Tema- La lúdica orientada al desarrollo humano
Enviado por ADRYS0577 • 14 de Noviembre de 2016 • Apuntes • 1.461 Palabras (6 Páginas) • 444 Visitas
La lúdica orientada al desarrollo humano
La palabra lúdica proviene del latín “lúdere”, que significa jugar, y es un hecho que el ser humano posee una dimensión lúdica debido a que la vida no se agota en el trabajo, no todo el tiempo las personas están dedicadas exclusivamente a actividades serias, pues así como las diversas obligaciones demandan responsabilidad, también el espíritu necesita descanso, distracción, juego, diversión, lo que nos impulsa a invertir tiempo y energía en ciertas actividades que son tan necesarias como el mismo trabajo. Ahora bien, aquí encontramos un aspecto negativo que resalta a la vista, y se trata de la manera alienante en que fácilmente degenera la necesidad humana de diversión y entretenimiento, incurriendo en prácticas masivas que, de forma sutil y placentera, captan la atención de la gente, especialmente los niños y jóvenes, lo que generalmente es explotado por la sociedad de consumo y la clase económica y política interesada en mantener el orden social existente.
En efecto, el sistema capitalista se vale de la diversión y el juego como distractivos de las contradicciones internas y los problemas sociales como el desempleo, la falta de atención y asistencia por parte del Estado en regiones abandonadas, los cinturones de miseria en las grandes urbes, la contaminación ambiental y destrucción de los recursos naturales, etc. Es fácil comprobar el poder distractor que ejercen el fútbol, los reinados de belleza o los reality-shows en la conciencia colectiva, ante lo cual los problemas sociales desaparecen como por arte de magia, y esto es algo que puede ejercer un influjo enorme y de manera similar tanto en el habitante urbano como en el rural, llámese estudiante, trabajador o campesino, que se terminan convirtiendo en sujetos del mismo tipo de gustos e intereses.
Julián Sabogal (2009) afirma que:
El carácter lúdico del ser humano se ha perdido con la extensión del consumo que pasó de ser un medio que produce bienvivir a ser básicamente un medio para producir ganancias al capital. El modelo imperante ha eliminado al homo ludens, que debe ser recuperado. (p. 192)
Es así como, hoy en día, todos quieren tener un celular inteligente e invertir la mayor parte de su tiempo en las redes sociales, pues como el mercado crea la necesidad el comercio apela al afán personal de hacer lo que hacen los demás y de divertirse.
Sin embargo cada persona necesita el descanso, la diversión y el entretenimiento; reconocer esta realidad es sintonizarse con el espíritu de los derechos humanos, pues en la carta internacional, artículo 24, se establece que: “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.” (P. 535). Esto convierte la diversión en derecho de toda persona, más aún de los niños y jóvenes que están en proceso de formación y el normal y adecuado desarrollo de sus facultades físicas y mentales requiere de estrategias de aprendizaje acordes a su madurez y dinamismo. En ese sentido la lúdica se convierte en una herramienta eficaz para el fortalecimiento de la inteligencia emocional y racional en la medida que sea adecuadamente instrumentalizada mediante una estrategia pedagógica idónea.
A través de la lúdica se pueden emplear estrategias encaminadas a una socialización adecuada, el aprendizaje de valores y estilos de vida sanos. Dentro de esas estrategias encontramos el juego. Puede ser de integración y entretenimiento, que permite el acercamiento entre las personas, o también competitivo, que con un manejo inteligente proporciona un medio que permite el reconocimiento mutuo y el respeto, tal como señala Luis José González (1994): “Debemos devolver al juego su fuerza de alteridad que le pertenece por constitución. El juego nos abre y enfrenta a “el otro” como distinto a mí, con quien puedo competir en orden a una superación mutua.” (p. 261). De esta manera se puede generar una relación que no es destructiva ni de anulación.
Alteridad es la condición de ser otro, y dado que el tiempo para el juego es alterno a la cotidianidad, permite un espacio en donde el otro asume el rol de oponente o rival, más no enemigo. Si el otro gana, lo habrá hecho ateniéndose a unas reglas preestablecidas (que pueden ser mínimas pero son mutuamente aceptadas) y a la luz de su derecho a ganar, tan legítimo como el mío. Por tal razón, una de las funciones del juego en la sociedad es propiciar el acercamiento entre las personas, el respeto por la diferencia a partir de su fuerza de alteridad, como indica González, L. (1994):
Las relaciones de alteridad en el juego se manifiestan claramente en el deporte competitivo. La competencia desinteresada nos permite descubrir a “el otro”, ayudarlo al mismo tiempo que él nos ayuda, abrirnos a su mundo distinto y trabar amistad-fraternidad con él. (p. 261)
Es ese el sentido que la lúdica debe fortalecer en el proceso educativo para redireccionar la mente hacia el bien colectivo, contrarrestando los efectos nocivos que acarrean ciertos juegos y prácticas que desfiguran la esencia armonizante de la interacción humana y del crecimiento personal, pues sin desconocer las oportunidades económicas y laborales que muchas personas encuentran en las loterías, los casinos, el deporte competitivo convertido en negocio y, en una palabra, todos aquellos juegos que pretenden ganancias monetarias, debemos aceptar que esta forma de asumir el juego estimula el egoísmo y el beneficio propio, generando una situación en que el otro es un oponente con iguales derechos, pero mientras las condiciones que inducen a jugar hagan de esta práctica algo rentable (bien sea por ambición o por necesidad) es imposible entablar una relación humana edificante.
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