Trabajo En Equipo
Enviado por Brenhnoya • 7 de Octubre de 2013 • 1.203 Palabras (5 Páginas) • 262 Visitas
PROYECTO DE VIDA DEL HOMBRE COOPERATIVO DE HOY
Teniendo en cuenta el entorno y el conocimiento de sí mismo presentaremos el siguiente proyecto de vida, que debe tener un hombre cooperativista hoy día.
El hombre cooperativo de hoy debe ser honesto, teniendo en cuenta que debe respetar la personalidad del prójimo, ya que, como sabemos, la cooperativa consta de ayuda mutua y es un principio fundamental; debe ser justo y solidario. Dentro de este juego de fortalezas se encuentra presente la responsabilidad, debido que, esta debe estar intrínseca en él, ya sea particular o colectiva. A parte de constar con una formación, debe regir en él, la moral cooperativa, y esto es necesario, puesto que, ésta debe desarrollarse con calidad.
El hombre cooperativo es sencillamente un hombre al que anima el espíritu cooperativo. Es el tipo de hombre que más se necesita y que se adecua al éxito económico y humano de las empresas cooperativas, y a una eventual economía corporativizada. Este hombre deberá dirigirse a las demás personas o asociados sin complejos de superioridad y muchos menos inferioridad, debe ser en ese sentido neutro, debido que, debe poseer liderazgo y al mismo tiempo la capacidad de sentirse escuchado y escuchar, decía Pierre Autry: “Saber escuchar, aceptar las críticas sin amargura, cuidarse de no hacer consideraciones personales cuando se discuten ideas”. Es primordial que el hombre cooperativo tenga como cualidad la moral de la eficiencia.
Para poder llegar a ser un hombre cooperativista, totalmente, éste no debe aferrarse a realizar, como un obrero, un trabajo individual o particular, por el contrario, debe tomar ese ser individual y único, para así poder realizar un trabajo colectivo, esto va adjunto a la responsabilidad como fortaleza. Las cualidades que determinan al hombre son la transparencia, la ética y la moral, lo que le permite reconocer qué está mal, es esa persona con pensamiento positivo que ejerce el liderazgo porque se caracteriza siendo responsable, por siempre estar motivado y motivar a otros para producir un cambio positivo, su honestidad hace que en el confíen las personas, pues sus intereses económicos no son de manera personal, además siempre está buscando el beneficio de cada uno de sus asociados que de su objetivo primordial, en el sentido que tiene como cooperativa, sus objetivos vayan dirigidos en un alto porcentaje al servicio a su asociado.
Con base en lo anterior, podemos decir que, los valores de un hombre cooperativo que se establecen, son: La Ayuda Mutua, La Responsabilidad, La Democracia, La Igualdad, La Equidad y La Solidaridad. Además, no podemos dejar de un lado el hombre cooperativo y sus relaciones humanas, donde todas las citas que antecedan nos han trazado un retrato bastante completo del buen cooperativismo. No solamente aquel cuyo comportamiento logra el éxito económico de su cooperativa sino que se trata de un hombre que adquiere en profundidad a las aspiraciones y a los imperativos de la moral social cooperativa y que los interioriza, es decir transpone dichos imperativos a una moral personal y se conforma a ella de manera que su conducta, en general, no sea una negación ni un desmedido que ridiculiza o escandaliza sino una puesta en ejecución, una ejemplificación, una conformación, una garantía que inspira confianza en esa moral social.
Un hombre cooperativo busca ser oportuno y acertado en cuanto a sus decisiones, solidario, debe ser un excelente líder para así poder representar, no solo sus intereses, sino los intereses de todos sus asociados, pues ese es el fin primordial de una cooperativa. Éste debe promover valores y principios que concuerden con el hombre, la sociedad y sobretodo su empresa. Esta concepción referida es integral, integradora y dinámica, es decir, constituye un sistema.
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