Postmodernidad Y Eduacion
Enviado por banivelasco • 7 de Septiembre de 2013 • 2.481 Palabras (10 Páginas) • 222 Visitas
LA POSTMODERNIDAD Y LA EDUCACIÓN CONTEMPORANEA
“POSTMODERNIDAD Y EDUCACIÓN” Editorial DYKINSON.
UNIVERSIDAD DE GRANADA, EN LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, EN EL DEPARTAMENTO DE PEDAGOGÍA.
Enrique Gervilla Castillo
El educador y el educando se encuentran ante un dilema: o educamos según la postmodernidad (aceptando y fomentando sus fundamentos axiológicos y culturales) o bien la rechazamos total o parcialmente, orientando nuestros esfuerzos hacia un cambio.
La educación postmoderna la encontramos en la educación no formal (actividad educativa realizada fuera del marco del sistema oficial) e informal, en la llamada Escuela Paralela, hoy con una fuerza mayor que la educación formal e institucionalizada.
El problema se plantea al concretar finalidades de la educación del hombre postmoderno. Existen tantos modelos de educación cuantos modelos de hombre o modos de entender el perfeccionamiento, el valor o la felicidad.
LA POSTMODERNIDAD COMO CRISIS EDUCATIVA
Gran número de cambios han hecho mayor el distanciamiento entre padres e hijos. La postmodernidad ha venido a acentuar estos cambios ha hecho que la crisis sea más crisis.
Los cambios en la educación actual no son más que consecuencia de la crisis de valores o valoraciones del hombre, de la sociedad y de la cultura.
La postmodernidad lo ha invadido todo: la familia, la escuela, la religión, la política, la literatura, los medios de comunicación, etc.
Como consecuencia de este enfrentamiento generacional:
• Los jóvenes poseen un vocabulario propio y sistema de signos muy diferente al que utilizan padres y profesores.
• La educación institucional no se adecua al ritmo y vida de los jóvenes.
• Padres e hijos parecen coexistir, más que convivir en unidad y profundidad interior.
• la relación educativa se hace más tensa y difícil, más legal y material que íntima y personal.
EDUCACIÓN Y CULTURA POSTMODERNA
Ha de realizarse un camino en el que la educación sea sucesivamente crítica de la cultura, transformación y nueva creación cultural. Fomentar la individualización y la personalización (educación).
Discernir si los valores culturales que ofrece la postmodernidad merece ser vivenciados o ser etiquetados como contraculturales.
Vivimos en un mundo y una sociedad multicultural. Los medios de comunicación social ofrecen una pluralidad de formas de vida, modos de pensamiento y toda clase de información en la que, todo o casi todo hoy vale con tal que alguien o algunos lo defienda(n).
Pluralidad de culturas y educaciones: el hombre es libre de poder optar, así como para abandonar una opción y poder pasar a otra.
LA EDUCACIÓN POSTMODERNA
Educar según la postmodernidad es educar para el bien y la felicidad, cuya consecución consiste en la posesión de sus valores.
Según su triple núcleo axiológico (relativismo, presente y esteticismo), educar en la postmodernidad es:
EDUCAR EN EL RELATIVISMO (del ser, de la razón y del valor), educar en el politeísmo y pluralismo, en el pensamiento débil, y en consecuencia, en la secularización, la <<desorientación>>, la tolerancia...
Con el racionalismo la escuela olvida el aspecto afectivo y lúdico de toda formación.
Con el postmodernismo, la nueva educación camina por las sendas del pluralismo, la debilidad, la desorientación, el escepticismo, la afectividad...
Pero debemos cuestionarnos si la educación postmoderna no es tan unilateral como la moderna aunque en sentido contrario: si el absolutismo ha llevado a fuertes dictaduras e imposiciones, el relativismo conduce a inseguridades, inestabilidades psicológicas y a enfrentamientos. Si <<todo vale>>, vale igualmente para el fuerte y para el débil, por lo que el fuerte terminará imponiéndose sobre el débil. La ley del más fuerte será la realidad.
Sólo una educación sólida y basada en principios y valores firmes, pero al mismo tiempo flexible y tolerante, llegará a ser educación para todos.
EDUCAR EN EL PRESENTE (lo momentáneo, lo cotidiano), educar en los valores de lo cotidiano, las pequeñas historias, la desconfianza, el humor, la liberación, la superficialidad, agnosticismo, pasotismo...
La postmodernidad nos muestra el presente como el mejor modo de vivir la realidad. Lo que cuenta es el aquí y ahora, liberándose de las ataduras y remordimientos del pasado y de las angustias y preocupaciones del futuro.
La vida y el sentido de la educación se perciben como un presente en cambio permanente, todo <<depende de...>>.
Según Gervilla, aquí también se muestra unilateral la postmodernidad porque prescindir del antes y el después (el pasado y el futuro) es quitar al ser humano una dimensión fundamental, singular, distintiva y diferenciadora de otros seres.
El presente, y sólo el presente placentero, el placer inmediato y sin límites puede conducir a la autodestrucción bajo el aspecto de liberación (droga, alcohol, sexo...).
El pasotismo y el humor desenfadado y comunicativo pueden ser una compensación ante la falta de ideales o ante el aburrimiento de la vida cotidiana.
El consumismo nos da un nuevo “look”, un placer hedonista, un status social, valora más las apariencias que la realidad, por lo cual, difícilmente puede afirmarse que haga más valiosa la persona individual y socialmente.
El punto de referencia de la juventud actual es la posición de los demás. Van emitiendo y recibiendo signos y mensajes, a partir de los cuales van modificando constantemente su posición.
Esta moral provisional deja un amplio margen al presente, a la espontaneidad y provisionalidad, al azar de las cosas tal y como van viniendo.
Ha nacido la vida del sentimiento, la afectividad y el placer, el culto al cuerpo. Y nos da una mayor felicidad, somos más felices cuando amamos que cuando sabemos o razonamos.
La moral será entonces “la expresión de unos sentimientos y unas actitudes, de nuestras preferencias por unas normas de conducta y nuestra desaprobación de otras”.
El cuerpo ha pasado en muy poco tiempo de ser el enemigo del alma al objeto de “culto” o deidad, centro de la belleza, del placer y hasta del status social.
¿Cuáles son las consecuencias de esto?
La modernidad mutiló la persona en detrimento del sentimiento.
El postmodernismo ha mutilado la razón a favor del sentimiento. Ambos extremos, por su unilateralidad, son igualmente desechables desde una visión armónica de la educación.
La integración armónica razón - afecto ha sido y es le reto de la educación.
Si la educación ha de hacer más valioso al ser
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