Canto I Divina Comedia

Dante de Alighiero nació en Florencia el 18 de mayo de 1265

A la edad de 9 años su vida es marcada por la presencia de Beatriz Portinari, sintió por ella una gran ternura y ya en la adolescencia se convertiría en un apasionado amor. Dante escribió en honor a Beatriz dos de sus obras más conocidas “La vita nuova” y “La divina comedia” La divina comedia fue escrita aproximadamente en el año 1304. La Divina Comedia está organizada en tres partes, denominadas genéricamente cánticas, cuyos respectivos títulos son: “Infierno”, “Purgatorio” y “Paraíso”.

Cada cántica está dividida en treinta y tres cantos. Al “Infierno” le agregó un canto más que sirve de introducción a toda la obra. El total de cantos es de cien.

Los cantos están compuestos en tercetos, estrofas de tres versos.

Dante atribuía una significación misteriosa a ciertas cifras. Su obra se apoya sobre tres números esenciales: la unidad, el tres, símbolo de la Trinidad (padre, hijo y espíritu santo) y el cien, número perfecto. La simbología del título de la obra es “Divina” por su contenido religioso y “comedia” porque tiene un final feliz. Esta obra tiene diferentes finalidades, se dice que tiene una finalidad expresiva porque el poeta manifiesta sus mas profundos sentimientos. Finalidad moral y pedagógica porque quiere acercar al hombre a Dios. Y una finalidad apoteótica que es homenajear a Beatriz.

Las estrofas son tercetos y cada rima es repetida tres veces.

Al ser ésta la estructura formal de la Divina Comedia, podemos deducir claramente que se trata de una obra perteneciente al épico-lírico, porque se mezclan características del género lírico, y del género narrativo: ya que se escribe en prosa, tiene una rima y una métrica definidas, pero también podemos ver que en realidad se está narrando algo, se narra un viaje que el poeta imaginó cumplir a través de tres reinos

Además, podemos apreciar que el lenguaje utilizado en la Divina Comedia, está cargado de una fuerte simbología.

Canto I

El primer canto de La Divina Comedia actúa como una introducción a la obra en la medida en que allí se anuncia el recorrido de Dante a través de los tres reinos. En el primer canto el poeta nos dice que a mitad de su vida se encontró perdido en una selva oscura. Lo que quiere decir es que cuando iba acabando su juventud se dio cuenta que de alguna manera se había extraviado del correcto camino. Esta selva es oscura y pavorosa., dice el poeta que la muerte no es lo tanto como era de tenebrosa aquella selva. En esa selva tenebrosa es donde inicia su viaje por el infierno luego por el purgatorio para acabar en el paraíso. La selva es pues una alegoría de su vida, de su estado de temor, de sentirse alejado de las cosas buenas.

Esta selva representa el estado de pecado del alma humana, El personaje, que es el propio autor, dice que se extravió del “camino recto”, es decir, del bien, porque se encontró adormecido. Esto es una metáfora, quiere decir, que se adormeció su alma, que se apartó del Bien, de Dios. Por otro lado, Dante entendía que el hombre cuando cae en el pecado lo hace poco a poco, inconscientemente.

Seguidamente, califica a esa selva con tres adjetivos: salvaje, áspera y espesa. El poeta sigue utilizando metáforas; la selva o el pecado, es salvaje pues, allí predomina la ley del instinto; es áspera, porque el pecado proporciona placer, pero también provoca dolor; y además, es espesa porque caer en el pecado es fácil pero lo difícil es encontrar el camino de salida, o sea, abandonar el pecado.

El autor emplea la primera persona, y expresa que no sabe cómo fue a dar en esa selva, pues estaba como adormecido. Dante maneja la teoría de que, el hombre cae en el pecado inconscientemente. Se adormeció su alma, quedó sin la luz de la razón, se apartó de Dios, del bien, y quedó a oscuras, pues cayó en el Mal

Sin embargo revela que allí encontró un “bien” que sería el alma del poeta Virgilio, a quien tendrá como guía y maestro.

Al llegar al pie de un monte Dante ve la luz del Sol, y la luz aquí representa el bien, es el amor

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