En el agarre de fuerza la herramienta se sujeta mediante una abrazadera formada por los dedos,
Enviado por nathaliamv • 15 de Marzo de 2017 • Ensayo • 1.678 Palabras (7 Páginas) • 301 Visitas
Resumen de Herramientas | 5 |
Introducción | 14 |
Objetivos | 15 |
Objetivo General | 15 |
Objetivos Específicos | 16 |
Conclusión | 17 |
Anexo | 18 |
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Lista de Figuras
No. | Pág. | |
1. | Mapa conceptual de Herramientas | 10 |
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Resumen de Herramientas
La herramienta se compone de cabeza y mango y algunas veces con un eje, mientras que la herramienta mecánica, un cuerpo. Como toda herramienta debe ajustarse a las necesidades de distintos usuarios como lo es en el agarre de fuerza, agarre de presión y agarre de gancho con los que pueden llevarse acabo prácticamente todas las actividades humanas manuales.
En el agarre de fuerza la herramienta se sujeta mediante una abrazadera formada por los dedos, parcialmente flexionados y la palma de la mano. En agarre de precisión la herramienta queda sujeta entre la parte flexora de los dedos y el pulgar. El agarre de gancho se emplea cuando no es necesario aplicar fuerza.
En los agarres de precisión, el grupo recomendado para los destornilladores varia entre 8 y 16 milimetros y para los estiletes es de 13 y 30 milímetros.
La fuerza de la mano deberá proporcionar el máximo contacto entre este y la piel, debería ser estándar y general, de sección cilíndrica achatada o elíptica con curvas largas y plana lisas o un sector esférico, todo ello combinado de forma que se ajuste al contorno de la mano en posición de agarre. No es deseable fabricar un mango que tenga la forma de los dedos, ya que estas modificaciones en un periodo prolongado provocan lesiones a los tejidos mas sensibles, en particular no se recomienda las depresiones que superen los 3 milímetros. Durante milenios de años la madera fue el material para fabricar mangos de herramientas en alicates y tenazas, pero en estos últimos años se ha extendido el uso de mangos de metal y plástico para muchas herramientas.
La longitud del mango esta determinada por dimensiones criticas de la mano y la naturaleza de la herramienta. Los mangos cortos no resultan adecuados para los agarres de fuerza y los mangos de longitud inferior a los 19 milímetros no pueden sujetarse bien y resulta inadecuado para cualquier herramienta. Idealmente para una herramienta mecánica, el mango deberá ajustarse entre 90 y 100 milímetros en su eje largo y entre 35 y 40 milímetros en el corto.
En los martillos pesados y las herramientas mecánicas resulta aceptable un peso comprendido entre 0,9 kg y 1,5 kg, con un máximo de unos 2,3 kg. Las herramientas con un peso superior a lo recomendado deberán sostenerse por medios mecánicos.
El uso de guantes está muy generalizado por motivos de seguridad y de comodidad. Los guantes de piel o lana pueden añadir 5 mm al grosor de la mano y 8 mm a la anchura del pulgar, mientras que los mitones gruesos pueden suponer un aumento de hasta 25 y 40 mm, respectivamente.
el mango de las herramientas deberá adaptarse siempre que sea posible para que puedan utilizarlo personas zurdas o diestras (por ejemplo, la colocación de un mango secundario en una herramienta mecánica o los orificios para introducir los dedos en tenazas y tijeras) a menos que esta medida resulte claramente ineficaz, como sucede en el caso de los cierres de tipo tornillo, que están diseñados para aprovechar la fuerza de los músculos supinadores del antebrazo en una persona diestra e impiden que la persona zurda los utilice con igual eficacia.
Las manos de las mujeres suelen tener unas dimensiones más reducidas, su capacidad de agarre es menor, y poseen entre un 50 y un 70 % menos fuerza que los hombres, aunque algunas mujeres del percentil superior tienen manos más grandes y una fuerza mayor que los hombres que se encuentran en el percentil más bajo. . En un puesto donde trabajen hombres y mujeres resulta esencial, por tanto, asegurarse de que las herramientas tienen el tamaño adecuado y que no sólo se ajustan a las necesidades de las mujeres, sino también a las de aquellos hombres cuyas manos tienen unas dimensiones propias de los percentiles más bajos.
La orientación del mango de la herramienta, siempre que sea posible, deberá permitir que la mano y el brazo permanezcan en su posición funcional natural ). La combinación de aducción y flexión dorsal de la muñeca, con la flexión variable de los dedos y del pulgar, genera un ángulo de agarre de unos 80° entre el eje largo del brazo y una línea que pasa por el punto central del anillo creado por el pulgar y el índice, Si se coloca la mano en una posición de desviación del cúbito, se genera una presión en los tendones, los nervios y los vasos sanguíneos de la muñeca y pueden producirse una serie de trastornos, como la tenosinovitis, el síndrome del túnel carpiano y otros similares. Inclinando el mango y manteniendo la muñeca recta (es decir, inclinando la herramienta y no la mano), puede evitarse la compresión de los nervios, los tejidos blandos y los vasos sanguíneos.
Los alicates han tenido siempre mangos curvos de igual longitud; la curva superior se aproxima a la curva de la palma de la mano y la inferior a la de los dedos flexionados. Cuando se sostiene la herramienta en la mano, el eje entre los mangos está en línea con la mordaza de los alicates. En consecuencia, para manejarlos, es necesario mantener la muñeca en desviación ulnar extrema, es decir, inclinada hacia el dedo meñique, mientras se gira repetidamente. En esta posición el uso del segmento mano-muñeca-brazo es sumamente ineficaz y muy estresante para los tendones y las estructuras de las articulaciones. Si la acción es repetitiva, puede además originar distintos trastornos por sobreesfuerzo, en cuanto lo anterior es posible hacer unas mejoras ergonómicas importantes a los alicates con relativa facilidad.
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