Estrategias para el control del dengue
Enviado por luiserasmo • 18 de Septiembre de 2013 • Tutorial • 7.808 Palabras (32 Páginas) • 489 Visitas
INTRODUCCIÓN 5
CAPITULO I 6
EL DENGUE 6
HISTORIA 11
CAPITULO II 15
AEDES AEGYPTI 15
CICLO BIOLÓGICO 16
HÁBITAT: 17
TERRITORIO: 17
REPRODUCCIÓN: 17
CICLO DE VIDA: 18
ESTACIONALIDAD: 18
ALIMENTACIÓN: 18
COMPORTAMIENTO: 19
RELACIONES: 19
INFORMACIÓN TAXONÓMICA 20
CAPITULO III 21
ESTRATEGIAS PARA EL CONTROL DEL DENGUE 21
ESTRATEGIAS DE COMBATE AL AEDES AEGYPTI 23
EL PLAN CONTINENTAL 24
CONTROL DE EMERGENCIAS 31
CAPITULO IV 34
SITUACIÓN REGIONAL DEL DENGUE EN LAS AMÉRICAS Y EN PERÚ 34
SITUACIÓN DEL DENGUE EN PAÍSES DE LA REGIÓN 35
DENGUE EN EL PERÚ 40
BIBLIOGRAFÍA 43
ANEXOS 44
INTRODUCCIÓN
Por estos días la región Grau está en emergencia naranja por casos de dengue en nuestra región. Esta alerta supone acciones de prevención y erradicación del zancudo que causa esta infección. Los profesionales de la salud salen a las calles a hacer trabajo de prevención educando a la gente sobre las precauciones a tomar; se fumigan las calles, casa, universidades.
Pero ¿Por qué tanto alboroto? ¿No se exagera con las medidas que se toman? Por medio de nuestra monografía veremos que ningún esfuerzo sobra al momento de erradicar a este peligroso zancudo que transmite el dengue.
En nuestro trabajo se encontrar información sobre el dengue pero de manera sencilla porque no quisimos meternos en cuestiones etilógicas o entomológicas por la excesiva complejidad. Pero sí presentamos mucha información sobre el dengue, su historia, sobre el aedes aegypti, su erradicación, la situación del dengue en la región.
CAPITULO I
EL DENGUE
El dengue es una enfermedad infecciosa de causa viral, que se presenta habitualmente como un cuadro febril denominado Dengue clásico. Se caracteriza por un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días), con intenso malestar general, (cefalea, dolor retro ocular, dolor muscular y dolores articulares), acompañado de erupción cutánea. Puede presentar síntomas hemorrágicos de escasa intensidad, como petequias, epitaxis y sangramiento gingival. El tratamiento es de tipo sintomático y el paciente mejora completamente al cabo de aproximadamente 7 días. Esta forma de dengue es benigna y no produce muertes.
El 80% de las personas que se infectan con dengue serán asintomáticos, el 10% presenta fiebre indiferenciada y el 5% fiebre dengue con o sin manifestaciones hemorrágicas.
El dengue es un reto para la salud pública en el mundo. Más de 2 500 millones de personas —es decir, más de dos quintas partes de la población mundial— viven en zonas en riesgo de dengue y más de 100 países han informado de la presencia de esta enfermedad en su territorio. La Región de las Américas ha sido una de las más afectadas por el dengue y su forma más grave, el dengue hemorrágico.
Esta enfermedad, causada por el virus del dengue y transmitida por mosquitos del género Aedes, fue descrita por primera vez en 1780 por Benjamin Rush, en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos de América. Hasta el momento se han descrito cuatro serotipos de este virus que circulan principalmente en países del sudeste asiático, del Pacifico occidental y de América Latina y el Caribe, por lo que la enfermedad se considera tropical.
La primera epidemia conocida de dengue en territorio americano ocurrió en el siglo XVIII. A partir de entonces, esta enfermedad ha afectado a casi todos los países de la Región, aunque en la actualidad el mayor número de casos se concentra en América Latina y el Caribe.
Las particularidades del cuadro clínico, la gravedad de la enfermedad y la magnitud de las epidemias dependen de las características del vector, del virus y de la persona infectada (factores micro-determinantes). Influyen también el medio ambiente, el clima y el nivel sanitario, principalmente en las zonas urbanas, así como algunos factores sociales y económicos (factores macro-determinantes). El debilitamiento de los sistemas de salud pública debido a la privatización desmedida y la falta de programas sostenibles para el control del vector han llevado a que el dengue se convierta en una enfermedad endémica al sur del Río Bravo, a tal punto que en la actualidad los únicos países latinoamericanos donde el dengue no es endémico son Chile, Cuba y Uruguay.
El dengue hemorrágico se describió en el sudeste asiático en 1960 después de las epidemias de Manila, Filipinas, y Bangkok, Tailandia, aunque algunos estudios retrospectivos indican que la primera epidemia de esta forma grave de dengue ocurrió en Grecia en 1928, donde provocó gran mortandad. La primera gran epidemia de dengue hemorrágico en América ocurrió en Cuba en 1981, con miles de enfermos y 158 fallecidos. Aunque se logró controlar en poco más de cuatro meses —a un costo de más de 103 millones de dólares estadounidenses— y la Región no tuvo nuevas epidemias durante siete años, la circulación simultánea de varios serotipos en un mismo país ha perpetuado el riesgo, existente aún, de nuevas epidemias de esta forma grave de dengue.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han establecido cuatro elementos básicos o principios que son necesarios para controlar el dengue. Ellos son:
• la voluntad política de los gobiernos
• la coordinación intersectorial
• la participación activa de la comunidad
• el fortalecimiento de las leyes sanitarias nacionales.
La nueva generación de programas de prevención y control del dengue en América respalda estos principios, complementados con acciones encaminadas a lograr la adecuada vigilancia y el control de la transmisión con un enfoque ecosistémico. Esto significa que se sabe bien lo que hay que hacer; el reto consiste en hacerlo de forma integrada y sostenible. Sin embargo, en la gran mayoría de los países de la Región aún no se aplican a cabalidad estos principios y no se cuenta con programas de control preventivo, integrados y sustentables.
Las autoridades sanitarias nacionales deben reaccionar de inmediato ante el riesgo de epidemias de dengue, sin esperar a que ocurran muertes por dengue hemorrágico y antes de que se sienta la presión de la población y de los medios masivos de comunicación. La voluntad política debe manifestarse mediante campañas intensivas de control del vector, tanto preventivas como durante las epidemias, ya que son la única opción que tenemos en
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