Sexualidad- Mirada ANTROPOLIGÍA
Enviado por Yanina Ponzelli • 9 de Diciembre de 2020 • Ensayo • 2.143 Palabras (9 Páginas) • 135 Visitas
Trabajo Práctico de Antropología Social y Cultural
Tema: Sexualidad
DESARROLLO
La elección de mi trabajo se debe a que quiero reflexionar acerca de la mirada que se tiene sobre la sexualidad, dado que la palabra engloba una cantidad de conceptos e ideas distintas, muchas veces utilizada de forma imprecisa y lo cual se presta a confusiones. Por ejemplo, muchas veces escuchamos frases como ¨ es importante la educación sexual en la adolescencia porque es el momento en el que empieza la sexualidad”, cuando en realidad se quiso decir “cuando se empieza a tener relaciones sexuales”, pero muchas veces de forma errónea se utiliza el término sexualidad, como si esto fuera lo mismo que relaciones sexuales.
Considero que si bien las relaciones sexuales están relacionadas con la sexualidad es una limitada provincia de nuestra vida, muy importante pero limitada, porque las personas tenemos sexualidad incluso desde que nacemos, no es que empezamos a tenerla cuando comenzamos a tener relaciones sexuales. Por ello me parece sumamente importante que la educación sexual debe darse de más temprana edad.
También la gente suele confundir sexualidad con diversidad, sexualidad con genitalidad, si bien forman parte de la sexualidad, no refiere a lo mismo, erróneamente reduce las decisiones personales de mantener relaciones sexuales con personas diversas o simplemente a una actividad concreta que requiere unos órganos específicos.
Estos ejemplos son una forma de acercarnos al concepto de sexualidad, forman parte de la misma, por ello es un tema tan amplio que no nos podemos dejar llevar por las definiciones pobres que se le han dado.
Cuando buscamos que significado la palabra sexualidad en el diccionario nos encontramos con la siguiente definición:
Conjunto de características físicas y psicológicas propias de cada sexo; desde mi punto de vista esta definición carece de realidad teniendo en cuenta el mundo actual, porque hay que ser conscientes de que hubo una construcción de la misma con respecto a la cultura, por ello tiene una estrecha la relación con la misma y suele ser altamente determinante. Por ello en el siglo XIX la sexualidad se puso en el centro de estudio de la antropología, en primera instancia el primer autor en hacer análisis de la misma fue Feuerbach, luego Freud, aunque sus posturas eran diferentes.
Para Feuerbach «La carne y la sangre son nada sin el oxígeno de la diferencia sexual. La diferencia sexual no es ninguna diferencia superficial o simplemente limitada a determinadas partes del cuerpo. Es una diferencia esencial y penetra hasta los tuétanos.
La esencia del varón es la masculinidad y la esencia de la mujer, la feminidad. Por muy espiritual e hiperfísico que sea el varón, éste permanece siempre varón. Y, lo mismo la mujer, permanece siempre mujer». Y termina diciendo «La personalidad es, por lo tanto, nada sin diferencia de sexo; la personalidad se diferencia esencialmente en personalidad masculina y femenina». No se puede separar ni de lo que llaman espíritu, ni de los órganos que no son estrictamente sexuales -afirma Feuerbach-.
El cerebro -dice adelantándose a las investigaciones científicas hoy en marcha- está determinado por la sexualidad. Sexuados son los sentimientos, pensamientos. «¿Eres tú también más que varón? Tu ser o, más bien tu yo, ¿no es acaso un yo masculino? ¿Puedes separar la masculinidad incluso de aquello que llaman espíritu? ¿No es tu cerebro, esa víscera la más sagrada y encumbrada de tu cuerpo, un cerebro que lleva la determinación de la masculinidad? ¿Es que no son masculinos tus sentimientos y tus pensamientos?». Le responde a un amigo que le rebate su principio dialógico apelando a que el hombre es un ser único y solitario.
Para Feuerbach es evidente que: «Donde no hay un tú no hay yo. Pero la diferencia de yo a tú (la condición fundamental de toda personalidad y de toda conciencia) es una diferencia tan real y vital como lo es la diferencia de hombre y mujer. El tú entre hombre y mujer tiene un eco muy distinto que el monótono tú entre amigos».
En cuanto a Freud, presentó una visión reductiva de la sexualidad, y gracias a los aportes del mismo, en el siglo XIX, el sexo adquirió una gran importancia para la compresión del hombre, la Filosofía que servía de supuesto a la interpretación freudiana del ser humano y a la teoría del psicoanálisis enturbió el acierto, de poner el sexo en el centro de la Antropología.
El error fue lo que podríamos llamar la interpretación «sexual» (y no sexuada) del sexo, el tomar solo la parte por el todo. Hasta las determinaciones propiamente sexuales del hombre no son inteligibles sino desde esa previa condición sexuada envolvente.
Podemos decir entonces que entonces que, hay que distinguir también lo que denomina por sexualidad y condición sexuada.
La postura de Feuerbach que la toma como condición sexuada, envolvente de todas las dimensiones humanas. Esta diferencia entre sexualidad y condición sexuada pone de frente también la distinción entre sexualidad humana y sexualidad animal.
Cabe decir que en el estudio de la sexualidad hay concepciones biológicas, la influencia que tiene la cultura y la concepción construccionista.
Porque en cuanto a la biología, cuando se habla de sexualidad se entiende que es una función capaz de cumplir dos objetivos, uno es la reproducción y el otro el intercambio genético.
A partir de esto, es necesario plantear si hay diferencia entre la sexualidad humana y sexualidad animal.
Si hay diferencias, los animales realizan una actividad que parece estar programada, el modo de hacer panales de las abejas que es igual con el correr de los siglos.
En las acciones del ser humano intervienen los factores como la inteligencia, la libertad, creatividad, entre otros. En la actividad sexual se incluye uno de los factores más importantes que es la comunicación, que tiene muchos aspectos: el enamoramiento, el amor, el deseo por el otro, el reconocimiento del otro como persona, la creación de relaciones familiares que suponen lazos estables. Paternidad, maternidad, filiación, conyugalidad, son lazos que aspiran a durar toda la vida o no.
Todas estas relaciones que le dan sentido a la existencia humana, están sumamente relacionadas con la sexualidad. Así, una de las características más profundas de la persona es el afán de amar y ser amado, a los otros y a uno mismo.
La sexualidad humana es tan amplia que también cumple también con los mismos objetivos que la sexualidad animal: intercambio genético y la reproducción.
La sexualidad en uno de sus aspectos es fuente de placer, de deseo, pero no sólo eso, se puede decir que es una fuente de lazos profundos que unen personas, es una fuente de vida, pero mayormente una fuente de autoconocimiento, auto comprensión.
En cuanto a la concepción de cultura podemos rescatar que, la sexualidad es un complejo cultural históricamente determinado consistente en relaciones sociales, instituciones sociales y políticas, así como en concepciones del mundo, que define la identidad básica de los sujetos. Por tanto, consideramos que la sexualidad es el conjunto de actitudes, prácticas, hábitos y discursos que cada sociedad, en un tiempo y espacio determinado, construye de manera colectiva en torno a la reproducción, los deseos, y las relaciones eróticas.
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