O.R. GURNEY: los Hititas
Enviado por damian00 • 10 de Enero de 2019 • Resumen • 3.152 Palabras (13 Páginas) • 505 Visitas
O.R. GURNEY: los Hititas
El libro escrito por O.R. Gurney habla de la civilización hitita que pasó de ser un pequeño reino a un gran imperio y pudiéndose considerar una de las grandes civilizaciones de la Antigüedad.
El libro esta dividido en nueve capítulos:
El primer El perfil de la historia donde se habla de la historia de los hititas desde el viejo reino hasta la caída del imperio y los neohititas. según el Rescripto de Telepinu, la fuente hitita más antigua, una serie de reyes gobernaron entre los siglos XVII-XVI aC., en los territorios hititas. Los tres primeros, Labarna I, Hatussil I y Mursil I, se convirtieron en los grandes conquistadores de territorios de la Península Anatolia, hasta conseguir unir bajo los designios de un mismo rey el Mar Negro y el Mar Mediterráneo. Pero tras las conquistas se sucedieron los problemas internos, el acceso al poder se convirtió en un continuado baño de sangre entre los candidatos de extrañas líneas sucesorias. No sería hasta el final de este primer periodo, cuando el rey Telepinu I, que aproximadamente gobernó entre los años 1525-1500 aC, puso un poco de orden en la política interior del Imperio hitita.Pese a poner las bases de un imperio fuerte, tras la muerte de Telepinu I se sucedieron una serie de reyes de escasa relevancia. Además, coincidió con un periodo de esplendor de sus rivales geográficos, Egipto bajo el reinado de Thutmosis III, y un consolidado reino de los Mitanni, que ejercía de tapón entre los dos grandes imperios de la zona, egipcios e hititas. Por lo tanto, era necesario esperar la llegada de un rey más poderoso para continuar la senda conquistadora. Tudhaliya fue el primero de esta lista de reyes del Imperio Nuevo, entre sus logros, estuvo la conquista de la ciudad siria de Alepo.En torno al año 1380 aC., llega al poder el rey que llevará al Imperio hitita a las más altas cota de poder. Suppiluliuma I, que gobernará los destinos del imperio cerca de medio siglo. Los primeros años de su reinado los dedicó a reprimir las revueltas internas y a preparar sus expediciones de conquista. Los enemigos de los hititas fueron sus dos vecinos, Mitanni y Egipto, además la unión de ambos, aumentaba su fuerza. Por lo que Suppiluliuma I decidió aprovechar la ventaja que suponía, que el obsesionado religioso de Amenofis IV reinara en Egipto, para así, atacar las posiciones que Mitanni tenía en los territorios de Siria. Las primeras campañas favorecieron rápidamente a los hititas con los nuevos ejércitos mezcla de caballería y los rápidos aurigas tiradas por dos caballos. Pronto conquistaron de nuevo Alepo y Kadesh, un auténtico nudo de comunicaciones clave en el control del mediterráneo oriental. Pero lo difícil fue mantener las posiciones los siguientes años, las continuas coaliciones entre locales y mitanios llevó a los hititas a redoblar esfuerzos para mantener la zona. Aunque incluso consiguieron aumentarla durante la segunda campaña, llegando hasta Damasco y poniendo en grave peligro los accesos por tierra a los puertos de Biblos y Ugarit en manos egipcias. Aproximadamente un siglo, les duraron a los hititas los territorios conquistados, pese a los grandes enemigos a los que se tuvo que enfrentar. Durante este periodo se produjo una de las batallas más célebres de la historia antigua. En el año 1274 aC., se enfrentaron en Kadesh los ejércitos de Ramsés II y los de Muwattali, 40.000 hititas con 3.700 carros de guerra frente a los 16.000 egipcios con 2.000 carros.
De los últimos reyes del siglo XIII aC., conocemos poco más que sus nombres, el último curiosamente tenía el mismo que el rey más grande de historia de este pueblo; Si Suppiluliuma II intentó imitar a su remoto antecesor, sucumbió en el intento. En frente de los hititas grandes reyes asirios. Pero aun así podemos decir que su final vino de la mano de uno de los misterios de la historia antigua, sobre el año 1.200 aC., con la llegada de los denominados pueblos del mar.
También mencionar la posible influencia que podrían haber tenido los hititas con los troyanos.
El segundo capitulo es el estado y sociedad hitita. Empezaremos a hablar de la figura más importante de la civilización hitita: el rey, al principio este debía se nombrado por los nobles, lo cual siempre creaba conflicto hasta que fue regulada por Telepinus que entonces el sucesor debía ser descendiente o si no el pariente más cercano. Los reyes del viejo reino se llamaban “Gran Rey Tabarnas” y traduce la pretensiones del rey de figurar como gran potencia, en el imperio pasa a llamarse por un título traducido: “Mi Sol”.El rey era el máximo general del ejercito, la suprema autoridad judicial y el sumo sacerdote.
La reina era un caso particular, heredaba su titilo cuando la madre del rey moría mientras tanto era “la esposa del rey”. Se diría que las reinas tenían un carácter fuerte y poco amigable, la viuda de Suppiluliumas causó tantos problemas que Mursilis II tuvo que echarla de palacio.
La sociedad hitita se caracterizaba por una gran mezcla racial y cultural. En esta compleja amalgama social, los llamados hombres libres constituían la clase media, formada por guerreros, colonos, artesanos y campesinos. La clase inferior de la sociedad hitita estaba formada por los esclavos, procedentes en su mayoría de los prisioneros de guerra, que recibían un trato humano muy superior al que se acostumbraba en otras civilizaciones de Oriente.
El gobierno civil era mayoritariamente parroquial, cada ciudad tenía su propio consejo de ancianos y se ocupaban de la administración local. Solo los grandes centros religiosos estaban regidos de forma distinta, eran los sumos sacerdotes los que se encargaban de la administración política y religiosa. Las territorios conquistados se daban a generales que al estar difícilmente comunicados con la capital tenían un carácter mas independiente, que actuaban como sustitutos del rey y tenian que hacer juramentos de lealtad al emperador , es decir, eran reinos vasallos.
En el tercer capítulo hablaremos de la vida y economía, La economía hitita se basaba en la agricultura. Los principales cultivos eran el trigo y la cebada, y los animales fundamentales el ganado vacuno y las ovejas. Los hititas también tenían reservas de minerales ricos, tales como el cobre, el plomo, la plata y el hierro.
En el capitulo cuarto nos centraremos en las leyes e instituciones hititas. La ley hitita era un organismo en necesidades cambiantes, y las diferentes fases del código representan probablemente, fases sucesivas de su desarrollo. En Hattusas se encontraron tabillas que pertenecían a dos series distintas, que constituyen unas doscientas leyes, que podían variar un poco dependiendo del lugar.
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