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Módulo Educación: Primera Evaluación Parcial Anneleé Villafaña


Enviado por   •  22 de Octubre de 2017  •  Biografía  •  2.376 Palabras (10 Páginas)  •  359 Visitas

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Módulo Educación: Primera Evaluación Parcial

Anneleé Villafaña


1. Explique porqué el hecho de que muchas sociedades distingan entre espacios públicos y privados incide en el acceso de las mujeres a la educación, y comente sobre mecanismos de exclusión en el ingreso de las mujeres a la educación formal

La dicotomía publico/privado es fundamental para el movimiento feminista, un ejemplo es que uno de sus lemas ha sido "lo personal es político", el cual significa el primer intento de romper la división de género entre la esfera privada atribuida a las mujeres y la esfera pública a los hombres. Mientras que el Estado ha contado con la autoridad y la legitimidad para interferir y legislar sobre los temas que caen en la esfera pública, el espacio privado se ha ido reproduciendo por estereotipos. Desde una perspectiva feminista, conservar esta división significa un retroceso en el pensamiento político, esto quiere decir que, "resultaría problemático para las mujeres despolitizar y definir el ámbito privado como desprovisto de conflictos de poder (…), porque como bien sabemos, las mujeres no se encuentran protegidas de ser observadas y atacadas por otros miembros de otros sistemas intersubjetivos en los ámbitos privados" (Mendoza, 2010, p.31)

Partir de una separación de lo público y lo privado conservaría para las feministas la concepción sexista de la educación, otorgando ciertos conocimientos de acuerdo a estereotipos de género (Ej: a los hombres les gusta la matemática y a las mujeres las artes). Pese a que han sido resueltos ciertos aspectos de la exclusión de las mujeres en el acceso a la educación, los conflictos de la vida cotidiana y el poder en lo privado, quedan sin profundizarse. De acuerdo a los aportes del feminismo latinoamericano de fines de los setenta, es posible evidenciar que la educación tiene una estrecha relación con la definición de la política, ya que si ésta es sobre el poder y la dominación, potencialmente todas las relaciones, incluyendo la que existe entre los profesores y estudiantes, son políticas. En este sentido, las feministas latinoamericanas lucharon por la recuperación de la democracia y por su ampliación hacia el espacio privado. La lucha no se redujo a la pretensión de reparar una injusticia, sino que apuntó a una reconsideración de la convivencia y la sociedad (Carosio, 2014, p.243). Esto quiere decir que la política no se limita sólo a los organismos públicos y los gobiernos, sino que gobierna todos los aspectos de nuestra existencia. Por lo cual, para reconocer la relevancia del género es necesario democratizar la esfera privada y analizar el papel de la educación en la creación de una ciudadanía democrática "inclusiva".

Pese a que existen variadas concepciones del término ciudadanía, la mayoría evidencia una "neutralidad de género", la cual tiene el efecto de excluir a las mujeres, ya sea en la educación, la política, etc. De acuerdo a Zuñiga (2010) esto se explica en la transición del Estado moderno como Estado nacional, el cual establece "la separación entre la esfera pública de la sociedad civil y política, y la esfera privada de la familia, (las cuales) sellarán un pacto entre democracia y patriarcado, que tendrá por efecto la exclusión de la mitad de la humanidad de la ciudadanía"

En cuanto a los mecanismos de exclusión, podemos ver que la mayoría de ellos se relacionan con la familia, la educación y la economía. De esta manera, la educación y la escolarización es una arena donde se reproducen y sostienen patrones más amplios del poder social y la subordinación. Uno de ellos es el sexismo, un proceso de reproducción cultural y social de las definiciones de género y de clase social, en ella la educación está orientada hacia las niñas y su subordinación a través del trabajo doméstico y el culto de la feminidad y el romance. Para poder reducir su impacto en las niñas, es necesario un trabajo extensivo con los maestros para sensibilizarlos sobre los efectos, por ejemplo, del perjudicial lenguaje sexista y la vinculación de los profesores masculinos principalmente con los chicos a través del humor y referencias masculinas compartidas (como el fútbol). También incluye abordar el predominio de los niños en términos de discusiones en el aula, el control del espacio de juegos infantiles y las instalaciones deportivas en las escuelas, el sistema de recompensas, etc. Es importante instalar la crítica  y alentar las políticas escolares sobre lenguaje de género, acoso sexual, deporte de sexo mixto y educación anti-sexista. El objetivo en todo momento será desafiar los supuestos naturalistas sobre la diferencia sexual y de género y sobre la dependencia de las niñas de los hombres y el papel subordinado asignado a ellas como amas de casa y cuidadoras.

En este contexto, pese a que en Chile se han transformado lentamente las relaciones de género, siguen predominando los valores familiares tradicionales. De esta forma, las escuelas educarían a una generación futura en moralidad: respetando la autoridad, la disciplina y la tradición. La educación para la paternidad, el sexo y la educación moral han sido la piedra angular del currículo educativo. En la otra vereda, donde se reconocen las diferencias de género, las escuelas existirían para producir una mano de obra que no estuviera sexuada o racialmente clasificada. Fomentando que las futuras trabajadoras educadas sean móviles, flexibles y calificadas, capaz de aprovechar las oportunidades que se le ofrecen.

Por lo tanto, un vuelco interesante a las propuestas de la democracia "exclusiva", seria reconocer a la ciudadanía como género, como condición social ética y no instrumental. Lo que nos une como ciudadanos, es nuestra igualdad como miembros de la comunidad política, por lo cual necesitamos tener en cuenta las diversas maneras en que nos involucramos en actividades. Una convincente concepción feminista de la ciudadanía implica necesariamente una redefinición radical de la distinción público/privado y también una deconstrucción de los discursos de ciudadanía utilizados por los docentes contemporáneos y sus dimensiones de género, incluyendo una perspectiva educativa emergente sobre los principios de género que deberían afectar la educación para la ciudadanía en las sociedades democráticas.

Para finalizar, abrir el concepto de "ciudadanía" nos proporcionaría el potencial emancipatorio de la subjetividad de género, tanto para hombres como para mujeres y abriría el camino al reconocimiento de la diversidad de prácticas educativas. El objetivo, entonces, es re-conceptualizar y reformular la teoría política y sus conceptos centrales como la igualdad, la justicia, la ciudadanía y la representación desde un punto de vista feminista plural, por tanto más de un discurso democrático masculinizado tendría que transformarse para que las mujeres logren una plena integración educativa y socialmente.

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