barrio Colón–Urbanización Capremco. Naguanagua. Edo Carabobo, la cual determinará, las principales causas que han llevado al auge a delito en la localidad, para posteriormente elaborar medidas de seguridad y de protección social, donde la población participe activamente en la prevención del delito señalado.

El mismo estudio se realizo según las pautas de la metodología de la investigación, trazándose objetivos a lograr, justificando la razón del estudio, presentando una propuesta para resolverlo y analizando los resultados obtenidos.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

En los primeros tiempos del siglo XXI y en las últimas décadas del siglo pasado, se han gestado cambios fundamentales en el mundo; la globalización económica, ha generado diversos procesos sociales, dentro de estos destaca la inseguridad pública que produce la violencia social.

Dentro de la ola criminal que azota a Venezuela hay un delito que destaca por su exponencial crecimiento y por sus importantes consecuencias sociales: el secuestro. El hecho de privar a una persona de su libertad, para luego pedir un rescate por ella, parece ser una de las pocas industrias que en la actualidad prospera en nuestro país.

El secuestro se hizo “popular” en Venezuela en 2000 cuando su práctica se “profesionalizó” en las grandes ciudades, apuntó Marcos Tarre, de la ONG Venezuela Segura, indicando que “hasta 1999 se reportaban en promedio unos 60 secuestros anuales”.

Algunos de los secuestros, como el realizado contra el famoso futbolista argentino, Alfredo Di Stéfano, se cometieron solo para ser utilizados como propaganda política. Hoy la situación es otra.

De conformidad con la última encuesta de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana, efectuada por el Instituto Nacional de Estadística en 2009, en Venezuela se estaban cometiendo alrededor de 16.000 secuestros por año, cifra sin precedente en el país, que equivale a más de 46 secuestros diarios, de los cuales el 80% y 90% son exprés. Estudios de ONG internacionales, como el efectuado por la holandesa Pax Christi, sitúan a nuestro país como el octavo en el mundo en incidencia de secuestros.

El secuestro es la actividad delictiva que más ha crecido en los últimos 10 años. Y es que, desde el año 1999 hasta el año 2010 este delito aumento 470% mientras que el homicidio, en ese mismo periodo de tiempo, aumentó 280%.

El secuestro en Venezuela hasta hace más de una década, era asociado con la frontera con Colombia; sin embargo, hoy en día se ha convertido en uno de los delitos más lucrativo para el hampa, a tal punto que se estima que por año ocurren aproximadamente más de 3 mil plagios, de acuerdo a cifras extraoficiales que maneja el criminólogo Fermín Mármol García. Según él, el auge del secuestro en Venezuela puede ser atribuido en parte a una mejoría de la seguridad en Colombia, situación que llevó a muchos de los grupos guerrilleros que se dedicaban a esa actividad a cruzar la frontera.

Durante el año pasado, según cifras del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, ocurrieron 625 secuestros en todo el país. Los expertos, sin embargo, tienen una explicación para esta discrepancia. Ya que Expertos y policías coinciden en que solo se denuncia 30% de los hechos que de verdad ocurren en el país. De ser así, en 2012 pudieron completarse, al menos, 1.970 casos.

Las causas de esta alarmante situación son diversas. Por un lado, la impunidad generalizada en el país genera la repetición de las conductas delictivas. Asimismo, la policía de investigación presenta un importante déficit de personal y de equipamiento para realizar la pesquisa de los hechos criminales. Por ejemplo, la División Antiextorsión y Secuestro del CICPC cuenta con unos 200 hombres, cuando en esta dependencia debieran existir por lo menos 500. El país sólo cuenta con 4.000 de los 25.000 agentes especializados en investigaciones que debería tener, y sólo 70.000 de los 125.000 agentes que deberían patrullar las calles. Además, cada fiscal está a cargo como promedio de unos 3.000 casos al año, equivalentes a más de ocho por día, y los jueces penales tienen asignados unos 500 casos. El resultado final de esta carencia es que sólo un 8 por ciento de las denuncias formuladas llegan a resolución judicial.

En materia de secuestro las cifras negras o no reportadas son muy altas, la gente no denuncia porque está consciente de que el aparato policial no puede dar respuesta y la familia quiere a su familiar sano y salvo lo más pronto posible. Las personas también se abstienen de realizar la denuncia por temor a represalias.

Según los expertos, los secuestros están siendo ejecutados por bandas que antes se dedicaban al robo de autos blindados, bancos y joyerías. Estos delincuentes ahora operan en actividades de secuestros prolongados, los cuales requieren de logística, mientras que aquellos que se dedicaban al hurto de vehículos mayoritariamente se han dedicado a la modalidad del secuestro exprés. A estas actividades delictivas también se han unido funcionarios policiales y militares activos, así como aquellos que han sido destituidos. También se han sumado guerrilleros y ex rebeldes colombianos. El mismo ministro anterior de Relaciones Interiores y Justicia, Tarek El Aissami, admitió que efectivos de la policía han estado involucrados hasta en un 20 por ciento de todos los delitos. Son policías mal pagados y poco calificados que ven el delito atractivo porque pueden ganar en una noche más de lo que no hacen en un año. Es por esta misma razón que la gente tiene miedo de denunciar un secuestro por miedo a que un policía esté involucrado en él.

Las reformas legales efectuadas para endurecer las sanciones del secuestro no han sido exitosas. El aumento de la pena del secuestro entre 20 y 30 años, incluida en la modificación del Código Penal de 2005, no logró disminuir la ocurrencia de este delito. La aprobación en 2009 de la Ley Contra el Secuestro y la Extorsión, tampoco logró este objetivo.

El

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