Un concierto nocturno
Enviado por timaius • 4 de Octubre de 2013 • 10.432 Palabras (42 Páginas) • 234 Visitas
Un concierto nocturno
Donde las luces de las velas nos indican donde ir,
Mientras vagamos por un estrecho pasaje en una noche
Bordada de estrellas.
La suave calidez de tu cuerpo desnudo cura mis
Cicatrices, mientras nuestro deseo nocturno es
Escuchado por aquellos que habitan en la angustia.
La distancia de nuestro lecho nupcial aguarda el
Momento en que puedan tomarse nuestras manos.
Constante añoranza creada por tu tacto
Mientras somos rodeados por un vasto océano
Donde solo nos encontramos los dos
Mientras las olas te arrebatan de mis brazos fríos
E inmóviles, pero aun te quiero para siempre.
Sin palabras que decir, solo las memorias quedan.
El sol a de ocultarse el soñoliento mientras
el océano calma los pensamientos y pone a descansar
las carias y los deseos de una verdad sin final ni tiempo.
El ferviente deseo de que el tiempo avance y la noche
llegue a su fin me rodean, y despertar en el océano que me aparto de tu lado.
Un hombre viejo, sin nombre, vaga por un mar sin orilla
al final de la noche, las miradas al horizonte
Con templa la silueta de un cuerpo inmóvil
Alumbrado por una luz olvidada, lagrimas desbordantes
que va dejando tras su paso.
Un concierto nocturno
Donde las luces de las velas nos indican donde ir,
Mientras vagamos por un estrecho pasaje en una noche
Bordada de estrellas.
La suave calidez de tu cuerpo desnudo cura mis
Cicatrices, mientras nuestro deseo nocturno es
Escuchado por aquellos que habitan en la angustia.
La distancia de nuestro lecho nupcial aguarda el
Momento en que puedan tomarse nuestras manos.
Constante añoranza creada por tu tacto
Mientras somos rodeados por un vasto océano
Donde solo nos encontramos los dos
Mientras las olas te arrebatan de mis brazos fríos
E inmóviles, pero aun te quiero para siempre.
Sin palabras que decir, solo las memorias quedan.
El sol a de ocultarse el soñoliento mientras
el océano calma los pensamientos y pone a descansar
las carias y los deseos de una verdad sin final ni tiempo.
El ferviente deseo de que el tiempo avance y la noche
llegue a su fin me rodean, y despertar en el océano que me aparto de tu lado.
Un hombre viejo, sin nombre, vaga por un mar sin orilla
al final de la noche, las miradas al horizonte
Con templa la silueta de un cuerpo inmóvil
Alumbrado por una luz olvidada, lagrimas desbordantes
que va dejando tras su paso.
Un concierto nocturno
Donde las luces de las velas nos indican donde ir,
Mientras vagamos por un estrecho pasaje en una noche
Bordada de estrellas.
La suave calidez de tu cuerpo desnudo cura mis
Cicatrices, mientras nuestro deseo nocturno es
Escuchado por aquellos que habitan en la angustia.
La distancia de nuestro lecho nupcial aguarda el
Momento en que puedan tomarse nuestras manos.
Constante añoranza creada por tu tacto
Mientras somos rodeados por un vasto océano
Donde solo nos encontramos los dos
Mientras las olas te arrebatan de mis brazos fríos
E inmóviles, pero aun te quiero para siempre.
Sin palabras que decir, solo las memorias quedan.
El sol a de ocultarse el soñoliento mientras
el océano calma los pensamientos y pone a descansar
las carias y los deseos de una verdad sin final ni tiempo.
El ferviente deseo de que el tiempo avance y la noche
llegue a su fin me rodean, y despertar en el océano que me aparto de tu lado.
Un hombre viejo, sin nombre, vaga por un mar sin orilla
al final de la noche, las miradas al horizonte
Con templa la silueta de un cuerpo inmóvil
Alumbrado por una luz olvidada, lagrimas desbordantes
que va dejando tras su paso.
Un concierto nocturno
Donde las luces de las velas nos indican donde ir,
Mientras vagamos por un estrecho pasaje en una noche
Bordada de estrellas.
La suave calidez de tu cuerpo desnudo cura mis
Cicatrices, mientras nuestro deseo nocturno es
Escuchado por aquellos que habitan en la angustia.
La distancia de nuestro lecho nupcial aguarda el
Momento en que puedan tomarse nuestras manos.
Constante añoranza creada por tu tacto
Mientras somos rodeados por un vasto océano
Donde solo nos encontramos los dos
Mientras las olas te arrebatan de mis brazos fríos
E inmóviles, pero aun te quiero para siempre.
Sin palabras que decir, solo las memorias quedan.
El sol a de ocultarse el soñoliento mientras
el océano calma los pensamientos y pone a descansar
las carias y los deseos de una verdad sin final ni tiempo.
El ferviente deseo de que el tiempo avance y la noche
llegue a su fin me rodean, y despertar en el océano que me aparto de tu lado.
Un hombre viejo, sin nombre, vaga por un mar sin orilla
al final de la noche, las miradas al horizonte
Con templa la silueta de un cuerpo inmóvil
Alumbrado por una luz olvidada, lagrimas desbordantes
que va dejando tras su paso.
Un concierto nocturno
Donde las luces de las velas nos indican donde ir,
Mientras vagamos por un estrecho pasaje en una noche
Bordada de estrellas.
La suave calidez de tu cuerpo desnudo cura mis
Cicatrices, mientras nuestro deseo nocturno es
Escuchado por aquellos que habitan en la angustia.
La distancia de nuestro lecho nupcial aguarda el
Momento en que puedan tomarse nuestras manos.
Constante añoranza creada por tu tacto
Mientras somos rodeados por un vasto océano
Donde solo nos encontramos los dos
Mientras las olas te arrebatan de mis brazos fríos
E inmóviles, pero aun te quiero para siempre.
Sin palabras que decir, solo las memorias quedan.
El sol a de ocultarse el soñoliento mientras
el océano calma los pensamientos y pone a descansar
las carias y los deseos de una verdad sin final ni tiempo.
El ferviente deseo de que el tiempo avance y la noche
llegue a su fin me rodean, y despertar en el océano que me aparto de tu lado.
Un hombre viejo, sin nombre, vaga por un mar sin orilla
al final de la noche, las miradas al horizonte
Con templa la silueta de un cuerpo inmóvil
Alumbrado por una luz olvidada, lagrimas
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