Teoria de la argumentación
Enviado por dranail • 18 de Junio de 2023 • Ensayo • 1.564 Palabras (7 Páginas) • 53 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”[pic 1]
PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS SUB PROGRAMA DE DERECHO
BARINAS ESTADO BARINAS
GENERALIDADES DE
LA ARGUMENTACIÓN
Sandra Nailth Rivas La Cruz
C.I: V-12.203.366
Derecho SP-02
Modalidad: Semi presencial
Prof. Yaneth Márquez.
Barinas, Mayo 2023
La teoría de la argumentación es un campo de estudio interdisciplinario que se ocupa del análisis y la evaluación de los argumentos y la argumentación. Su objetivo principal es desarrollar un marco teórico para el análisis crítico y la evaluación de los argumentos y para estudiar cómo las personas utilizan los argumentos para persuadir, influir o convencer a otros. La teoría de la argumentación combina elementos de la filosofía, la lógica, la retórica, la psicología y la sociología, entre otros campos. En esta disciplina, se analizan los diferentes tipos de argumentos, los errores comunes en la argumentación, la estructura lógica de los argumentos y la forma en que se desarrollan los debates y discusiones. La teoría de la argumentación es también importante en el ámbito jurídico, ya que se utiliza para evaluar los argumentos presentados en los tribunales y en la elaboración de argumentos legales. En este sentido, se deben tener presente algunas nociones básicas de la teoría de la argumentación:
1. Argumento: Un conjunto de afirmaciones en las que una o varias de ellas (las premisas) suministran razones para aceptar otra afirmación (la conclusión).
2. Falacia: Un razonamiento que aparentemente es convincente, pero que en realidad no lo es debido a un error en las premisas o la evidencia.
3. Criterios de evaluación: Los diferentes estándares utilizados para evaluar la calidad de un argumento, como la coherencia, la relevancia, la suficiencia y la claridad.
4. Estrategias argumentativas: Las diferentes técnicas utilizadas para persuadir a alguien, como la apelación a la autoridad, la emoción o la evidencia empírica.
5. Contexto: El ambiente o situación en el que se produce un argumento, lo cual puede afectar su calidad o importancia.
Estas nociones básicas se pueden aplicar a diversos ámbitos, como el derecho, la política, la publicidad y la educación. En otro orden de ideas, pero continuando con el tema en desarrollo, no topamos con un término muy importante dentro de la argumentación, las falacias que son errores comunes en el razonamiento o argumentación que pueden ser engañosos y persuasivos pero que no tienen una base sólida en la lógica o en los hechos, algunas formas comunes de falacias incluyen:
1. La falacia ad hominem: ataca a la persona que argumenta en lugar de abordar el argumento en sí mismo.
2. La falacia del hombre de paja: distorsiona el argumento del oponente para que sea más fácil de refutar.
3. La falacia del falso dilema: presenta dos opciones reduccionistas como las únicas posibilidades, ignorando otras posibilidades o matices.
4. La falacia del alegato especial: argumentar que una regla no se aplica a uno en particular sin una buena razón.
5. La falacia de la duda ignorante: argumentar que algo es verdadero simplemente porque no se ha demostrado que es falso, o que es falso porque no se ha demostrado que es verdadero.
Estos son solo algunos ejemplos de las muchas formas de falacias que se pueden encontrar, pero es importante estar atento y reconocerlos para evitar ser engañado o persuadido por un razonamiento defectuoso.
Cabe considerar en este trabajo, la principal diferencia entre un paralogismo y un sofisma, es que el paralogismo es un error involuntario en el razonamiento o argumentación, mientras que el sofisma es un argumento falso o engañoso que puede parecer correcto. En otras palabras, un paralogismo es un error por falta de conocimiento o malentendido, mientras que un sofisma es un intento intencional de engañar o persuadir mediante un argumento falso o engañoso. Ambos son formas de falacias, pero se distinguen por la intencionalidad del engaño o error. Dentro de este orden de ideas, no encontramos con la Paradoja, que es un término que se refiere a una situación en la que dos ideas o hechos parecen ser contradictorios o incompatibles, pero que sin embargo coexisten o son verdaderos al mismo tiempo. Puede ser utilizado en una amplia variedad de contextos, como en la filosofía, la literatura, la ciencia y en la vida cotidiana. Ejemplos famosos de paradojas incluyen la "paradoja del mentiroso", en la que una persona hace una afirmación falsa como "esta frase es falsa", y la "paradoja de la elección", en la que tener demasiadas opciones puede hacer que sea más difícil tomar una decisión. En relación al tema desarrollado, podemos decir que no todo razonamiento incorrecto puede ser considerado una falacia porque para que un razonamiento sea una falacia, debe contener un error específico en la lógica o en los hechos que lo hace engañoso o persuasivo pero no válido. Por ejemplo, un razonamiento incorrecto que se basa en información incorrecta o incompleta podría ser simplemente un error o una equivocación, pero no necesariamente una falacia si no se utiliza de manera engañosa o persuasiva. Por lo tanto, la clave para determinar si un razonamiento incorrecto es una falacia o simplemente un error radica en si hay un intento intencional de engañar o persuadir mediante el uso de información engañosa o una lógica defectuosa. Un razonamiento incorrecto puede ser simplemente un error o equivocación y no necesariamente una falacia. Para que un razonamiento sea considerado una falacia, es necesario que sea intencionalmente engañoso o persuasivo, pero no válido debido a un error específico en la lógica o los hechos. En este sentido se determina, que el estudio de las falacias es importante ya que permite a las personas identificar argumentos engañosos o persuasivos que no tienen una base sólida en la lógica o en los hechos. Al comprender las diferentes formas en que los argumentos pueden ser incorrectos o engañosos, las personas pueden hacer razonamientos más precisos y efectivos. Además, estar familiarizado con las falacias comunes también ayuda a las personas a evitar ser persuadidos por una argumentación falsa o engañosa en diferentes contextos, como la publicidad, la política, los debates legales o filosóficos, y otros. En resumen, el estudio de las falacias ayuda a las personas a ser críticas y reflexivas en sus propios procesos de razonamiento, así como a evaluar con mayor precisión los argumentos de los demás. Adicional a lo estudiado anteriormente, nos encontramos con la principal diferencia entre las falacias formales y las falacias no formales, es que las falacias formales tienen un error en la estructura lógica del argumento, mientras que las falacias no formales tienen un error en el contenido del argumento. Las falacias formales se refieren a errores en la deducción lógica, como la falacia de discriminación, mientras que las falacias no formales son errores en el contenido del argumento, como la falacia ad hominem. Es importante conocer y comprender ambas para poder identificar y evitar errores en el razonamiento y la argumentación. Por lo antes expuesto, podemos da una breve definición de las falacias jurídicas son argumentaciones o razonamientos engañosos o incorrectos que se utilizan en el ámbito del derecho para persuadir o influir de manera inapropiada en la toma de decisiones judiciales o en la opinión pública. Estas falacias se pueden clasificar en dos categorías: falacias formales y falacias no formales, tal y como se mencionó anteriormente. Ejemplos de falacias jurídicas son la falacia de la petición de principio, que asume como verdadero lo que se está tratando de probar, o la falacia emocional, que se apela a las emociones del receptor para persuadir en lugar de a la razón o a las pruebas. Es importante identificar y evitar las falacias jurídicas para mantener un sistema de justicia justo y basado en la información fiable y correcta.
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