Asi Pues La Pregunta... Deleuze Resumen
Enviado por natisolaya • 22 de Octubre de 2013 • 1.356 Palabras (6 Páginas) • 587 Visitas
ASÍ PUES LA PREGUNTA…
La filosofía es el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos. Esta es la respuesta que dan Deleuze y Guattari a la pregunta ¿Qué es la filosofía?, de cuya introducción expondré un breve resumen.
Los conceptos, como se verá más detenidamente a lo largo de todo el libro, necesitan de personajes conceptuales que contribuyan a definirlos. Fueron los griegos los que ratificaron la muerte del Sabio y lo sustituyeron por los filósofos, amigos de la sabiduría, los que buscan la sabiduría, pero no la poseen formalmente. Claro que no se trataría sencillamente de una diferencia de nivel entre filósofo y sabio: el antiguo sabio piensa tal vez por Figura, mientras que el filósofo inventa y piensa el Concepto.
El filósofo es el amigo del concepto, está en poder del concepto. Lo que equivale a decir que la filosofía no es un mero arte de formar, inventar o fabricar conceptos, pues los conceptos no son necesariamente formas, inventos o productos. La filosofía consiste en crear conceptos, conceptos siempre nuevos.
Los conceptos no nos están esperando hechos y acabados, como cuerpos celestes. Hay que inventarlos, fabricarlos o más bien crearlos, y nada serían sin la firma de quienes los crean.
Nietzsche determinó la tarea de la filosofía cuando escribió:
“Los filósofos ya no deben darse por satisfechos con aceptar los conceptos que se les dan para limitarse a limpiarlos y a darles lustre, sino que tienen que empezar por fabricarlos, crearlos, plantearlos y convencer a los hombres de que recurran a ellos”
Hasta ahora, cada cual confiaba en sus conceptos, procedentes de algún mundo milagroso en el que se habían originado de manera milagrosa. Pero hay que sustituir la confianza por la desconfianza, y de lo que más tiene que desconfiar el filósofo es de los conceptos mientras no los haya creado él mismo.
La filosofía no es contemplación, ni reflexión ni comunicación.
No es contemplación porque la contemplación son las propias cosas en tanto que consideradas en la creación de sus propios conceptos.
No es reflexión porque nadie necesita filosofía alguna para reflexionar sobre cualquier cosa. Cuando a la filosofía se la considera el arte de la reflexión se la despoja de todo. Los matemáticos nunca esperaron a los filósofos para reflexionar sobre las matemáticas, ni los artistas sobre el arte; decir que se vuelven filósofos cuando lo hacen constituye una broma de mal gusto, debido a lo mucho que su reflexión pertenece al ámbito de su creación respectiva.
No es comunicación, ya que ésta en potencia sólo versa sobre opiniones, para crear consensos, y no conceptos.
La contemplación, la reflexión, la comunicación no son disciplinas, sino máquinas para constituir Universales en todas las disciplinas.
Toda creación es singular, y el concepto como creación propiamente filosófica, siempre constituye una singularidad. El primer principio de la filosofía consiste en que los Universales no explican nada, tienen que ser explicados a su vez.
Conocerse a sí mismo, aprender a pensar, hacer como si nada se diese por descontado, asombrarse…estas determinaciones de la filosofía y muchas más componen actitudes interesantes, aunque resulten fatigosas a la larga, pero no constituyen una ocupación bien definida, una actividad precisa, ni siquiera desde una perspectiva pedagógica.
De acuerdo con el veredicto nietzscheano, no se puede conocer nada mediante conceptos a menos que se los haya creado anteriormente, es decir construido en una intuición que les es propia: un ámbito , un plano, un suelo, que no se confunde con ellos, pero que alberga sus gérmenes y los personajes que los cultivan. El constructivismo exige que cualquier creación sea una construcción sobre un plano que le dé una existencia autónoma.
Multitud de problemas se agolpan ante nuestra mirada, que verá cómo se enfrentan conceptos filosóficos y personajes conceptuales de todo tipo. Y para empezar, los conceptos tienen y seguirán teniendo su propia firma, sustancia de Aristóteles, cogito de Descartes, mónada de Leibniz, condición de Kant, tiempo de Bergson…Algunos conceptos reclaman una palabra extraordinaria, otros se conforman con una palabra corriente. Algunos requieren arcaísmos, otros neologismos.
Aunque estén fechados, firmados
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