CONOCIMIENTO PRE-CIENTIFICO

CONOCIMIENTO PRE-CIENTIFICO

Existe actualmente una gran variedad de conocimientos que no pueden ser considerados totalmente científicos, estos resuelven interrogantes como: ¿Por qué los alumnos tienen ideas previas sobre la ciencia que influyen al aprendizaje?, ¿Cuál es la tarea del educador frente a los conceptos cotidianos?, ¿Cuáles son los conceptos o ideas que una persona tiene como antesala a una investigación?

Las respuestas de las anteriores preguntas son basadas en algo común, el conocimiento pre-científico que abarca el saber de sentido común, conocimientos míticos religiosos o conocimiento cotidiano. Un ejemplo de esto es la herbolaria (aprovechamiento de las propiedades de las plantas) respecto a la medicina.

El aspecto más importante del conocimiento pre-científico es que posee ciertos rasgos de objetividad, por lo cual se constituye en un valioso campo de investigación científica.

El conocimiento pre-científico, según Segundo Galicia Sánchez, “se caracteriza porque ha sido obtenido mediante la experiencia reiterada de muchas generaciones…carece de elementos teóricos explicativos, no tiene propiamente un método de investigación, sus elementos de prueba son esporádicos o inciertos”. En palabras de Ausebel et al. (1983) “…el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe (conocimiento pre-científico)”. Claudia A. Mazzitelli en su libro “Del conocimiento cotidiano al conocimiento científico”, afirma que “…el origen de la estructura conceptual intuitiva radica en las formas de pensamiento propio que los niños desarrollan para interpretar la realidad cercana, que generan un sistema explicativo y descriptivo dentro de los límites de necesidades cotidianas”.

En este conocimiento se encuentra el saber común como lo dije anteriormente, y lo podemos encontrar en reglas empíricas, proverbios y dichos populares. Por ejemplo: Anteriormente los hombres decían que era más fácil transportar objetos cuando son colocados sobre carros con ruedas, todo esto el hombre lo fue adquiriendo antes de la ciencia moderna. Pero se han tenido problemas por el exceso o el solo uso del sentido común pues no proporcionan alternativas, por ejemplo el caso de la comunidad que actúa de acuerdo con la regla de que el uso intensivo del abono conserva la fertilidad del suelo, es probable que el sentido común sea ignorante de las razones de la eficacia del abono como fertilizante en relación con la química del suelo.

En cuanto al conocimiento mítico religioso, es debido afirmar que el hombre bajo la base de la religión o de sus creencias religiosas sobre el concepto del mundo ante lo desconocido, y un lenguaje sencillo puede transmitir conocimientos pre-científicos a experiencias cotidianas.

Según Pozo (1996b, 1997) existen cuatro grandes características entre el conocimiento científico y el pre-científico

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