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Cap. 2 ¿En qué mundo vivimos? Gustavo Santiago Características de la modernidad (versión estándar, matriz común)


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2016  •  Resumen  •  2.918 Palabras (12 Páginas)  •  4.488 Visitas

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Cap. 2 ¿En qué mundo vivimos? Gustavo Santiago 

Características de la modernidad (versión estándar, matriz común)

Se desarrolla a partir del siglo XVII y se consolida con la Ilustración en el siglo XVIII

Características fundamentales presentadas por Koyrée:

Secularización de la conciencia: desplazamiento de lo religioso (particularmente del cristianismo de las ocupaciones sociales y su relegamiento a cuestiones estrictamente religiosas.

Se baja a Dios se su trono,  si se coloca en su lugar a la razón. Aquello que hasta el Medioevo reposaba en lo divino pasa, a partir de la modernidad, a descansar en una fundamentación racional.

En cuanto a la vida cotidiana, se produce una sustitución del interés por el tro mundo y la otra vida a favor de la preocupación por esta vida y este mundo. El concepto progreso gana rápidamente adhesión.

Subjetividad:

La modernidad es la época del surgimiento del sujeto.

La idea de un fundamento humano o racional sobre el que repose toda la realidad es la que habilitara al hombre a actuar en su propio nombre.

El hombre pasa a sentirse sujeto de revoluciones que orientan el sentido de la historia. El sujeto es el encargado de postular utopías movilizadoras y de construir el camino que conduzca a su realización.

Pasaje de teoría a la praxis: frente a la actitud contemplativa, de reverencia ante el Kósmos propia del hombre antiguo y medieval, actitud acompañada de la apertura necesaria para poder captar todo aquello que la naturaleza o dios quisiera revelarle, surge la perspectiva de la ciencia moderna en la que el hombre se coloca como sujeto que tiene todo el derecho de ejercer control y dominio sobre ese objeto suyo que es la naturaleza.

Así, esta usara su poder para forzarla a que le confiese todo lo que él necesite saber. El carácter operativo de la ciencia favorece las posibilidades de dominio real sobre la naturaleza.

Destruccion del kósmos: con la materialización de la naturaleza y con la concepción del universo como infinito, la idea de armonía en la que el orden natural reflejara un orden axiológico queda eliminada.

el término griego kósmos significaba, originariamente orden

Modernidad(es) en América Latina:

La modernidad es un fenómeno complejo y conflictivo, que no puede reducirse a unos pocos conceptos compartidos sobre ella. Si contextualizamos la modernidad dentro de los límites de América Latina, podremos ver que adquiere algunas particularidades:

  1. Secularización conflictiva y parcial: el pensamiento moderno se encuentra en Latinoamérica con un catolicismo que, a diferencia de lo que sucedía en Europa del siglo XVII, está aquí comenzando a consolidarse y, en algunos aspectos, está realizando tareas que van a ser compatibles y hasta funcionales con el discurso moderno (la urbanización, el disciplinamiento a través de las escuelas y talleres, la constitución de un monoteísmo que pudiera servir como elemento nuclear de futuros fundamentos racionales, etc.)
  2. El sujeto sujetado: mientras la modernidad en Europa termina formando parte de una radical mutación de la sociedad, alimentándose de los cambios que aparejaba la emergencia del capitalismo, En América Latina la modernidad es envuelta en un contexto social adverso, porque el estancamiento económico y la desintegración del poder que el mercantilismo articulaba permiten que los sectores sociales más adversos ocupen el primer plano del poder.
  3. Modernidad de los intelectuales: a falta de transformaciones en la materialidad cotidiana de la sociedad, la modernidad se convierte en cuestión de pensamiento, de proyectos de intelectuales.
  4. Modernidad “despareja”: Mientras los grandes centros urbanos –y, dentro de ellos, las clases sociales y culturales más elevadas- alcanzan a experimentar los frutos de la modernidad, sectores mucho más  vastos solo tienen noticia de ellos a través de los medios de comunicación o por los esfuerzos desmesurados de la escuela por hacerlos llegar a todos.

En este movimiento epocal que va desde la premodernidad a la actualidad, tanto los VD como los VH se han visto profundamente afectados.

Los marcos conceptuales en que se apoyaban los VD han ido sufriendo sucesivas desplazamientos en cuanto a su centralidad o marginalidad en la consideración general. La secularización colocó en el centro a concepciones éticas fundadas en la razón y apartadas de los valores religiosos. Esto provocó que nociones como libertar, amor, justicia, fueran completamente resignificadas. A su vez, los grandes relatos  (políticos, filosóficos, científicos) que apuntalaron firmemente los valores desde la modernidad, al ingresar en la crisis actual han visto afectada esa centralidad, y parece no haber un nuevo relato fundamentador. Por lo contrario, hay diversos relatos que, devaluados, compiten infructuosamente por ocupar un lugar dominante.

Por su parte, los VH también han sido afectados por estos movimientos. No sólo han cambiado los grandes relatos hegemónicos, también lo han hecho las costumbres, la vida cotidiana, y con ella los hábitos valorativos vigentes en cada comento: lo que vale hoy no es lo que debe valer sino lo que se muestra como valioso.

En lo que a la relación entre los VD y los VH se refiere, los VH han experimentado un notable crecimiento, relegando los VD a una zona marginal. La puesta en crisis actual de la noción de fundamento cara a los VD y la abrumadora presencia de los medios masivos  de divulgación publicitaria han hecho posible que el conflicto entre VD y VH se resuelva netamente a favor de estos últimos.

  1. Posmodernidad: el centro del discurso posmoderno consiste en el hecho de señalar que la crisis moderna es terminal, y que lo más sano para la humanidad seria abandonar los ideales modernos. Esto se verá reflejado en los siguientes conceptos, que engloban/reflejan la visión posmoderna:

El fin de los grandes relatos:

Las guerras, los desarrollos tecno-científicos orientados hacia la guerra y la explotación, la postergación excesiva de la realización de las utopías anunciadas, quebraron toda confianza en los grandes relatos de la modernidad, que funcionaban como portadores de un sentido único y universal, organizando la vida de los hombres. Esto provocó, a su vez, un profundo escepticismo y pérdida de los horizontes.

A los grandes relatos totalizadores, la posmodernidad opuso una pluralidad de pequeños relatos “débiles”, no expansivos, que se mostraban como partidarios de la tolerancia y la diversidad.

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