Relación Entre El Proyecto De Trabajo Docente Y La Planeación Observada
Enviado por JavierAlcaraz • 17 de Abril de 2015 • 2.163 Palabras (9 Páginas) • 455 Visitas
Introducción
Toda situación de enseñanza está condicionada por la inmediatez y la imprevisibilidad, por lo que la planificación permite: por un lado, reducir el nivel de incertidumbre y, por otro, anticipar lo que sucederá en el desarrollo de la clase, otorgando rigurosidad y coherencia a la tarea pedagógica en el marco de un programa.
Habitualmente, la planificación funciona como una exigencia formal. En este sentido se la reduce a un mero instrumento burocrático, y se la despoja de su función primordial, que es la de guía organizadora y estructuradora de la práctica.
El buen desempeño de un maestro no depende sólo de sus cualidades como: vocación, manejo de grupo, conocimiento de los contenidos curriculares. Es necesario, además, que articule su práctica docente a una planeación fundamentada a partir del análisis y reflexión pedagógica.
Concepto de planeación
Para poder realizar una comparación entre las características que deben llevar los trabajos docentes y la planeación observada, consideramos tomar como base el texto “La planeación didáctica” escrita por Miguel Monroy Farías la cual, menciona que planear siempre es una expresión particular de una teoría e implica elementos éticos, políticos, científicos y tecnológicos; de igual forma, nos menciona otro concepto de planeación expuesto por Díaz Barriga: “la planeación busca prever diversos futuros en relación con los procesos educativos: especifica fines, objetivos y metas, permite la definición de acciones y, a partir de éstas, determina los recursos y estrategias más apropiadas para lograr realizaciones favorables”.
Tipos de planeación
Una vez mencionado lo que para algunos autores significa la planeación, debemos destacar que existen dos tipos de planeación:
a) La planeación cerrada
Se concibe como una planeación burocrática e institucional porque se espera que de manera mecánica se aplique en secuencias inalterables. Generalmente son programas oficiales para aplicarlos año tras año. Es una planeación que ignora las necesidades sociales amplias y las de escuela, así como las propias características de los alumnos además, surgen antes de conocer a los alumnos, incluso degrada la planeación docente porque considera que sus funciones se reducen al afán y esmero de aplicar lo que otros prescriben. En este tipo de planeación, los profesores parten de objetivos de enseñanza y de aprendizajes muy específicos y postulan el ejercicio de control estricto de las decisiones y acciones que se presentan en el aula, en función de que existe un cuerpo de conocimientos inalterables que hay que enseñar y aprender (Monroy, 1998)
b) La planeación flexible
Cuando la planeación es flexible se entiende como una programación creciente y progresiva. Existe la confianza en que el docente enriquecerá y aportará decisiones y acciones inteligentes para mejorar lo preinscrito debido a los datos que se desprenden de la situación educativa, por ejemplo, la procedencia social, económica y cultural de los estudiantes, sus necesidades, sugerencias y expectativas de los que esperan de la escuela. Es una planeación progresiva porque considera que las necesidades de los estudiantes para otorgar apoyo, porque permite reconstruir la enseñanza y el aprendizaje en cada sesión.
Componentes de la planeación
Para poder realizar una comparación adecuada, debemos mencionar lo que para Monroy son los componentes que debe llevar una planeación:
a) Los propósitos, las intenciones o los objetivos.
Planear los propósitos de los procesos educativos implica el reto de conciliar e integrar, por una parte, las demandas nacionales, institucionales y los objetivos de aprendizaje de la unidad y por otra, las necesidades de los alumnos y de los mismos profesores.
b) Los contenidos.
Los contenidos educativos son fruto de lo que la sociedad, a través de la experiencia y la investigación ha acumulado de manera histórica. La habilidad docente se manifiesta cuando se realiza un programa para que los contenidos se enseñen de manera coherente, cuando se buscan relaciones con otros contenidos o cuando se prefiere una secuencia pertinente, pero como indica Álvarez, González y Soler (2002), considerando siempre una programación flexible para tener una pronta adaptación a la diversidad del aprendizaje de los estudiantes.
c) La situación de la enseñanza y el aprendizaje.
Una vez que se sabe cuál es el sentido, las intenciones o los objetivos educativos, y después de haber elegido los contenidos más pertinentes para hacer posible la misión formativa e instruccional, es necesario pensar en las actuaciones que tendrán los actores educativos en las situaciones de enseñanza y de aprendizaje hacer posible la conquista de los objetivos establecidos.
La situación de la enseñanza y del aprendizaje se refiere a la labor del docente para permitir que los alumnos participen de manera activa y reflexiva en actividades educativas positivas, significativas y coherentes en las prácticas relevantes de su cultura, con la idea de preparar a los estudiantes para la vida, para la participación responsable en la sociedad y para el ejercicio profesional competente (Díaz Barriga, F. y Hernández, G., 2006)
d) La evaluación del aprendizaje.
Una vez que con base en un modelo educativo se han elegido los objetivos, los contenidos de conocimiento, los comportamientos de los participantes, las actividades de enseñanza y de los medios didácticos para la situación educativa, es necesario pensar cómo se evaluará el aprendizaje. La evaluación es un proceso sistemático, dialógico y reflexivo. La evaluación es reflexionar para mejorar las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje, es decir, las relaciones entre el profesor y los estudiantes (Rosales, 1990; Santos, 1991)
Funciones y tipos de evaluación:
• Evaluación diagnóstica o inicial: ocurre al inicio de las actividades o se aplica de manera puntual cuando surge un nuevo concepto o tema durante el proceso educativo y permite indagar el nivel de organización de los aprendizajes con que se presentan los alumnos para integrar y enriquecer sus conocimientos con los nuevos contenidos.
• Evaluación formativa: implica recoger información para analizar cómo se va avanzando, que tipo de interacción se fomenta entre profesores y estudiantes, que cambiar, qué apoyar o qué mantener. Este tipo de evaluación permite reflexionar si en los procesos educativos las actividades, estrategias, métodos y medios pedagógicos empleados permiten la construcción del aprendizaje.
• Evaluación sumativa, final o acumulativa: en
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