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Taylor&Bogdan - La entrevista en profundidad


Enviado por   •  3 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  2.996 Palabras (12 Páginas)  •  1.231 Visitas

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Taylor, S.J. y Bogdan, R. Introducción a los métodos cualitativos de investigación. La búsqueda de significados. Editorial Paidós, Barcelona, 1987.

Capítulo 4: La entrevista en profundidad

En este capítulo se repasan las estrategias y tácticas específicas de la entrevista cualitativa o “en profundidad”.

Tipos de entrevistas

Tomando las palabras de Benney y Hughes (1956), la entrevista es la herramienta de excavar favorita de los sociólogos.

El texto demuestra que si bien existen diferentes tipos de investigaciones a través de entrevistas, menos o más administradas y estructuradas, todas se adoptan a una forma estandarizada: el investigador tiene la pregunta y el sujeto tiene la respuesta.

A diferencia de la entrevista estructurada, las entrevistas cualitativas son flexibles y dinámicas. No son directivas ni estructuradas o estandarizadas, sino abiertas. Van a referirse a este tipo de entrevista como “entrevista en profundidad”: encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus palabras. El investigador, lejos de ser un robot recopilador de datos, es un instrumento de investigación.

Las entrevistas en profundidad están mucho más cerca de la observación participante, ya que establecen rapport con los participantes.

Principales diferencias entre la observación participante y la entrevista en profundidad:

La primera se da en situaciones naturales y obtiene una experiencia directa del mundo social; en cambio, los entrevistadores trabajan en situaciones específicamente preparadas y su información reposa indirectamente sobre relatos de otros.

Tres tipos de entrevista en profundidad:

  • La historia de vida o autobiografía sociológica. Presenta la visión de la vida que lleva esa persona, en sus propias palabras. “sus luchas morales, sus éxitos y fracasos. El entrevistador solicita activamente el relato de las experiencias y construye la historia de vida como producto final. El sociólogo trabaja para que el sujeto sea honesto. Ej. Escuela de Chicago 1920, 1930, 1940.
  • El aprendizaje sobre acontecimientos y actividades que no se pueden observar directamente. Los interlocutores son informantes, entonces su rol no consiste simplemente en revelar sus propios modos de ver, sino que deben describir lo que sucede y el modo que otras personas lo perciben. Ej. Erikson 1976 sobre reacción de una ciudad de Virgina ante un desastre natural.
  • Proporción de cuadro amplio de una gama de escenarios. Se analiza un número grande de personas en un período breve. Ej. Rubin 1976 sobre familias obreras.

Todas las entrevistas en profundidad establecen rapport a través de repetidos contactos a lo largo de cierto tiempo y desarrollan una comprensión detallada  de sus experiencias y perspectivas.

Optando por entrevistar

La elección del método de investigación debe estar determinada por los intereses de la investigación.

  • Los intereses de la investigación son relativamente claros y están relativamente bien definidos. Varía según el investigador.
  • Los escenarios y las personas no son accesibles de otro modo.
  • El investigador tiene limitaciones de tiempo. El observador participante espera a que alguien diga o haga algo; el entrevistador recoge invariablemente datos durante los períodos que pasa con los informantes.
  • La investigación depende de una amplia gama de escenarios o personas.
  • El investigador quiere establecer experiencia humana subjetiva. Historias de vida.

Algunas de las desventajas de las entrevistas:

  • Los datos provienen de enunciados verbales o discursos. Puede haber falsificaciones, engaños, exageraciones y distorsiones.
  • Las personas dicen y hacen diferentes cosas en distintas situaciones. Ej. Estudio de Richard Lapierre en la década del 1930.
  • Los entrevistadores no conocen el contexto necesario para comprender muchas de las perspectivas en las que están interesados.

La idea es, teniendo en cuenta estas limitaciones, ser conscientes de las mismas y mejorar sus marcas. En rigor, por eso proponen las entrevistas en profundidad, como la mejor de las entrevistas.

La selección de informantes

Glaser y Staruss: “Lo importante es el potencial de cada caso para ayudar al investigador en el desarrollo de comprensiones teóricas sobre el área estudiada de la vida social.” Se encuentra a las personas indicadas cuando las entrevistas con otros adicionales no producen ninguna comprensión auténticamente nueva. Siempre hay mejores historias de vida. En este tipo de investigación es poco frecuente que los informantes surjan como consecuencia de una búsqueda; aparecen en las propias actividades cotidianas.

Aproximación a los informantes

Al inicio de la investigación, suele desconocerse cuántas entrevistas en profundidad será necesario realizar hasta que se comienza a hablar con los informantes. La manera de proceder presentada por Taylor y Bogdan propone acercarse a los posibles entrevistados explicándoles que al investigador le parece probable que hayan tenido experiencias interesantes o cosas importantes para decir, por lo que le gustaría hablar con ellos alguna vez. Los autores sostienen que el tono ideal de la relación entre entrevistador e informante es de cooperación y compañerismo, por lo que es recomendable plantear ciertos temas desde el inicio de las entrevistas:

  1. Los motivos o intenciones del investigador: La idea es dejar claras las metas educacionales y académicas del proyecto, aún si el entrevistado no comprende los intereses precisos de la investigación. Además, es necesario explicitar que se intentará publicar las conclusiones del estudio y que la edición de este tipo de trabajos suele ser dificultosa, aún si el mismo permanece sólo dentro del ámbito universitario sin intereses comerciales.
  2. Anonimato: Los autores recomiendan usar seudónimos para designar a personas y lugares en los estudios escritos.
  3. La palabra final: Para Bogdan y Taylor, una de las formas de generar confianza en el informante es garantizarle que tendrá la oportunidad de leer y comentar los borradores de la investigación antes de su publicación, ya que este gesto fortalece la relación entre entrevistador y entrevistado y resguarda la calidad del estudio. Incluso, algunos investigadores otorgan a los informantes un poder de veto sobre lo que finalmente se publicará.
  4. Dinero: Según los autores no es recomendable ofrecer dinero a los informantes para que colaboren con el proyecto, porque entonces la relación de compañerismo necesaria entre entrevistador y entrevistado pasaría a ser de tipo comercial. Además, el informante podría sentirse alentado a fabricar una buena historia para ganar más dinero. Sin embargo, en proyectos que requieren muchos informantes suele ofrecerse algún monto en compensación. Taylor y Bogdan recomiendan compartir una parte de los derechos de autor del libro resultante de la investigación con los informantes, lo que fortalece la relación con los mismos.
  5. Logística: Es necesario establecer un horario, frecuencia y lugar para las entrevistas. Idealmente deberían tratarse de encuentros de alrededor de dos horas, una vez por semana como mínimo. Además, el lugar elegido para las entrevistas debe propiciar que el informante se sienta relajado y en confianza, garantizando que no habrá interrupciones durante la conversación.

El comienzo de las entrevistas

Lo propio de las entrevistas cualitativas en profundidad es el aprendizaje sobre lo que es importante en la mente de los informantes y el modo en que ellos ven, clasifican y experimentan el mundo. Para llegar a este tipo de conocimientos, es recomendable no iniciar los encuentros con preguntas directivas, ya que estas podrían condicionar al informante a pensar que sólo interesan determinados temas, cuando lo que se persigue es una percepción holística. Durante las primeras entrevistas se establece el tono de la relación con los informantes, por lo que el entrevistador debe aparecer como alguien que no tiene noción exacta de que le interese un tema en particular, sino que se está dispuesto a aprender del entrevistado. La idea es conseguir que la gente hable de sí misma sin estructurar ni definir la charla a un contenido preciso. Bogdan y Taylor presentan cuatro modos de guiar las entrevistas iniciales:

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