Trabajo Docente y la Perspectiva de Género
Enviado por Turco Rober • 9 de Septiembre de 2021 • Trabajo • 4.734 Palabras (19 Páginas) • 64 Visitas
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES MINISTERIO DE EDUCACIÓN [pic 1] “ESTANISLAO S. ZEBALLOS” |
PROFESORADO DE EDUCACIÓN INICIAL Y EDUCACIÓN PRIMARIA CAMPO DE LA FORMACIÓN GENERAL |
UNIDAD CURRICULAR: TRABAJO DOCENTE |
Trabajo Docente y la Perspectiva de Género |
PROFESORA: Taub, Judith |
ALUMNAS: CORUJO, SABRINA |
COMISIÓN: |
CUATRIMESTRE: 1° TURNO: MAÑANA |
AÑO: 2018 |
Introducción
El presente trabajo es fruto de un ejercicio de reflexión sobre la práctica docente. Su objetivo es reflexionar sobre las conductas habituales de la práctica educativa, como así también la práctica política, las desigualdades en las relaciones dentro y fuera del sistema educativo, el carácter femenino de la formación y el rol docente en la Argentina.
La diferencia de sexualidad y de género está dada en la docencia de la siguiente manera, se creía que la mujer solo por el hecho de estar educada en su casa, tenía la facultades necesarias para enseñar, ya que ella había tenido que aprender las diferentes tareas domesticas y se pensaba que al poder educar a sus hijos, estaba capacitada para ser docente ya que si lo pensamos existe en la sociedad una idea asociada a pensar a la “maestra” como un sinónimo de “segunda madre”. Y al hombre se lo asociaba con profesiones militares o económicas.
Las diferencias de género en lo profesional son notorias cuando uno va ascendiendo en su jerarquía. Desde los niveles de supervisión hacia los más bajos escalafones nos encontramos que sigue habiendo un gran número de mujeres en el sistema educativo, pero al avanzar profesionalmente, se observa una mayor población masculina en los cargos ministeriales y políticos dentro del sistema educativo.
Según al género que pertenecías se podía notar una diferencia económica porque las mujeres “colaboran” con la economía del hogar, mientras que el hombre debía “ser sustento en la familia”. Por décadas, los cargos de conducción más altos del sistema fueron ejercidos por varones.
Otros de los temas que abordaremos durante esta indagación es cómo aborda las cuestiones de género la comunidad educativa dentro de las instituciones. Ya sea entre la institución y el/la docente; la relación escuela, familia y alumno/alumna cuando se pone en juego esta cuestión, ya que pueda estar planteada por un miembro de la institución o desde la familia o un/a niño/a.
También, veremos los marcos legales que avala a un sujeto a percibirse de distintas maneras y a su vez se le garantiza el derecho de educación. Por último, usaremos tres casos; dos de docentes y uno de una niña que transitó esta transformación en parte de su vida cotidiana dentro de la escuela. Cursando el primer grado .
Desarrollo
¿Cómo pensamos la construcción del sujeto dentro de la sociedad?
Una de las primeras cualidades como sujetos que debemos entender es que nuestros cuerpos sexuados parte de una idea instalada en la sociedad, por tal razón podemos decir que la sexualidad es una construcción social.
Partiendo de ésta premisa, podemos reflexionar en: ¿Qué somos? ¿Qué hacemos? ¿Cómo nos percibimos más allá de nuestro cuerpo biológico?, todos estos interrogantes plantean un gran abanico de oportunidades que nos permiten pensar a cada sujeto como un recipiente que recibe por medio de los genes mucha información biológica, pero está sujeto a las modificaciones del medio ambiente, medio social y decisiones que tome la persona.
Si bien muchos de los aspectos fueron superados, los estudios de género muestran que los significados de “ser mujer” y de “ser varón” con frecuencia son discriminatorios y nombran solo una parte de lo que una mujer o un varón pueden llegar a ser.
Es importante subrayar los aportes de los estudios de transgéneros a los debates en torno a la construcción social de las diferencias de género. Centrados en la lucha por sus derechos, gays y lesbianas señalan con fuerza que la masculinidad dominante y la femineidad relacionada con esa masculinidad son “heteronormativas”: es decir, están orientadas por una imposición de la “heterosexualidad” como “normalidad” mientras que otras orientaciones sexuales son pensadas como “desviaciones”. Judith Butler (1990, 2002)
¿Qué pasa en la escuela?
Las escuelas son las instituciones que forman parte de nuestra vida y la sociedad, también son espacios donde se se transmiten mensajes de género. Hay modos en que las escuelas ayudan a la transformación de las relaciones de poder que enmarcan la construcción de los cuerpos sexuados. Es por ello que, la sexualidad ha sido, históricamente, uno de esos contenidos “omitidos”; al menos en un sentido integral.
Desde los comienzos del sistema educativo argentino, el trabajo de enseñar en las escuelas ha sido desarrollado fundamentalmente por mujeres. En la época se entendía que la enseñanza era un trabajo “apropiado para su sexo”: las mujeres ya venían educando en el hogar y sería “natural” para ellas seguir haciéndolo en la escuela. En este sentido, podríamos afirmar que en la Argentina la docencia “nace” femenina, antes que el proceso que atravesaron otros países de ingreso paulatino de mujeres al trabajo en las escuelas.
Las relaciones hegemónicas entre “lo femenino” y “lo masculino” han intervenido en el proceso de formación de una maestra o un maestro en Argentina y, a la vez, en forma dialéctica, las maestras y los maestros han actuado y actúan sobre sí mismos/as y sobre las/os demás en virtud de su apropiación particular de esas relaciones de género y de clase.
Si observamos en la historia de nuestro país podemos ver que la construcción del Sistema Educativo, comenzó a fin del siglo XIX como en la mayoría de los países latinoamericanos. Junto a la conformación de nuestro país y sentando las bases de una política que pudiera homogenizar a la sociedad, adoctrinándola y eliminando todo tipo de diferencias o caracteristas que presentaran, ya sea la población nativas o inmigrantes, que había en la Argentina. Para la ejecución de ese proceso, se crearon escuelas en diferentes lugares de nuestro país, con el fin de instruir a la población hasta 1930, no se registraba prácticamente diferencia en la enseñanza para los diferentes sexos. Exceptuando en una materia en particular “Economía Domestica para las Niñas” y “Ejercicios Militares para los Varones”, durante ese periodo el curriculum era idéntico para ambos géneros; el objetivo era que la nueva población estuviera dentro de las escuelas.
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