Coeficientes de liquidez de acuerdo a lo recomendado a Basilea III

Universidad Andina Simón Bolívar

Sede Ecuador

Coeficientes de liquidez de acuerdo a lo recomendado a Basilea III

Estefanía Carpio Velasco

La crisis del año 2008 puso de manifiesto que los niveles de capital en el sistema bancario eran insuficientes: la calidad del capital de las entidades se había ido deteriorando y en muchos países el sistema bancario estaba excesivamente apalancado. Además, muchas entidades experimentaron problemas de liquidez al no poder refinanciarse en los mercados a corto plazo. La interconexión existente entre determinadas entidades y el proceso de desapalancamiento que llevó a cabo el sector contribuyeron, a aumentar sus efectos negativos sobre la estabilidad financiera y la economía en general. Para abordar estas lecciones aprendidas de la crisis y con el objeto de fortalecer la regulación, supervisión y gestión de riesgos del sector bancario, el Comité de Basilea ha desarrollado un conjunto de reformas que se conoce como Basilea III, con el fin de dar soluciones globales a la crisis y de mejorar la cooperación internacional.

Principales elementos de la reforma de Basilea III

La reforma de Basilea III incluye los siguientes elementos:

• Aumento de la calidad del capital para asegurar su mayor capacidad para absorber pérdidas. Para lo cual se modifica el cálculo de los riesgos para determinadas exposiciones que la crisis ha probado que estaban mal capturados. En particular, para las actividades de la cartera de negociación, titulizaciones, exposiciones a vehículos fuera de balance y al riesgo de contraparte que se deriva de las exposiciones en derivados.
• Constitución de colchones de capital en momentos buenos del ciclo que puedan ser utilizados en períodos de estrés. Se busca contribuir a un sistema bancario más estable, que ayude a amortiguar, en lugar de amplificar, las crisis económicas y financieras.
• Introducción de una ratio de apalancamiento como una medida complementaria a la ratio de solvencia basada en riesgo, con el objetivo de contener el apalancamiento excesivo en el sistema bancario.
• Aumento del nivel de los requerimientos de capital, para fortalecer la solvencia de las entidades y contribuir a una mayor estabilidad financiera.
• Mejora de las normas del proceso supervisor, disciplina de mercado y establecimiento de guías adicionales en áreas como gestión del riesgo de liquidez, buenas prácticas para la valoración de instrumentos financieros, ejercicios de estrés, gobierno corporativo y remuneración.  
• Introducción de un estándar de liquidez que incluye una ratio de cobertura de liquidez a corto plazo y una ratio de liquidez estructural a largo plazo. El objetivo es asegurar que las entidades tengan colchones de liquidez suficientes para hacer frente a posibles tensiones en los mercados y una estructura de balance que no descanse excesivamente en la financiación a corto plazo.

El Coeficiente de Financiación Estable Neta establece una exigencia para un horizonte de un año, a fin de que los bancos mantengan un mínimo de fuentes de financiación estables de acuerdo a los perfiles de liquidez de sus activos, y a sus posibles necesidades de liquidez contingentes fuera de balance. Este coeficiente permite que en los periodos de abundante liquidez las entidades tengan acceso a las fuentes de financiamiento sin un análisis de evaluación de riesgos que lo respalde. El índice contempla que los fondos de activos líquidos de alta calidad sean suficientes para cubrir las salidas netas de efectivo en un plazo de 30 días. El LCR contempla un periodo de estrés, en el que se presenten los siguientes eventos: Desaparición de los depósitos minoristas, pérdida parcial de la capacidad de financiación no garantizada en los mercados mayoristas, pérdida parcial de la financiación garantizada a corto plazo con ciertas garantías y contrapartes, salida adicionales de índole contractual por la rebaja de la calificación crediticia pública del banco de hasta tres escalones, aumentos de las volatilidades de mercado que afectan a la calidad de las garantías o a posibles exposiciones futuras a derivados que exigen la aplicación de mayores descuentos en las garantías o la aportación de garantías adicionales, o bien conllevan otras necesidades de liquidez; uso no programado de facilidades de crédito y de liquidez comprometidas pero no utilizadas que el banco ha concedido a sus clientes; y, a posible necesidad de que el banco recompre deuda o cumpla con obligaciones extracontractuales con la finalidad de reducir el riesgo de reputación.

Una manera de manejar el riesgo del fondo de activos de alta calidad, se logra diversificándolo, de tal manera que los bancos implementen políticas que eviten la alta concentración, o activos correlacionados que puedan afectar el nivel de cobertura. Es importante considerar que, el fondo de activos de calidad puede estar compuesto por dos tipos de activo. Nivel 1, que pueden incluirse sin limitaciones y corresponde a activos líquidos o fácilmente liquidables; y Activos de Nivel 2, que no pueden representar más del 40% del fondo, pueden sub clasificarse en Nivel 2A, 1 Libres de cargas significa que no dependen de una restricción legal, reguladora, contractual, o de otra índole que interfiera en la liquidación, venta o transferencia de un activo. 4 y 2B, estos último no pueden representar más del 15% del fondo total y estarán considerados dentro del 40%. Dado que los activos del nivel 2 no son fácilmente liquidables están sujetos a un descuento del 15% en el caso del nivel 2A, y de hasta el 50% de descuento en el nivel 2B. En el denominador, las salidas netas de efectivo están compuestas por: las salidas totales de efectivo previstas menos las entradas totales de efectivo previstas, en un plazo de al menos 30 días. Un aspecto importante a considerar es que un mismo rubro no puede ser considerado simultáneamente como parte del fondo de activos de alta calidad y como salida/entrada de efectivo. El rol del ente supervisor es fundamental para controlar el correcto desempeño de las instituciones financieras, el monitoreo periódico del LCR debe ser utilizado en forma continua para vigilar y controlar del riesgo de liquidez, por lo que debe ser reportado mensualmente al ente de control, y en caso de enfrentar periodos de tensión se debe garantizar la disponibilidad de su presentación ya sea semanal o diariamente; así como, existe la responsabilidad de los bancos de notificar inmediatamente cuando enfrenten caídas en el LCR.

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