Resumen de sujeto de la educación
Enviado por Yulianacapurro • 5 de Noviembre de 2024 • Resumen • 5.063 Palabras (21 Páginas) • 21 Visitas
Clase 1
El sujeto de la educación es el individuo que va a ser educado. Un niño, un adolescente, no es un ente natural sino que es un sujeto producido socialmente en unas determinadas coordenadas sociohistóricas. El sujeto de la educación es estudiado por profesionales de la educación, (psicólogos, pedagogos y otros) estos profesionales buscan comprender la complejidad de la constitución subjetiva del sujeto en el contexto educativo, considerando las interacciones, relaciones y circunstancias que influyen en su desarrollo. El sujeto de la educación es considerado un producto de lo colectivo debido a que surge de una combinación de distintos elementos, como maestros, estudiantes, conocimientos y prácticas. Su constitución subjetiva está determinada por las interacciones y contextos en los que se desenvuelve, lo que implica que no hay un sujeto preexistente. La constitución subjetiva no es previsible porque está determinada por una multiplicidad de factores, interacciones y contextos que son inherentemente impredecibles. Decimos que hay un sujeto de y en las situaciones educativas para resaltar que la subjetividad de un individuo se construye tanto en el contexto de la educación como a través de las interacciones y experiencias que se viven en dicho contexto. Esta afirmación destaca que el sujeto no solo es afectado por las situaciones educativas en las que participa, sino que también es un agente activo que contribuye a la configuración de esas mismas situaciones. Podemos definir al sujeto de/en la educación como un sistema complejo. Esto significa que estamos frente a un objeto caracterizado por fenómenos que están determinados por procesos donde entran en interacción elementos que pertenecen al dominio de distintas disciplinas. Se afirma que los sujetos son productos históricos porque están influenciados por el contexto sociohistórico en el que se desarrollan, y su constitución subjetiva se ve moldeada por las condiciones y prácticas de la época en la que viven. La interacción con la familia y las experiencias vividas en este contexto contribuyen de manera significativa a la construcción de la identidad y las características subjetivas del individuo.
Clase 2:
Un apunte breve sobre las funciones que la infancia juega hoy:
- Las familias todavía consideran que tener hijos es importante para asegurar su futuro, tanto a nivel global como personal. Existe la idea de que los hijos cuidarán de los padres en la vejez, a pesar de las dificultades derivadas de la longevidad y las situaciones de dependencia. Algunas tensiones entre padres e hijos provienen de esta concepción del papel de los hijos.
- Cada vez más personas tienen hijos como una solución a la soledad, en un contexto de mayor aislamiento y dificultad para enfrentarla. No depender de una pareja hace posible formar lazos familiares contra la soledad, aunque a veces se perciba como una especie de "remedio farmacológico" en la sociedad actual.
- Tener hijos es considerado una norma social que da sentido de pertenencia a la familia, aunque las nuevas estructuras familiares ya no se centran exclusivamente en la crianza de hijos. La presencia de hijos se ve como un reforzamiento de la normalidad familiar, independientemente de los verdaderos deseos de los progenitores.
- En la actualidad, tener hijos se ha convertido en una moda estética y consumista, donde los niños son vistos como objetos que forman parte del entorno familiar. Se busca proyectar una imagen socialmente aceptada a través de los hijos, sin tomar en cuenta sus necesidades y derechos como individuos.
- Algunas familias deciden tener hijos como resultado de un deseo compartido y consciente de formar una vida en común. La presencia de un hijo se percibe como un proyecto que enriquece la vida familiar y modifica el futuro de manera positiva, reconociendo la autonomía del menor y su capacidad de influir en la vida adulta de los padres.
- En ciertos hogares, la relación con la infancia se basa en la solidaridad y el altruismo, entendiendo que ser padre implica estar presente y proporcionar todo lo necesario para que el niño crezca de manera saludable y autónoma. Se valora el dar sin esperar recibir a cambio, sabiendo que el tiempo y esfuerzo dedicados a los hijos serán recompensados.
- Existen concepciones de la paternidad y maternidad que se basan en la preocupación y solidaridad hacia los niños en situaciones de vulnerabilidad extrema, donde ser padres se convierte en una forma de servir y ayudar a quienes más lo necesitan.
Una definición frágil
La infancia es una realidad frágil en nuestra sociedad, donde a menudo se cuestiona si se le otorga la atención y preocupación adecuadas. A pesar de avances en psicología y educación, la infancia puede ser relegada a un segundo plano. Las transformaciones económicas y sociales han ampliado las etapas educativas, como la adolescencia, antes reservada a unos pocos. Existe una tendencia a ver a la infancia como un estado definido por los adultos, con una visión evolutiva y ontogenética. Es crucial considerar a los niños y niñas como sujetos autónomos que ejercen activamente sus derechos, integrando tres aspectos complementarios para una concepción colectiva más sólida.
Son el producto de las oportunidades
La infancia se define como un proceso de construcción progresiva basado en las experiencias vividas y las oportunidades brindadas por las personas adultas que rodean al niño. Su desarrollo está influenciado por estímulos, satisfacciones, y adaptaciones, así como por la interacción con su entorno. Es fundamental garantizarles un tiempo para ser niños y reconocer que son en gran medida producto de nuestra influencia. Esto implica el derecho a la educación y la responsabilidad de cuidar de ellos. La historia de una madre que lucha por la escolarización compartida de su hija discapacitada ilustra la importancia de defender los derechos de los niños a vivir en entornos normalizados, donde la apuesta de las personas adultas por ellos juega un papel crucial en su desarrollo.
No son menores a la espera de ser mayores
La infancia no debe ser vista como una etapa de espera para la adultez, los niños y niñas son sujetos en sí mismos, con capacidades y características propias en cada etapa de su desarrollo. Es importante no condicionar nuestra visión de ellos a un estado futuro idealizado de ser adultos. La Convención de los Derechos de la Infancia establece que todos los seres humanos menores de dieciocho años tienen derechos y responsabilidades, cambiando la concepción jurídica previa basada en la minoría de edad.
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