Anticuerpos Monoclonares
Enviado por Rachel002 • 10 de Junio de 2014 • 2.833 Palabras (12 Páginas) • 297 Visitas
INTRODUCCION
Desde su descubrimiento hacia finales del siglo pasado, los anticuerpos han sido considerados moléculas con una enorme potencialidad analítica debido a su exquisita especificidad. Pero fue solo después de la introducción por Köhler y Milstein en 1975 de la técnica para producir in vitro anticuerpos con una especificidad predeterminada, que estos reactivos pusieron de manifiesto su tremenda versatilidad práctica. La posibilidad de producirlos en grandes cantidades y en forma pura y además el estar bien caracterizados químicamente ha permitido que los anticuerpos monoclonales (así se llama al producto obtenido de la aplicación de la mencionada técnica) sean objeto de múltiples aplicaciones. Las más tempranas, afines de los años setenta y principios de los ochenta, se relacionaron con pruebas de histocompalibilidad y reconocimiento de moléculas de diferenciación en células normales o tumorales y con el reconocimiento de epítopos específicos en virus, bacterias y otros microorganismos, o en moléculas individuales de proteínas, carbohidratos, ácidos nucleicos, etc. Ello redundó en un conocimiento más detallado de distintas subpoblaciones celulares, de los diferentes estadios de diferenciación celular en diversos tejidos, en un mejor tipeaje celular, en una mejor identificación de microorganismos y de sus variedades tanto para diagnóstico como para epidemiología y en una gran cantidad de pruebas diagnósticas tipo ELISA y radioinmunoensayo. En su versión original la técnica descrita por Köhler y Milstein permite la producción de anticuerpos monoclonales de origen múrido, los cuales han sido y son actualmente de gran utilidad dentro del campo de la hematología y medicina en general. Desgraciadamente, su uso en aplicaciones terapéuticas y en el diagnóstico in vivo de enfermedades humanas se ha visto limitado. La presencia de anticuerpos "naturales" anti-inmunoglobulina de ratón y la aparición de una respuesta inmune humoral secundaria a la administración de estos reactivos en el ser humano parecen ser los principales responsables de esta limitación. Lo anterior se ha constituido en la motivación fundamental que ha impulsado el desarrollo de técnicas para la producción de anticuerpos monoclonales de origen humano, con la fundada esperanza de que éstos, al ser administrados en protocolos de profilaxia, terapia o en aplicaciones diagnósticas, sean mucho menos inmunogénicos que los de ratón . El alcance potencial de utilización de los anticuerpos monoclonales es tremendamente amplio e incluye campos como el tratamiento del cáncer, facilitamiento de transplantes de órganos, imagenología de tumores, entre otros. Desafortunadamente, la aplicación de esquemas análogos a los utilizados en el modelo del ratón para la generación de anticuerpos monoclonales humanos no ha rendido los frutos anticipados; un sinnúmero de dificultades técnicas han tenido que ser enfrentadas y la literatura en el área está llena de diferentes métodos de producción y de "mejoras" a los procedimientos. De forma general, dos caminos principales se utilizan actualmente para la producción de anticuerpos monoclonales humanos. Uno es la inmortalización de las células productoras de anticuerpos, lo cual se logra mediante la transformación con el virus de Epstein-Barr y/o la generación de hibridomas y, más recientemente, por medio del uso de técnicas A Ingeniería Genética, las cuales se han revelado como una herramienta tremendamente poderosa y promisoria para la preparación, modificación y mejoramiento de los anticuerpos monoclonales, tanto de origen múrido como humano. Estas dos aproximaciones, independientemente o en forma combinada, son utilizadas en numerosos laboratorios en el mundo para producir reactivos monoclonales humanos que eventualmente puedan ayudar de manera efectiva a la prevención, el tratamiento y diagnóstico de las enfermedades humanas.
DEFINICION
Los anticuerpos monoclonales son glucoproteínas especializadas que hacen parte del sistema inmune, producidas por las células B, con la capacidad de reconocer moléculas específicas (antígenos). Los anticuerpos monoclonales son herramientas esenciales en el ámbito clínico y biotecnológico, y han probado ser útiles en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas, inmunológicas y neoplásicas, así como también en el estudio de las interacciones patógeno-hospedero y la marcación, detección y cuantificación de diversas moléculas.
PRODUCCIÓN DE ANTICUERPOS
A partir de un suero policlonal se puede obtener un suero especifico para el antígeno mediante aislamiento y purificación. Si bien los anticuerpos obtenidos, todos ellos especificos para el antígeno, variaran en su afinidad para el mismo al proceder de distintos clones. Este sería un suero, por tanto, policlonal. La Técnica básicamente consiste en efectuar una cromatografía de afinidad en columna. En esta técnica se une el mismo antígeno que se utilizó para la inoculación a unas bolitas especialmente preparadas para que lo capturen. Una vez recubiertas por el antígeno se “empaquetan” las bolitas en un tubo fino (se le llama “columna”) y se hace pasar por el al suero que se desea purificar. Los anticuerpos específicos para el antígeno retenido sobre las bolitas se unen a él y el resto de los anticuerpos y proteínas del suero sale por la parte inferior. El paso final es la ruptura de las uniones entre antígeno y anticuerpos (cosa que se hace añadiendo a la columna una solución hipertónica u otra con pH ácido, con lo que los anticuerpos específicos se eluyen (salen) por la parte inferior.
OBTENCIÓN DE ANTICUERPOS MONOCLONALES
En 1975 Kohler y Milstein desarrollaron la técnica de los hibridomas, mediante la que pueden producirse en el laboratorio anticuerpos monoclonales específicos para un antígeno (determinante antigénico) concreto. La técnica se desarrolló inicialmente utilizando células de ratón, pero en la actualidad se producen hibridomas a partir de células de varias especies, incluyendo la humana.
Fusión.
La técnica consiste básicamente en fusionar células linfoides (productoras de anticuerpos) con células de mieloma (tumorales) en presencia de poli-etilen-glicol (PEG), que provoca la fusión de las membranas y la formación de híbridos celulares. Las células productoras del anticuerpo se obtienen a partir de los órganos linfoides periféricos (bazo y/o ganglios linfáticos) de animales hiper-inmunizados con un antígeno o patógeno concreto. Las células de mieloma a utilizar deben reunir, al menos, las siguientes características:
• Ser histocompatibles con las células productoras de anticuerpos
• No secretar inmunoglobulinas
• No tener la enzima hipoxantina-guanina-fosforribosil-transferasa
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