Enfermeria- Nutricion
Enviado por Lorelp • 27 de Septiembre de 2012 • 1.812 Palabras (8 Páginas) • 784 Visitas
Atención integral al adolescente
La adolescencia:
La adolescencia forma parte del proceso evolutivo normal que tienen que pasar, niños y niñas, para convertirse en personas adultas. Durante esta etapa de gran desarrollo surge, entre otros, el conflicto de dependencia – independencia de los padres y se van consolidando determinados hábitos.
Se podría considerar que alrededor del 80% de los adolescentes son “normales” en su proceso adolescente; de ellos el 30% van a tener una adolescencia “fácil”, mientras el 40% alternará periodos de stress con otros de calma, y para el 30% será una época tumultuosa.
Etapas de la adolescencia y características
Debemos tener presente que los adolescentes no forman un grupo homogéneo ya que existe una amplia variabilidad entre ellos, en cuanto al desarrollo biológico, emocional y psicológico. Se suele esquematizar la adolescencia en 3 etapas que pueden solaparse entre si:
- Adolescencia temprana. Abarca aproximadamente desde los 10-11 a los 14 años y se caracteriza fundamentalmente por los cambios puberales.
- Adolescencia media. Entre los 15 a los 17 años, caracterizada sobre todo por los conflictos familiares debido a la importancia que adquiere el grupo
- Adolescencia tardía. Desde los 18 a 21 años caracterizada por la reaceptación de los valores paternos y por asumir las tareas y responsabilidades de la madurez
Durante esta época de la vida, se logra un importante crecimiento y desarrollo físico y se alcanzan los objetivos psicosociales necesarios en la evolución del adolescente a la edad adulta :
1-Adquirir una independencia respecto a los padres
2-Tomar conciencia de la Imagen corporal y aceptación del cuerpo
3-Relación con los amigos y adopción de estilos de vida
4-Establecer una identidad sexual, vocacional, moral y del yo
Si hay que destacar algo específico de esta edad son las palabras riesgo y protección.
Los factores de riesgo van unidos a la posibilidad de enfermar o morir, y que pueden ser desencadenantes o moduladores del daño; hay que conocer la existencia de posibles alteraciones de vínculos familiares, los problemas escolares, incluido el absentismo, o las existencia de enfermedades psíquicas o mentales, entre otros.
Las conductas de riesgo son actuaciones repetidas que pueden alterar el desarrollo psicosocial y pueden tener repercusiones negativas para la vida actual o futura. Se debe pensar en las prácticas sexuales de riesgo, el uso y abuso de drogas, la conducción temeraria de vehículos y la pertenencia a bandas o sectas.
Las situaciones de riesgo son aquellas circunstancias que ofrecen un riesgo a toda la comunidad o grupo social, entre las que vale la pena destacar la permisividad en el uso de drogas, el culto excesivo a la imagen corporal o las exigencias en la práctica de algunos deportes.
La salud integral
Va a comprender el bienestar físico, mental y social del adolescente, que incluye su desarrollo educativo y la adecuada participación en la comunidad. La salud se podrá ver comprometida desde lo biológico, lo psíquico y lo social, por lo que no sólo se va a expresar como una enfermedad orgánica, sino en la modificación de sus comportamientos.
El pediatra y el adolescente
Los pediatra, habituados a atender lactantes y niños, observan que cuando se supera la barrera de los 12 años, estos suelen empezar a plantear algunas dificultades que aumentan a medida que el paciente va cumpliendo años.
El médico que va atender adolescentes, debe querer atenderlos y, para ello, ha de estar bien preparado, o sea tener aptitud y una buena actitud; ambas van a ser premisas imprescindibles para esta atención. Algo hay que tenerlo muy claro: el adolescente que viene a consulta no busca un “colega” y deben tener certeza plena de la existencia real de confidencialidad
Atención integral: los problemas
Durante la adolescencia se pueden detectar los problemas habituales a otras edades, otros que tienen ciertas peculiaridades en la adolescencia y los "casi" específicos de esta edad. No hay que olvidar las secuelas que se pueden encontrar de procesos iniciados en la infancia, otros relacionados con su desarrollo sexual o algunos más propios del adulto.
No se deben olvidar las “nuevas epidemias”; o sea los estilos de vida peligrosos y las conductas de riesgo a las que se pueden exponer, así como los trastornos psicosociales ocasionados por la violencia, los accidentes, la delincuencia, el uso y/o abuso de alcohol, tabaco u otras drogas, la práctica sexual promiscua o desprotegida y la problemática escolar.
Las "situaciones familiares especiales“ pueden traer consigo algunas circunstancias que se deben tener presente: el hijo tardío, el hijo adoptivo, el adolescente con falta de padre o madre, el hijo de divorciados o separados, con o sin nueva familia o el adolescente ingresado en instituciones con de privación afectiva.
Atención integral: la entrevista
Los pediatras que atienden adolescentes van a ser testigos del traspaso de poderes, en la misma consulta, de los padres al hijo. Si durante la infancia, los interlocutores han sido la familia, ya que acompaña al hijo y el profesional se dirige a los padres, cuando llega la adolescencia el protagonismo pasará a ser para el paciente-adolescente, pasando los padres a un discreto segundo plano. Por ello parte de la consulta – parcial o totalmente- ha de realizarse sin la presencia de los padres.
Atención integral: la exploración física
La “imprescindible” exploración física en los pacientes adolescentes cobra un valor añadido ya que va a convertirse
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