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SER DOCENTE EN PREESCOLAR


Enviado por   •  7 de Marzo de 2014  •  1.423 Palabras (6 Páginas)  •  242 Visitas

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LOS RETOS DE LA EDUCACION EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

En esta lectura, nos encontramos ante la prácticamente desaparición, por un lado, de ese sentido de pertenencia social del ser humano al volverse independiente. Cuando el ser humano tiene posibilidades reales de ser individual, la sociedad ya no es aquella suma de individualidades si no el conjunto de las mismas.

Para Bauman, la modernidad líquida, es como si la posibilidad de una modernidad fructífera y verdadera, se nos escapara de entre las manos como agua entre los dedos. Este estado físico, es aplicado a esta teoría de modernidad en el sentido de que, posterior a la segunda guerra mundial, nos encontramos con, por lo menos, tres décadas de continuo y próspero desarrollo (aquí valdría la pena señalar o definir que entendemos por tal) en donde el ser humano encuentra tierra firme donde ser y relacionarse con los demás.

Un capitalismo sólido, en una modernidad sólida. Sin embargo, años más tarde, este mismo desarrollo, traducido en la ciencia y la tecnología, así como también en lo político, económico, intercambio cultural, apertura de mercados, globalización, ha llevado al ser humano a alejarse de aquello con lo que se mantenía unido, la sociedad.

Es decir, de una sociedad sólida pasa a una sociedad líquida, maleable, escurridiza, que fluye, en un capitalismo liviano.

Bauman nos explica que ante la posibilidad de cambios reales, podemos reaccionar felices de la vida al sentirnos cada vez más independientes y rectores de nuestro destino, pero también, habrá quienes se sientan con miedo ante tales circunstancias.

Ser independientes no es tan fácil, la liberación-emancipación, puede traer consecuencias a las que no estamos acostumbrados. Nos consideramos modernos, pero no lo somos. Primero porque hay deficiencias que subsanar en diferentes rubros; segundo porque dentro de algunos años, esta modernidad dará paso a otra que se considerara como tal, pero que necesariamente, tendrá que dar paso a otra concepción.

Para Bauman, el hombre deja de lado esa sensación de satisfacción y bienestar, derivados de la industrialización posterior a la segunda guerra mundial y busca su libertad. Considera que esa libertad conseguida con su emancipación, ha hecho que el hombre se vaya guardando más para sí mismo, despreocupándose aún más de lo que sucede a su alrededor.

Reflexiona acerca de cómo el hombre, si, está inmerso en una sociedad, pero es una sociedad consumista, que busca satisfacer cada vez más y más rápido, dadas las condiciones de expiración de los productos ofertados, y no necesariamente en productos alimenticios. Tales son los casos de las colecciones de la moda, lo último en tecnología, que hoy lo es y mañana dejara de serlo. Considera que esa necesidad por las compras tiene como causa la búsqueda desesperada de pertenencia del grupo elite que guía los rumbos de la sociedad capitalista-consumista.

Señala que, cuando salimos de compras, exorcizamos esos espíritus que solo nos muestran una y otra vez, que efectivamente, tenemos necesidades básicas, que serán cubiertas, en el mayor de los casos, pero solo esas, no más, no tenemos oportunidades a obtener más. Los de alto poder adquisitivo tendrán un mayor número de opciones. Los de menor poder adquisitivo, solo podrán adquirir lo que les corresponde. Conformidad.

“Hay un piso de lo que uno necesita para seguir con vida y ser capaz de hacer lo que exige el rol de productor, pero también un techo de lo que se puede soñar, desear o procurar contando con la aprobación social de las propias ambiciones, es decir, sin temor de ser rechazado, reprendido o castigado. Todo lo que se encuentra por encima de ese límite, es un lujo, y desear un lujo es un pecado”

Por mejores intenciones del hombre en sociedad, éste, terminara indefectiblemente por caer en las redes del consumismo, su identidad no será suficiente para salvarlo de ser parte de la sociedad sinóptica. Sin embargo, aún existe sutilmente, una clara diferencia entre, el enemigo número uno de la sociedad, el individuo, como lo señala De Tocqueville, y el ciudadano, inclinado a procurar el bienestar de su ciudad.

En el tercer capítulo de Modernidad líquida, Bauman nos lleva a tratar de entender como ha sido posible que el espacio se haya separado del tiempo, si antes éstos estaban unidos y representaban fuerzas conjuntas para si. Actualmente,

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