¿El querer el bien de las personas conlleva al médico a ejecutar bien su rol y a cumplir con el correcto desarrollo de la medicina?

¿El querer el bien de las personas conlleva al médico a ejecutar bien su rol y a cumplir con el correcto desarrollo de la medicina?

Introducción

La benevolencia tiene un origen incierto, ya que en la biblia se encuentran varios ejemplos de esta en el antiguo testamento, más que todo en el pentateuco que son los libros de la ley donde se persuade a Israel de ser benevolente con su prójimo;  esto data de más o menos del año 1500 A.C. [1] También se encuentran referencias mitológicas como el dios de la Medicina a quien los griegos llamaban Asklepios (significa "incesantemente benévolo")  y los romanos Aesculapius (Esculapio), en lo que su destacada benevolencia para curar a los enfermos lo llevo a que lo veneraran en varios santuarios (asclepiones) estas antiguas culturas. [2]

Al enfocar la benevolencia en el acto médico esta se define como la virtud o la cualidad del carácter que prepara al médico para realizar actos benéficos; para hacer (facere) el bien (bene), primero el bien se debe querer (volere). Por tanto la benevolencia es aquello que dispone a realizar actos médicos según a lo que es éticamente correcto; esto quiere decir que querer el bien de un paciente es sentir empatía por este o atender sus necesidades. Los pacientes buscan en el médico una clase de ayuda específica y la benevolencia es la virtud de la que dispone el médico para proporcionar esta ayuda.

Entonces la ayuda médica que piden los pacientes y que los médicos aseguran, debe ser efectiva, pero su efectividad depende más allá de la competencia médica técnica. La virtud de la benevolencia predispone a los médicos a actos médicos personales de diagnóstico y pronóstico, esto se refiere a la constante voluntad del médico para realizar actividades terapéuticas y de diagnóstico para que de esta forma no se quede en la simple corrección desde el punto de vista mecánico; lo que quiere decir, que la benevolencia en vez de ser un simple adorno de las capacidades técnicas, es esta la que dispone al médico a efectuar los actos médicos fundamentales personal y técnicamente. Esta es la virtud médica esencial. [3]

Desarrollo

La palabra medicina viene del latín medicina derivado a su vez de mederi, que significa curar. La medicina es la ciencia de la salud aplicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano, que requiere un conocimiento técnico para mantener y recuperar la salud por medio de diagnósticos, tratamientos y prevención de enfermedades [4]. Pero no tan solo se requiere de estos conocimientos y estudios técnicos para ejercer la medicina, sino también se debe tener sensibilizado el carácter humano (caritativo, solidario y bondadoso) [5], por eso cada estudiante de medicina o todo aquel que va a ser profesional de la salud debe hacer el juramento hipocrático  públicamente, ya que es un acto de carácter ético para orientar la práctica de su oficio, y también para hacerse consciente de  su responsabilidad como ser humano. [6]

Tomando como base lo anterior,  se plantea la benevolencia como una virtud necesaria para ejercer de la debida manera, el rol como médico. Se sugiere esto ya que con el tiempo cuando se empiezan a imponerse obstáculos en la labor como médico, este tiende a olvidar su parte humana, y se concentra plenamente en sus conocimientos técnicos, que hacen que haya una incorrecta relación médico-paciente, y la frialdad y afán de los médicos contribuye a que se van volviendo médicos burócratas concentrados en solo cumplir las exigencias del trabajo, olvidando la verdadera esencia de su rol, en la que el mismo médico es la primera medicina que se prescribe a un paciente, esto quiere decir que cuando una persona va a consultar al médico, parte de su mejoría va a depender de la imagen del médico.

Pero, entonces ¿en la actualidad que es lo que dificulta, que un médico sea benevolente? Esta dificultad tiene su origen en las incorrectas bases que algunas instituciones emplean en sus estudiantes, haciéndoles creer que el verdadero sentido de la medicina es el mundo del dinero y las influencias. Pero no es solo esta instancia, puesto que a pesar de que  hay otras instituciones que si dan la correcta enseñanza, y al médico en si no se le dificulta ser benevolente por el mismo, sino que el obstáculo aquí va a ser las actuales leyes que ponen al médico en una incómoda situación al no poder aplicar lo aprendido, y además de esto, la actual cultura impersonal que se ha ido desarrollando con la generación de novedosa tecnología.

Dejando de lado los obstáculos, y  tomando aquellas tentaciones que impiden al médico desarrollar un carácter benevolente, se encuentra la codicia, la avaricia, el egoísmo y la inseguridad. Muchos médicos cuando terminan la carrera, su principal meta no es ayudar a las personas a recuperarse, sino a sacar provecho del mal de las personas para su propio bien, que no sería lo contrario a benevolencia, pero esto sí interrumpiría que la benevolencia fluya en la relación médico-paciente, porque quizás estos médicos aplican muy bien sus conocimientos técnicos, en la clínica y terapéutica, pero pueden terminar como en esos casos de que teniéndolo todo bien y bajo control, el paciente termina muriendo, porque no tuvo un trato como la persona que era, sino como un exigencia  en el trabajo para tomar su recompensa y enriquecerse.

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