El ser docente

La educación y sobre todo el ser docente es una labor complicada y en la mayoría menospreciada, pero tenemos en nuestras manos, formar seres de educación integral y con calidad ya que calidad implica comprometerme con esta carrera porque la misión aunque es difícil es muy bella.

Al tener mi primera práctica docente creí que sería tan fácil como lo leía en mis antologías, es muy diferente el ir solo a observar a tu grupo a ya tener un salón a tu cargo

Creía que mi primer encuentro en un aula sería sencillo, pues en las observaciones que había tenido anteriormente, todo había salido bien, pensé que lograría que mis alumnos mantuvieran interés en mis clases con el solo hecho de llevar material didáctico y haciendo que las clases fueran más entretenidas para ellos. Mi idea fue errónea y descuide algunos aspectos.

No logre observar ni conocer bien los gustos de mis alumnos, lo que hizo las cosas más complicas a la hora de la práctica, no tome importancia a las pequeñas cosas, y cometí muchos errores.

Me sentí un poco desmotivada pues sentía que no podía más, y las cosas no estaban saliendo como yo esperaba.

Fueron pasando los días, y algunos me eran más complicados que otros pues me era difícil mantener orden en el grupo, fui conociendo más a mis alumnos y sabiendo que era lo que les agrada hacer y la forma en la que ellos trabajaban, eso me fue permitiendo tener una mejor relación con mis ellos, haciendo un mejor ambiente de trabajo.

Me fue más fácil llevar acabo la materia de español que la de matemáticas, pues en español les era más interesante, y se lograban hacer muchos comentarios del tema, y era más interactivo que el de matemáticas.

En Matemáticas la clase se volvía un poco alborotada, pues todos terminaban muy rápido, y estaban acostumbrados a que cuando terminaban inmediatamente el profesor les firma sus trabajos. Y al no poner orden, todo se descontrolaba y todos pedían que su trabajo fuera firmado de una manera imprudente.

Al ver que mis alumnos trabajaban de una manera rápida, tuve que buscar algunas otras actividades y explicarles que al final yo pasaría a sus lugares a revisarles sus trabajos para que así no se creara mucho alboroto en el salón. Aunque me costó que ellos entendieran que debían de mantenerse en su lugar poco a poco lo iba logrando.

Hice lo posible para prestarles mi atención a todos por igual, aunque a veces era un poco difícil por la cantidad de alumnos. Lo que no pude lograr y es mi siguiente reto es unir a todo el salón, no dejar que se aparten y que no existan diferencias.

En el salón de 1° B, era muy difícil agruparlos pues si no se caían bien salían peleándose y el mismo profesor no me permitía que algunos alumnos trabajaran juntos.

Aunque fue un poco difícil para mí esta primera práctica, sé que con lo vivido en mi experiencia docente podre mejorar en muchos

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