PARALELISMO ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN

EL TAO DE LA FÍSICA

PRESENTADO POR:

CAMILO BETANCOURTH BOLIVAR

Ensayo

Presentado a:

Diego Fabián Mejía Rojas

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

INGENIERÍA FÍSICA

PEREIRA

2020

PARALELISMO ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN

En cada rincón del universo se esconde un sin fin de fenómenos no detectados o entendidos hasta la fecha por la humanidad, donde cada pista o huella que nos de la vida para poder encontrar o entender dichos fenómenos valdría la pena estudiarla en fondo. Ya que por culpa del egocentrismo o los dogmas, se ha impedido el avance de muchos descubrimientos, que sin lugar a dudas tanto para bien como para mal abrían sido de mucha utilidad hasta estos días; no despreciemos disciplinas, teorías antiguas o aquello que creamos que va en contra de la verdad, ya que nadie puede tener la absoluta certeza de que no se encontrará algo valioso de allí. La ciencia como aquella iluminadora de la verdad, también puede tener amigos que no sean de su misma “Esencia” y a esto se refiere de aquellas llamadas pseudociencias las cuales no siguen un método científico y por tanto son consideradas “basura” por muchos. ¿Creería usted lector mío que de estas ciencias no se pueden obtener algún provecho en términos científicos? No necesariamente actuando de forma individual, si no en conjunto de aquellas que puedan brindar ayuda, como la física por ejemplo: una ciencia bella que ha logrado cambiado tanto pero a la vez tan poco ¿Por qué quien sería tan ingenuo de creer que ya estamos al borde de conocer todos los secretos del universo? Yo espero que no los haya, aunque lo dudo.

Es importante hacer mención del tema más trascendental del mundo moderno y es el proceso meticuloso de cambio que tuvo la física desde la edad antigua hasta la contemporaneidad, afectando así “tanto para bien como para mal” la vida del ser humano. Es de esta manera como Capra logra dar un abrebocas con la afirmación de interrelacionar dialécticamente la física moderna como resultado de múltiples transformaciones, las ideas básicas del dogma instaurado por la iglesia y la filosofía del mundo oriental (hinduismo, budismo, taoísmo).

Pero es en esta afirmación donde entra la duda de si el pensamiento oriental con sus tradiciones culturales y espirituales se logran equiparar al constructivismo casi dogmático de occidente. No se sabe en qué condiciones la labor por “conocer la naturaleza esencial de todas las cosas” perdió el rumbo de la razón de ser en la física clásica, enseñada por los antiguos griegos y se interiorizaron desde la lógica moderna del positivismo donde todo debe ser demostrado por el método científico y se deja a un lado la mística que la espiritualidad, la religión y la filosofía prestaban para salirse del abstracto del pensamiento lógico.

Pero bajo condiciones conceptuales, se logró separar el alma del cuerpo y distintos teóricos de la física moderna destinaron todos sus esfuerzos hacia lo material, lo palpable. Mientras que la filosofía tomo el rumbo hacia lo espiritual. Así que dentro del método científico que proponía (con vestigios en el presente) la física moderna se eliminó la moral y la ética dando así grandes avances sin prejuicio alguno en el control por todo lo que se divisaba alrededor: La Naturaleza que sirvió de inspiración para el Renacimiento y las múltiples expresiones pictóricas, al final quedo subyugada en el mecanicismo estructural que “consideró (y aún lo hace) al mundo material corno una multitud de objetos diferentes, ensamblados entre sí para formar una máquina enorme”.

El otro caso es que el mundo moderno no solo influye sobre la naturaleza y se apodera de ella, sino que también, el humano sucumbe ante la dialéctica estructuralista que lo respalda. Bien lo dice Ernesto Sábato, el hombre se convierte en un engranaje de esa gran máquina que lo masifica y hace que pierda su idiosincrasia, su ser individual, su “ánima”, y solo es una tuerca más que gira dentro de un mundo más globalizado, más degradado y menos resiliente ante las adversidades.

Pero hay un soplo de esperanza con muchos teóricos y practicantes espirituales donde afirman la interrelación sistémica de todo el planeta, la teoría general de sistemas con su principio de indeterminismo señala que todo es un sistema complejo que cumple su función para generar ese equilibrio dinámico dentro del mundo, al igual que los seres espirituales de Oriente que buscan “ser conscientes de la unidad e interrelación mutua de todas las cosas”.

Ahora bien, debemos entender la dicotomía que se halla entre el pensamiento racional frente a el pensamiento intuitivo (siendo dos tipos de conocimiento), donde a través de la historia siempre se han encontrado allende uno del otro. Es así como el autor busca interrelacionarlos a través de múltiples análisis en la manera cómo se comportan cada uno frente a lo que se observa y/o siente, respectivamente.

Existe el pensamiento Racional que se forma a partir de las experiencias que se adquieren al entrar en interacción con el medio que se rodea para discriminar, medir, comparar, dividir y categorizar mediante el método científico (principio de falsedad). Pero existe dentro de este pensamiento lineal y metódico un complemento intuitivo que respalda la racionalidad del pensamiento. No está de más hablar que las ideas de los grandes pensadores no surgieron únicamente en un cuarto cerrado entre cuatro paredes, acinados en un escritorio.

Por el contrario, fue una manzana la representación simbólica de la ley universal de la gravedad que cayó sobre la cabeza de Newton, fueron las múltiples salidas de campo que inspiraron a Darwin para establecer la Teoría de la Selección Natural en el campo de la biología. Estas y muchas más afirmaciones dan a entender que los galardonados ingenieros de la física moderna no solo basaron sus experiencias en el mundo abstracto y simbólico de la lógica matemática, sino que también los conocimientos intuitivos tuvieron su crédito en la búsqueda del supuesto “conocimiento absoluto”.

Así que esto es un llamado de atención para el mundo científico, si bien está sustentado en la historicidad del pensamiento occidental que ha existido gran variedad de experimentos a partir del conocimiento racional. No se ha manifestado un grado significativo de sabiduría humana producto de dichos “descubrimientos”, esto comprende más de 2000 años en el que el ser humano

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