TEXTO Y CONTEXTO
Enviado por GAPZASANCHEZ • 27 de Febrero de 2013 • 2.374 Palabras (10 Páginas) • 964 Visitas
FICHA DE ESTUDIO
TEXTO Y CONTEXTO
¿QUÉ ES UN TEXTO?:
Cuando se pregunta qué es un texto se suele responder a menudo que "es una secuencia de oraciones". En realidad, hay algunos textos que podrían adecuarse a esa definición, especialmente en un carácter más formal (libros, ensayos, monografías, etc.). Pero la gran mayoría de los textos coloquiales (diálogos de cualquier clase) se componen de una mezcla de oraciones, fragmentos de oraciones y frases hechas.
Sin embargo, este defecto en la definición de texto que se acaba de dar es sólo un aspecto de una deficiencia más profunda: su falta de adecuación para poner de manifiesto el hecho de que las unidades que componen un texto, ya sean oraciones o no, no están simplemente ligadas entre si en secuencia, sino que se relacionan de un modo contextualmente apropiado. Es por eso, que un texto se define como "un todo que pone de manifiesto las propiedades de cohesión y coherencia, formado por enunciados relacionados pero distintos".
La cohesión es aquella cualidad del texto por la cual las distintas partes que lo componen no aparecen como independientes o autónomas, sino que se suman. Los pronombres, las palabras y frases de transición (por ejemplo, además, por lo tanto, entre otras), sirven para crear y mantener este tipo de interconexión.
La coherencia, en cambio, es un tema de contenido más que de forma. En general, lo que se dice en cualquier unidad del texto debe ser relevante para lo que se acaba de decir en las unidades del texto precedentes. Todas las partes del texto son relevantes para alcanzar el sentido total, desde la más pequeña palabra.
ENUNCIADOS Y ORACIONES:
A partir de la definición de texto, se hace imprescindible establecer en qué consiste un enunciado. Sin embargo, el término enunciado es ambiguo. Se puede usar para referirse al proceso de enunciación o al resultado de ese proceso. Los enunciados en el primero de estos dos sentidos se denominan actos de habla; en el segundo sentido, se llaman inscripciones.
John Austin (1911-1960) fue el creador del término acto de habla, aunque nunca presentó una teoría totalmente desarrollada en ese sentido. Pero, en su libro Cómo hacer cosas con palabras se preocupó por negar que la única función de la lengua sea la de realizar manifestaciones verdaderas o falsas. Más concretamente, atacó la tesis de que las oraciones están dotadas de significado, si, y sólo si, expresan proposiciones verificables y falseables. Así fue como Austin propuso su ahora famosa distinción entre enunciados de constatación y enunciados performativos.
Un enunciado de constatación es, por definición, un enunciado para hacer aseveraciones. Enunciados performativos, por el contrario, son aquellos en cuya relación el hablante, o el autor, lleva a cabo un acto de hacer más que de decir (por ejemplo, decir "Yo te bendigo" implica bendecir a alguien en el mismo instante).
Una segunda distinción que establece Austin se da entre performativos explícitos y performativos primarios. El primer tipo es aquel en que la inscripción del enunciado contiene una expresión que hace explícito el tipo de acto que se está realizando (por ejemplo: "Prometo pagarte cinco mil pesos"). Estas oraciones contienen un verbo llamado performativo y es este verbo ("prometer", conjuntamente con el hecho de que tenga un sujeto en primera persona y de que esté en forma del presente del indicativo, lo que hace explícita la naturaleza del acto de habla, que se realiza cuando se enuncia una oración para hacer una promesa).
Naturalmente, uno puede hacer una promesa sin hacerlo por medio de un performativo explícito. Se puede hacer una promesa enunciando: "Te pagaré cinco mil pesos". En este caso se lleva a cabo lo que Austin designa como performativo primario (es decir, no explícito). O sea, según la definición dada más arriba, no explícito porque no hay expresión en la misma inscripción del enunciado que haga explícito el hecho de que se ha de considerar como una promesa en lugar de cómo una predicción o aseveración.
De constatación
Explícitos
Performativos
Primarios
ORACIONES DEL TEXTO:
Lo dicho hasta aquí nos permite concluir que gran parte de las inscripciones de enunciado cotidianas no son oraciones. Algunas de ellas son giros y modismos de forma fija: “¡Por Dios!”, “A palabras necias, oídos sordos”, etc. Es así que aunque parezca paradójico, el resultado de la enunciación de una oración no es necesariamente una oración.
La aparente paradoja se desvanece de inmediato si establecemos una distinción entre un sentido más abstracto y otro más concreto del término oración. Las oraciones en el sentido más abstracto son construcciones teóricas, postuladas por el lingüista, para explicar la reconocida gramaticalidad de determinados enunciados posibles y la agramaticalidad de otros. Pueden tener o no cierto tipo de validez psicológico en la producción e interpretación de enunciados lingüísticos. Pero, realmente, no se dan como productos de enunciados inscritos y transferibles. Así las oraciones en el sentido más abstracto del término serán oraciones del sistema generadas por las reglas gramaticales de determinado sistema lingüístico (que opera sobre un vocabulario que pertenece al mismo sistema lingüístico).
Las oraciones del texto serán aquellas que cumplan con el sentido más concreto de oración, el sentido en que las oraciones son una subclase de las inscripciones de los enunciados y, como tales, pueden aparecer (en algunas lenguas al menos) como todo un texto o como un segmento del texto.
Ahora bien, el análisis anterior obliga a reformular la definición de texto, cambiando el término enunciado por oración. Así, entonces, texto es “un todo que pone de manifiesto las propiedades de cohesión y coherencia, formado por oraciones relacionadas pero distintas”.
Una vez definido qué es un texto se debe aclarar, en primer lugar, que tanto los escritos como los orales son compuestos deliberadamente por sus autores como un todo con determinados comienzos y finales. Gran parte del texto que producimos en nuestro uso cotidiano de la lengua no está organizado de este modo, en textos autoexcluyentes.
La segunda cuestión que se debe resaltar es que las oraciones del texto individuales, los fragmentos oracionales y las frases hechas sirven todos como texto en relación con el contexto de enunciación, al margen de si están incrustados o no en trechos de texto más amplios.
Finalmente, se ha de tener muy en cuenta que la explicación sobre los
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