Cunicultura

La cunicultura

es la cría de conejos para el aprovechamiento de su carne y sus productos. El concepto procede del vocablo latino cunicūlus (“conejo”) y de cultura (que puede asociarse al cultivo de algo).

Se conoce como conejo común al Oryctolagus cuniculus, un mamífero de la familia de los lepóridos que está considerado como una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Las razas domésticas descienden de la subespecie Oryctolagus cuniculus cuniculus. Los conejos se caracterizan por las orejas largas que pueden medir unos siete centímetros, su cola corta, sus patas anteriores más cortas que los posteriores y sus dientes incisivos que crecen sin parar.

La cunicultura, por lo tanto, consiste en la cría sistemática de estos animales. La carne de conejo forma parte del grupo conocido como carne blanca, ya que presenta una coloración menos rojiza que la carne vacuna. Se trata de una carne magra, con escasa cantidad de grasa.

La producción cunícula también puede destinarse a la comercialización de conejos como mascotas o animales de compañía. La domesticación del conejo se remonta al siglo I a.C., cuando los romanos comenzaron a tener estos animales en cautiverio para obtener su carne.

Los conejos como mascota suelen mantenerse encerrados en una jaula, aunque es posible enseñarles a que hagan sus necesidades en una caja de desechos. Por su buena capacidad de socialización, los conejos pueden integrarse a la familia e interactuar con perros y gatos. De todas formas, es importante destacar que son animales territoriales que se asustan con facilidad, por lo que tienden a alejarse de los seres humanos.

Manejo de la producción del conejo Rex Albino (para Pieles):

El manejo de su producción es similar a los del conejo de carne, con el agregado de un tiempo de engorde hasta obtener un peso vivo de aprox. 3 kg en 120/140 días. Tener en cuenta que para conejos REX Chinchilla o Castor se requiere un manejo más artesanal y una crianza hasta aprox. 6/7 meses de vida a fin de obtener la maduración adecuada de la piel.

Lo que es fundamental es grabarse el concepto que lo que se está produciendo no son Kg. de carne sino pieles.

El servicio se efectúa normalmente a los 11 días post-parto, y con 31 días de gestación, se completa el ciclo cada 42 días.

Aprox. a los 35 días se comienza el primer período de engorde en la jaula donde nacieron, separando la madre que va a parir a otra jaula polivalente ó a la de gestación (desmadre y no destete).

Cuando llega a los 80/90 días es necesario ubicarlos en jaulas individuales con separadores de chapa hasta su faena. Es fundamental que las jaulas no tengan ningún rastro de óxido tanto desde la consideración sanitaria como de manchas en la piel. Para ello se desarrolló un galvanizado cuatro veces superior al estándar (260 gr/Zn por m2). Como la temperatura es perjudicial para la maduración de la piel, se requiere mayor espacio en la jaula individual para descansar estirados y disipar las calorías que genera su cuerpo.

Todos son proclives a sufrir del “mal de patas” por lo que es necesario colocarles el piso curapatas relax.

El promedio de parición es de 6 crías y es conveniente que las madres no tengan más de 5 partos, pues con ello conseguimos que su piel también sirva para la venta.

Dado que las hembras reproductoras no son buenas madres, es común utilizar hembras neocelandesas como madres nodrizas. En Granja LE CLAPIER nodrizamos con neocelandesas aprox. el 50% de los gazapos y así conseguimos una producción por jaula similar a la de carne.

Para mantener la sanidad de los Rex es fundamental evitar la humedad, pues propicia la aparición de enfermedades micóticas que desmerecen el pelo. Al llegar al tamaño necesario y, lo que es fundamental, las pieles tienen la maduración adecuada, se entregan los conejos al frigorífico que toma la carne y le reintegra las pieles.

Una práctica hoy de un frigorífico de exportación de carne es comprar el conejo vivo por kg, faenarlo y reintegrar las pieles frescas, descontando aprox. Q.15.40 por piel.

Alimentación:

Hasta los 80/90 días de edad, la alimentación es similar a los de carne, con balanceado para cada etapa. A partir de allí, en jaulas individuales, conviene racionarle el balanceado (balanceado especial) y agregarle forraje.

Instalaciones:

Hasta los 80/90 días de edad se utilizan las mismas jaulas que para carne, o sea, las POLIVALENTES para cría y engorde colectivo, haciendo desmadre en lugar de destete. Se complementan con las jaulas individuales para gestación y reposición. A partir de allí se los pasa a jaulas individuales con separadores de chapa para evitar que se puedan tocar ó comer el pelo. Todas con el galvanizado especial cuatro veces superior al estándar.

En todos los casos es necesario incluir el Curapatas Relax en cada jaula.

Alternativas de comercialización

1) Vender el conejo en pié por kg. vivo a un matadero para carne (para exportación o mercado local), retirar la piel fresca , curtir ó hacerlas curtir y finalmente comercializar ésta última.

2) Venta del conejo en pié. Es el mismo procedimiento que la venta del conejo de carne, pero con un precio diferencial del kg. vivo. Normalmente un 30% superior al de carne.

3) Faenar el conejo, aprovechar la carne para autoconsumo o venta en mercado local. Si no puede curtir o no tiene curtiembre cerca, congelar las pieles y enviarlas de ésta forma a una curtiembre. Las mismas se pueden enviar por transporte u ómnibus en envases de poliuretano expandido. Luego comercializar las mismas. Consultar con empresas que coordinan dicha operatoria.

Subespecies y razas

Tradicionalmente se consideran dos subespecies: O. cuniculus cuniculus (Linnaeus, 1758), extendido por toda la Península Ibérica, y O. cuniculus huxleyi, conocida también como O. cuniculus algirus (Haeckel, 1874), restringido a Galicia, Portugal, suroeste de España y norte de África. Ésta última subespecie es más primitiva, pequeña y menos robusta que la primera y se supone que su introducción en África se debe a la acción del hombre. Está protegida en las islas del Mediterráneo y Atlántico.7

Se considera que las razas domésticas descienden de la subespecie O. cuniculus cuniculus.

Debido a que en el siglo XIX se prohibieron las pieles de armiño, se impuso buscarles rápidamente un sustituto. Y este fue el conejo Polaco, que era tan pequeño como el conejo silvestre pero de color blanco inmaculado y ojos rojos (albino). Los primeros conejos enanos fueron obtenidos por los

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