PROCESO BIOQUÍMICO DE LA SEXUALIDAD.

INTRODUCCIÓN

A continuación observaremos como la bioquímica se relaciona en el ser humano de una manera muy peculiar ya que en el cerebro se encuentra activo simulando las diversas sensaciones de placer que se lleva al realizar cualquier actividad cotidiana.

Desde el punto de vista de la biología, algunas sustancias que genera el cuerpo durante el placer son:

• dopamina

• endorfinas

• oxitocina

• serotonina

En ocasiones, la persona puede haberse acostumbrado a este tipo de sustancias generadas de forma natural. El cerebro ha creado enlaces neuronales que provocan en la persona una pauta en el impacto de la sensación placentera (por esta razón, las sensaciones placenteras son más impactantes cuando son novedosas: el cerebro aún no las ha procesado). En consecuencia, el objetivo perseguido no se satisface, generando frustración y/o deseo, justo el efecto contrario al buscado. La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.

PROCESO BIOQUÍMICO DE LA SEXUALIDAD.

La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro.

El placer se ha llegado definir como un sentimiento positivo, agradable, el cual se manifiesta en el individuó consciente de manera natural cuando satisface plenamente alguna de sus necesidades; como por ejemplo al beber cuando se tiene sed; comer cuando se está hambriento; dormir cuando estamos cansados; sexo para la libido; diversión para el aburrimiento; y conocimientos o cultura para la ignorancia, la curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades.

En algunas ocasiones el abuso reiterado de los placeres puede alienar, exclusivizar y mecanizar la conciencia humana, en ocasiones puede causar síndromes de adicción los cuales causan diversos trastornos compulsivos de la conducta, las adicciones (la drogodependencia, el alcoholismo, el tabaquismo) o la ingesta compulsiva de alimentos.

Algunas sustancias responsables del placer podrían ser la dopamina, endorfinas, oxitócina y serotonina, entre otras.

Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma.

Puede ser que en ocasiones el individuo se acostumbre a estas sustancias segregadas de forma natural. Esto es debido a que el cerebro ha creado enlaces neuronales que provocan en el individuo una disminución en el impacto de la sensación placentera, por esta razón, las sensaciones placenteras son más impactantes cuando son novedosas: el cerebro aún no las ha procesado. En este caso, el objetivo perseguido no se satisface, lo que provoca frustración, justo el efecto contrario al buscado.

A continuación se mencionaran algunas hormonas las cuales son causantes de diversos placeres o sentimientos que el ser lleva a cabo a lo largo de su vida desde que nace hasta su periodo final:

Dopamina

Como ya se sabe la dopamina es aquella hormona que participa principalmente causando en experiencias biológicas tales como la alimentación, el sexo y algunas drogas.

La dopamina actúa de la siguiente manera: cuando el individuo lleva a cabo cualquier actividad (como comer tu alimento favorito, tener sexo, escuchar tu canción preferida) y esta le causa placer y sacia algún deseo, esta hormona se activa y esto hace que de la señal de que se está llevando a cabo la acción de la satisfacción llamada placer. La descarga de ésta actúa como señal de que la actividad que la desencadenó promueve la supervivencia y la reproducción, directa o indirectamente, y el grupo celular que la produce se llama el sistema del placer. Cuando este sistema se activa, el cerebro hace un récord de la experiencia y almacena esta memoria para procurarla de nuevo.

Con las drogas ocurre algo un poco distinto ya que esto es causado por una alteración provocada por un químico ingerido el cual altera tus hormonas y no es de manera biológica, a continuación se presentara en otras palabras como es que las drogas actúan y alteran el sistema.

Cuando este sistema se activa, el cerebro hace un récord de la experiencia y almacena esta memoria para procurarla de nuevo. En la persona adicta, el uso repetido de las drogas disminuye la capacidad natural de producir dopamina dentro del sistema de recompensa, mientras que el deseo persiste, y la droga se convierte en la única manera de satisfacerlo. Para logarlo, los adictos requerirán constantemente dosis mayores de sustancias y medios de envío más rápidos para que éstas lleguen al cerebro. Aun así, a veces, las mismas no proporcionan el mismo nivel de placer que en los inicios de su consumo provocaban.

Endorfina

La endorfina es una hormona responsable de las sensaciones de bienestar, ganas de vivir, placer entre otras. Estas son moléculas producidas normalmente por nuestro propio organismo en el sistema nervioso central. Cuando la secreción de esas sustancias se registra en cantidad elevada, entonces aquella placentera sensación puede elevarse hasta niveles insospechados.

Su secreción se favorece por un estado mental relajado y receptivo, mientras que disminuye en estado de estrés. El ejercicio físico intensivo y sostenido produce un gran número de endorfinas, propiciando analgesia, inhibición del dolor, sedación, sensaciones similares a las que genera la morfina. Al igual que el sexo, el deporte constante puede darle el mismo nivel de satisfacción y tranquilidad.

Las endorfinas inhiben las señales nerviosas que transmiten el dolor, a nivel emocional, producen incentivación de sensaciones de placer, alegría y hasta euforia. También modifican la percepción de pasadas depresiones, tristezas y disminuyen la ansiedad. Las endorfinas no solamente son necesarias para sobrevivir, si no para la obtención del máximo bienestar.

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