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Resumen Metafisica Aristoteles Parte I


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2014  •  3.283 Palabras (14 Páginas)  •  342 Visitas

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La obra empieza con la famosa frase de Aristóteles: “El hombre desea por naturaleza saber” y, a partir de aquí, empieza a indagar en qué consiste el saber, la sabiduría. Ésta se inicia por los sentidos, especialmente, por la vista. Todos los animales nacen dotados de sensación, y en algunos, las sensaciones engendran memoria. Éstos serán más prudentes y aptos para aprender.

Además de la memoria, los seres humanos poseen el arte y el razonamiento; y en ellos, la repetición de un recuerdo genera la experiencia (de la experiencia nacería el arte, y de la inexperiencia el azar). El arte surge cuando de muchas observaciones experimentales surge una noción universal sobre los casos semejantes, de manera que la experiencia es el conocimiento de las cosas singulares, y el arte de las universales. La experiencia es más útil para la vida, porque en ella todo se refiere a lo singular, y el arte requiere saber aplicarse a cada caso.

Ahora bien, consideramos más sabio al que conoce el arte que al experto, pues el primero conoce las causas de las cosas y el segundo no. El sabio puede enseñar su saber, pues conoce las causas. Así pues, un arte se pude enseñar (contempla las causas) y así es más ciencia que la experiencia. Las experiencias siguen siendo las cogniciones más autorizadas de las cosas concretas, pero como ignoran el porqué no son sabiduría.

Los hombres que inventan artes son considerados más sabios cuanto menos necesarias sean las ciencias. Las más sabias son las no ordenadas a ningún beneficio, y sólo surgen allí donde los hombres tienen las necesidades básicas cubiertas y tienen tiempo de ocio (de esta manera, los primeros matemáticos fueron los sacerdotes egipcios).

Visto que la sabiduría es ciencia sobre las causas y los principios, busca cuáles son estos primeros principios y estas causas, partiendo de lo que entendemos por sabio.

El sabio es aquel que lo sabe todo, sin poseer la ciencia particular de ninguna cosa, posee la ciencia universal en sumo grado. El sabio puede conocer sin un gran esfuerzo las cosas difíciles, y éstas no son sino las universales. Tiene que ser capaz de enseñar su saber, lo que implica un conocimiento por las causas. También deberá conocer con exactitud las cosas, es decir, que su saber será próximo a los primeros principios. La ciencia del sabio se considera más sabia cuanto menos “útil”, cuando se elige por sí misma, por ser “más ciencia”, tanto deberá tratar sobre lo más escible, que son los primeros principios y causas de todas las cosas. Para acabar de redondearlo, la mayor ciencia será aquella destinada a gobernar, y ¿quién mejor para esta labor que quien conoce las últimas causas de todas las cosas y su fin?

Con este argumento queda claramente demostrado para el estagirita que la Sabiduría, la ciencia más plena es aquella que versa sobre el estudio de los Primeros Principios y de las Causas (la Filosofía, vamos).

Según Aristóteles, para poder hacer filosofía es necesario tener todas las necesidades cubiertas, de forma que se busca la sabiduría por sí misma, como hicieron los primeros filósofos. Al tener valor por sí misma, la filosofía es libre, y por tanto sólo digna de los dioses; a pesar de esta sentencia, el Estagirita reconoce que es indigno del hombre no buscar la sabiduría en la medida de sus capacidades. También es divina en dos sentidos: es la ciencia que posee Dios, y la que trata sobre Dios, es la que merece más aprecio. Todas las demás ciencias son más necesarias, pero la Filosofía es la mejor.

La Filosofía debe llevarnos al conocimiento de la causa de las cosas, de manera que al conocerlas dejen de admirarnos.

Para adquirir la Ciencia es necesario conocer las causas, según se ha dicho antes, así, para Aristóteles las causas de las cosas son cuatro: substancia y esencia, materia o sujeto, causa del movimiento y causa final o el bien (fin absoluto).

A continuación pasa a estudiar las respuestas de los antiguos a la búsqueda de las causas, siguiendo las diferentes corrientes:

Para los filósofos antiguos, el elemento y principio de todos los entes es el primer origen de su generación, aquello de lo que constan todos, y que es término de su corrupción. Este elemento es de naturaleza material. No se genera ni se destruye nada, esta naturaleza se conserva siempre. Lo que no está determinado es el número ni la naturaleza concreta de este principio.

Tales (el primer filósofo), al ver que el alimento es húmedo y que el calor nace de lo húmedo, afirma que el Agua es el principio buscado. También las antiguas cosmogonías (anteriores a los filósofos) atribuían al agua el ser origen de todo.

Para Anaxímenes y Diógenes el primer principio es el Aire, y para Hípaso y Heráclito es el Fuego. Empédocles toma los tres, junto con la Tierra, como principios del mismo rango. Anaxágoras de Clazómenas dice que hay infinitos principios que se juntan y se separan para generar o destruir las cosas. Estos principios son eternos.

Todos estos filósofos dieron respuesta a la pregunta de la causa material de las cosas, y Aristóteles se pregunta entonces por la causa de que estos elementos se unan o separen para generar o destruir las cosas: la causa del movimiento o causa efectiva.

La mayoría de los filósofos antiguos que afirmaban que el elemento material era sólo uno no se preocuparon de ésta causa, y algunos incluso afirmaron que el Uno es inmóvil. Parménides parece dar una solución al problema, pero deja entrever dos elementos como causas. Los que admiten más principios (Fuego-Tierra, Caliente-Frío...) resuelven más fácilmente la cuestión.

Luego aparece la cuestión de la presencia del bien en algunos entes y su causa. Anaxágoras, y ya antes Hermotino, suponen la existencia de un Entendimiento que es causa del bien y del orden de los entes. Este principio se pude intuir en el Amor que, según Hesíodo y Parménides, es lo que une los elementos que constituyen los entes. Al ver que en el mudo existe también el mal y el desorden, aparece otro principio antagonista del Amor, el Odio, que es causa de lo malo. Empédocles, por ejemplo, propone el Bien como principio de todo lo bueno y el Mal de todo lo malo.

Según Aristóteles todos estos filósofos divagan y tienen aciertos por casualidad.

Para Empédocles las causas son dos a todos los efectos: Bien y Mal como principios de movimiento, y que se identifican con dos elementos materiales: Fuego y un conjunto Agua-Aire-Tierra que es su opuesto.

Para Leucipo y Demócrito los elementos son lo Pleno (=Ente) y lo Vacío (=No-Ente). Las causas de las diferentes afecciones son la Figura, el Orden y la Posición.

Los pitagóricos fueron los primeros en cultivar y hacer avanzar las Matemáticas. Al ver que todo se rige según números

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