El Valor De Educar
Enviado por vikolove • 18 de Diciembre de 2012 • 2.457 Palabras (10 Páginas) • 332 Visitas
El Valor de Educar
Licda. Brenda Can
INTRODUCCIÓN
Este documento contiene un resumen del ensayo “el valor de educar” de Fernando Savater. El autor plantea el escenario de la educación y proporciona reflexiones que son dirigidas al maestro y a su papel como educador.
Dentro de los cinco capítulos el autor hace hincapié en el compromiso que tienen el Estado, las autoridades en educación, instituciones educativas y principalmente el maestro, con relación a la disciplina, la enseñanza de la libertad y la universalización de la educación.
Enfatiza el hecho de que los maestros lo quieran o no, son modelos para sus estudiantes, y en sus manos está hacer del aprendizaje de sus alumnos un deleite, tomando en cuenta que lo más importante no son las asignaturas y los contenidos curriculares, sino “cómo éstas” son enseñadas.
Insiste mucho en que el fin de la educación es la humanización del ser humano, lográndolo a través de la integración e interrelación de la parte cognitiva, espiritual y actitudinal de una persona.
El autor menciona, el término “pedantería del maestro” como un mal perjudicial, que va en contra del gusto por aprender en los educandos, los aleja del interés de aprender ya que los maestros quieren enseñar y enseñar, a sabiendas que el aprendizaje significativo no se logra enseñando, por el contrario, se llega a él a través del descubrimiento.
Enfatiza la idea de que debe existir la universalización democrática de la educación, esto significa que debe haber educación para todos y cree en la educación para evitar desigualdades.
Termina escribiendo una carta a los ministros para que hagan suyos estos planteamientos y tomen en serio el valor de educar.
CAPÍTULO 1: El Aprendizaje Humano
En líneas generales, la educación está orientada a la formación del alma y al cultivo respetuoso de los valores morales y patrióticos, considerada de más alto rango que la instrucción, la cual da a conocer destrezas, técnicas o teorías científicas. Pero separar educación de instrucción resulta imposible, porque no se puede educar sin instruir ni viceversa, ¿cómo puede instruirse a alguien en conocimientos científicos sin inculcar el respeto y los valores?, Es claro que no existe una dicotomía entre educación en instrucción.
Para John Passmore, la enseñanza tiene capacidades abiertas y cerradas. Las capacidades cerradas son estrictamente funcionales, como caminar, vestirse y otras más complejas como leer y escribir. Estas capacidades se pueden ir perfeccionando con el tiempo y la práctica. La característica de esta capacidad es su sentido de utilidad y lo imprescindible que resultan para la vida diaria.
Las capacidades abiertas a diferencia de la anterior son de dominio gradual e infinito, algunas son elementales y universales, como hablar y razonar y otras optativas como escribir poesía o componer música. Su característica, también a diferencia de la anterior es que nunca puede ser dominada de forma perfecta, su pleno dominio jamás se alcanza. Cada individuo va desarrollando su conocimiento sin que nunca pueda decirse que pueda ir más allá.
En las capacidades cerradas, una vez dominadas, la persona pierde interés en sí misma, aunque siguen teniendo sentido utilitario. Por el contrario las capacidades abiertas se van haciendo más sugestivas e inciertas a medida que se progresa.
El éxito de las capacidades cerradas es ejercerlas olvidando que las sabemos, mientras que las capacidades abiertas implican ser más consciente de lo que aún nos queda por saber.
La propia habilidad de aprender es una capacidad abierta, aprender es una actividad permanente del alumno y nunca de aceptación pasiva de los conocimientos ya deglutidos por el maestro, siendo lo más importante de la enseñanza, enseñar a aprender.
En la actualidad se exige una educación abierta, tal como lo dice Juan Carlos Tudesco: “La capacidad de abstracción, la creatividad, la capacidad de pensar de forma sistemática y de comprender problemas complejos, la capacidad de asociarse, de negociar, de concertar y de emprender proyectos colectivos son capacidades que pueden ejercerse en la vida política, en la vida cultural y en la vida en general. (...), lo cual implica que la educación deberá incorporar de forma sistemática la tarea de formación de la personalidad”.
La escuela debe reforzar la autonomía personal, el conocimiento veraz, el coraje. Como dice Jerome Bruner, “la escuela compite con “antiescuelas” con relación a la distinción, identidad y autoestima, tales como los medios audiovisuales, las pandillas, movimientos políticos violentos o simplemente el modelo de aquellos que pertenecen a los grupos indiferentes. Estos modelos que compiten diariamente con la escuela traen consigo lamentables consecuencias para la humanidad”.
CAPÍTULO 2: El Eclipse de la Familia
En este capítulo se hace referencia al papel que juega la familia como institución educativa.
Lo que los niños aprenden dentro de la familia, relacionado con su convivencia y relación con otros, participación en juegos colectivos es lo que los estudiosos llaman Socialización primaria, en donde el niño se convierte en un miembro más o menos estándar de la sociedad.
La socialización secundaria es pues la continuidad de la socialización del niño, la cual queda a cargo la escuela, grupos de amigos, el trabajo etc. Si la socialización primaria se realizó de modo satisfactorio la socialización secundaria será más fructífera, ya que cuenta con una base sólida sobre la cual asentar conocimientos y enseñanzas.
Dentro del ambiente familiar el niño aprende de una forma diferente de la que aprende en la escuela. Dentro de la familia el clima está dotado de afectividad. Por la afectividad que el niño pueda percibir dentro de su familia, el aprendizaje familiar tiene un trasfondo de coacción en el sentido de la amenaza de perder el cariño de aquellos seres, que sin ellos, el niño no sabe aún cómo sobrevivir. Existe por tanto el miedo de dejar de ser amado. Por esto Goethe afirmaba que da más fuerza saberse amado que saberse fuerte.
La educación familiar funciona por vía del ejemplo, de gestos, humores compartidos, hábitos del corazón, chantajes afectivos junto a la recompensa de premios y castigos, no por sesiones de trabajo como en la escuela. Este aprendizaje resulta de la identificación total con sus modelos o rechazo a tales modelos.
En resumen la familia brinda un menú lectivo con mínima o nula elección de platos pero con gran condimento afectivo. Lo que se aprende en la familia tiene una indeleble fuerza persuasiva. La carga afectiva que recibe el niño en la familia sirve para el fortalecimiento de principios morales que le ayudará
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