El Valor De Educar

las personas de alrededor, y de modo formal, por medio de una persona o personas socialmente designadas para ello. Jonh Passmore en su filosofía de la enseñanza, señala “Que todos los seres humanos enseñan es, en muchos sentidos, su aspecto más importante: el hecho en virtud del cual, y a diferencia de otros miembros del reino animal, pueden transmitir las características adquiridas. Si renunciaras a la enseñanza y se contentaran con el amor, perderían su rasgo distintivo”

El hombre llega a serlo a través del aprendizaje. Dentro de este proceso de aprendizaje también se encuentra la capacidad de reflexión y razonamiento de cada individuo. No es lo mismo procesar información que comprender significados. Es aquí donde encontramos la diferencia entre obtener información y educación. Por lo tanto la verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino también en aprender a pensar en lo que se piensa, esto es lo que nos distingue como seres pensantes.

En conclusión, podría decir que este capítulo nos habla de que ningún ser humano puede vivir aislado, ya que siempre vamos a necesitar de los demás para aprender. Estas interrelaciones con nuestros semejantes son las que nos hacen ser conscientes de nuestra realidad, y como seres humanos aprendemos de cada persona con la que convivimos, en pocas palabras: aprendemos de la humanidad a ser verdaderos “seres humanos”.

CAPÍTULO 2

LOS CONTENIDOS DE LA ENSEÑANZA

La enseñanza está ligada al tiempo. El tiempo se dice que es el invento más característico del hombre. A través del tiempo el hombre va escribiendo su historia. A través del tiempo el hombre se va formando y adquiriendo esos valores, conocimientos y habilidades que a su vez le transmite a sus semejantes. De aquí que todos los hombres seamos capaces de enseñar algo e incluso que sea inevitable que todos hayamos sido maestros en alguna ocasión, sin importar si son mayores o menores que nosotros.

Sin embargo, esto no quiere decir que cualquiera sea capaz de enseñar cualquier cosa. Es cierto que hay aprendizajes que se transmiten de generación a generación, como ciertos oficios, y que los padres pueden enseñar a sus hijos. Pero pese a esto no todo puede enseñarse en casa. La institución educativa aparece cuando lo que ha de enseñarse es un saber científico y de mayor complejidad. Según las comunidades van evolucionando y aparecen nuevos saberes, y los conocimientos se vuelven más abstractos y complejos es difícil o imposible que cualquiera posea de modo suficiente para enseñarlos por completo.

¿Qué es lo que puede enseñarse y debe aprenderse? A través de la historia, se ha visto que las líneas generales de la educación se orientaban más a la formación del alma y el cultivo de los valores morales y patrióticos que la instrucción, que da a conocer destrezas técnicas o teorías científicas. Esto se remonta a la paidea griega y a otras épocas en donde lo ético y moral era de mayor relevancia. Sin embargo en la actualidad la proporción de estima se invierte y ahora entre más preparados técnica y científicamente se esté es mejor sin importar si se tiene una formación cívica, ética y moral. Por lo tanto, algunos llegan a recomendar que la enseñanza institucional se atenga a lo seguro y práctico, dejando a las familias y otras instancias ideológicas el encargo de las formas de socialización más controvertidas.

Esta contraposición educativa versus instrucción resulta engañosa y obsoleta. Es imposible separar la instrucción de la educación, porque no se puede educar sin instruir ni viceversa.

Jonh Passmore establece las capacidades abiertas y cerradas. Las capacidades cerradas son algunas estrictamente funcionales, como andar, vestirse o lavarse y otras más sofisticadas como leer, escribir, etc. Lo característico de estas habilidades es que se pueden dominar por completo de modo perfecto. Las capacidades abiertas, son de dominio gradual e infinito. Algunas son universales como hablar o razonar, y otras optativas como escribir poesía, pintar o componer música. Lo característico de estas capacidades es que nunca pueden ser dominadas de forma perfecta, que su pleno dominio jamás se alcanza ya que eso dependerá del desarrollo interminable de cada individuo. El éxito del aprendizaje de las capacidades cerradas es ejercerlas olvidando que las sabemos; en las capacidades abiertas, implica ser cada vez más conscientes de lo que aún nos queda por saber.

Lo importante es enseñar a aprender. Según James Balmes, el arte de enseñar a aprender consiste en formar fábricas y no almacenes. Sin embargo estas fábricas no funcionarán si no cuentan con provisiones almacenadas a partir de las cuales elaborarán nuevos productos, pero son algo más que una perfecta colección de conocimientos ajenos.

En cuanto a la diferencia entre educación e instrucción, la primera se refiere al conjunto de actividades abiertas y la segunda se centra en las capacidades cerradas, básicas e imprescindibles pero no suficientes. Juan Delval dice que “una persona capaz de pensar, de tomar decisiones, de buscar información relevante que necesita, de relacionarse positivamente con los demás y cooperar con ellos, es mucho más polivalente y tiene más posibilidades de adaptación que él que solo posee una información específica” Y Juan Carlos Tedesco nos dice: “el cambio más importante que abren las nuevas demandas de la educación es que ella deberá incorporar en forma sistemática la tarea de formación de la personalidad. El desempeño productivo y el desempeño ciudadano requieren el desarrollo de una serie de capacidades que no se forman ni espontáneamente, ni por la transmisión de información o conocimientos. La escuela debe formar no sólo el núcleo básico del desarrollo cognoscitivo, sino también el núcleo básico de la personalidad”

En conclusión, en este capítulo Savater nos habla de un educación humana. De una educación que ayude a formar la personalidad de los alumnos, de una educación que basada en la instrucción, de las herramientas a cada individuo para poder desarrollarse en el ámbito social y laboral. La escuela debe ser un lugar donde esta formación se propicie y el maestro sea un educador; que su primera preocupación sea el alimentar el alma de sus alumnos y no solo llenarlo de información y conocimientos vanos e inútiles.

CAPITULO 3

EL ECLIPSE DE LA FAMILIA

Esta entendido que el primer entorno en donde se desenvuelve el niño es la familia aquí es donde el niño aprende o debería aprender actitudes tan fundamentales tales como hablar, vestirse, obedecer a sus mayores distinguir entre el bien y el mal, etc. Todo

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