Steven Lukes: El poder – Un enfoque radical

Steven Lukes: El poder – Un enfoque radical

Enfoque unidimensional

Este enfoque es el más básico de los 3 y es de carácter pluralista. Dahl define su idea de poder de manera que A tiene poder sobre B en la medida que consiga que B haga algo que de otra manera no haría. Este poder es observable a través de su espacio, el participante con más éxito a la hora de tomar decisiones es quien tiene más poder, como dice Polsby se intentan estudiar los resultados para determinar quién prevalece en la adopción de decisiones. También hace hincapié en el comportamiento observable, la manera de comportarse a la hora de tomar decisiones.

Este hincapié en el comportamiento observable lleva a estudiar la adopción de decisiones: identificar quién prevalece en la toma de decisiones es la mejor manera de identificar quién tiene más poder. Se supone que las decisiones entrañan un conflicto efectivo y observable, es decir, que solo es posible verificar estrictamente la hipótesis de una clase dirigente si hay casos que impliquen decisiones políticas claves donde las preferencias de esta clase choquen con las de cualquier otro grupo similar.

Las preferencias o intereses han de entenderse como preferencias a políticas determinadas.

Enfoque bidimensional

Bachrach y Baratz introducen la idea fundamental de este enfoque, la movilización de inclinaciones que son el conjunto de valores, creencias rituales y procedimientos institucionales (reglas de juego) que actúan en beneficio de un grupo a expensas de otro.

Estos autores dicen que el poder tiene dos caras: Por un lado se refieren a todas las formas de control de A sobre B, es decir, la consecución de A, la obediencia de B.

Por otro lado utilizan el término para referirse a la consecución la obediencia, mediante la sanción de amenazas, llamándose la primer cara poder y la segunda coerción.

Los autores tienen una tipología para referirse al poder, que abarca coerción, influencias, autoridad, fuerza y manipulación.

Coerción: cuando se logra la obediencia mediante la amenaza de privaciones.

Influencia: cuando sin recurrir a amenazas de privación, hace que B cambie el curso de su acción.

Autoridad: Cuando B reconoce que la orden de A es razonable porque la considera legitima y razonable.

Fuerza: Se da cuando A alcanza su objetivo ante la no obediencia de B, despojándole de la entre obediencia y no obediencia.

Manipulación: es diferente a las anteriores ya que aquí la obediencia es posible al faltar por parte del que ha de obedecer su conocimiento de lo que se le pide.

Critica de Bachrach y Baratz al enfoque unidimensional:

Dicen que el primer enfoque no toma en cuenta el hecho de que el poder puede ser ejercido limitando el alcance de la adopción de decisiones a problemas inocuos, debido a que subraya la importancia de proponer, decidir y vetar.

Además los autores insisten en que las llamadas no decisiones también son decisiones.

Una no decisión es una decisión que conduce a la supresión de un reto latente o manifiesto a los valores de quien adopta la decisión. También es un medio para que las demandas puedan ser sofocadas antes de ser articuladas o mantenidas ocultas antes de que formen parte del proceso político.

Otra diferencia con el primer enfoque es la definición de lo que hay que considerar como el problema político. Mientras que para Dahl un problema político no se puede afirmar hasta que no haya acaparado la atención de un sector importante del estado político.

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