Fructosa Y Saciedad
Enviado por yline • 9 de Febrero de 2012 • 3.324 Palabras (14 Páginas) • 632 Visitas
LA FRUCTOSA Y LA SACIEDAD
Resumen
Un papel para el incremento de la ingesta en la dieta de fructosa en general y de jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF), en particular en la actual epidemia de obesidad, se ha propuesto. Glucosa y Fructosa consumida tienen diferentes tasas de vaciamiento gástrico, son diferencialmente absorbidas en el tracto gastrointestinal, terminando en diferentes perfiles endocrinos, y tienen diferentes destinos metabólicos, proporcionando múltiples oportunidades para que los dos sacáridos afecten diferencialmente a la ingesta de alimentos. Las consecuencias de la fructosa y glucosa en la alimentación se han estudiado bajo una variedad de situaciones experimentales tanto en sistemas modelo y en el hombre. Los resultados han sido inconsistentes, y los hallazgos particulares parecen depender del tiempo de la administración de los sacáridos o de la ingestión en relación a la situación de la comida de prueba, si los sacáridos se administran como azúcares puros o como componentes de una precarga de la dieta, y el volumen total de la precarga. Estos factores más que las diferencias intrínsecas en la capacidad de los sacáridos para inducir saciedad parecen tener muchos de los efectos diferenciales en la ingesta de alimentos que han sido encontrados. A fin de cuentas, en el caso de la fructosa es menos saciante de la glucosa o (JMAF) son menos saciantes que la sacarosa no es convincente. J. Nutr. 139: 1253S-1256S, 2009.
Introducción
El papel de jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) en la actual epidemia de obesidad es incierto. El momento del aumento de la prevalencia de la obesidad coincide con el creciente uso de JMAF en la dieta y, especialmente en las bebidas gaseosas y con un total de aumento en el consumo diario de energía, lo que lleva a sugerir que este cambio en la dieta pueden estar contribuyendo a la epidemia de la obesidad (1 -3). Sin embargo, el JMAF ha sido sustituido principalmente por sacarosa, de tales bebidas, y el JMAF y la sacarosa no son sustancialmente diferentes en el contenido de monosacáridos (4). La mayor ingesta de bebidas endulzadas con JMAF podría resultar en la ingesta energética global mas alta debido a la pobre compensación por la ingesta de este sabroso liquido alto en energía. En apoyo de ese incremento, una evaluación directa de los efectos de la soda endulzada con JMAF en el consumo total de energía indicaron que la ingestión programada de JMAF dio como resultado el aumento de la energía total ingerida y el peso corporal durante el periodo de estudio de 3 semanas (5.) ingestión programado JMAF como resultado aumento de la energía total la ingesta y el peso corporal durante el período de estudio de 3 semanas (5).
Sin embargo, en este estudio, no estaba claro si se trataba de una función del mayor consumo de fructosa o, simplemente, un resultado de la ingestión de una cantidad relativamente alta de energía en bebidas azucaradas. El acceso a las soluciones de sacárido crónicas en general ha sido asociado con el incremento de la ingesta alimentaria y la ganancia de peso corporal en estudios de roedores. Kanarek y Orthen-Gambill (6) informaron que 50 d acceso a 32% de glucosa, sacarosa, o fructosa resulto en ingesta de exceso calórico, aumento de peso, y aumento la deposición de grasa en las ratas. Las ratas con acceso a la fructosa ganaron el mayor peso, y
Grupos con acceso tanto a sacarosa y a fructosa disminuyeron la capacidad para borrar una carga de glucosa al final del estudio. En un estudio más reciente, Jurgens et al. (7) demostró que los ratones con el acceso a una Solución de fructosa al 15% ganaron significativamente mas peso, y tenían porcentajes significativamente más altos de grasa corporal que ratones con acceso a una solución de sacarosa al 10% o agua endulzada con apártame. Las interpretaciones de estos datos más tarde se complican por las diferentes concentraciones de sacarosa y fructosa y la ausencia de una condición de glucosa solamente.
Diferentes consecuencias endocrinas de la fructosa en comparación con
Ingestión de glucosa
La ingestión de glucosa y fructosa puede dar lugar a muy diferentes estados metabólicos y endocrinos 8). Teff et al. (9) han proporcionado los datos más completos disponibles en perfiles de plasma de 24 h de una variedad de parámetros endocrinos tras las comidas de los cuales el 30% de la ingesta total de energía fue en forma de glucosa libre o fructosa libre. De acuerdo con los efectos conocidos de la glucosa y la
Fructosa sobre la secreción de insulina, la dieta alta en glucosa eleva los niveles de glucosa plasmática e insulina significativamente mas que la dieta alta en fructosa. El alto nivel de glucosa también dio lugar a una mayores niveles de leptina, que se mantuvieron durante la mayor parte del día, un hallazgo probablemente secundario a la diferencia de secreciones de glucosa y la insulina. El alto nivel de glucosa también dio lugar a una mayor disminución postprandial en los niveles plasmáticos de grelina. Este perfil general de elevaciones se redujo en señales de adiposidad de insulina y leptina y descensos menores de postprandial en el péptido orexigénicos
grelina se ha sugerido que tienen el potencial de provocar disminución de saciedad y el incremento de la ingesta de alimentos durante el consumo de fructosa a largo plazo.
Palatabilidad y preferencias a largo plazo
Aunque tanto la deposición de grasa y los datos de perfil endocrino sugieren la posibilidad de que la fructosa puede ser menos saciante que la glucosa o otros sacáridos, la cuestión es si la fructosa es en realidad mas consumida o es menos efectiva en la reducción de la ingesta de otras fuentes de energía alimentarias. Se han hecho comparaciones entre la ingestión de glucosa y fructosa en muchos niveles. En ratas, pruebas de acceso breve en que la influencia de saciedad son mínimas han demostrado un pequeño pero constante aumento de la frecuencia de ingestión de fructosa relativa a la glucosa que sugieren una mayor patabilidad o preferencias de fructosa (10). Tal hallazgo es consistente con resultados de las medidas de dulzura percibida de los azúcares que data de 1925 (11). Sin embargo, ya que las pruebas de ingestión compararon la ingesta total de soluciones de sacáridos proporcionan un perfil diferente. En las pruebas en las que las soluciones de sacárido siempre estaban disponibles, aunque tal disponibilidad tiende a producir mayor ganancia de peso total, las ratas consumen más glucosa, maltosa y sacarosa en relación con la fructosa, lo que sugiere que factores distintos de dulzura relativa o palatabilidad en última instancia fueron controlando la ingesta (12).
Fructosa y glucosa, saciador potencial: diferencias gastrointestinales
Efectos a corto plazo de la
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