Movimiento Mapuche Y Su Articulación Frente Al Estado De Chile
Enviado por nicolasarm • 1 de Noviembre de 2013 • 2.757 Palabras (12 Páginas) • 417 Visitas
El movimiento mapuche ha estado en boga estos últimos años en cuanto a su relación con el Estado chileno. Vemos en las noticias cómo se personifica al mapuche de cierta manera como contrario a las ideas de la nación chilena y somos testigos de una serie de enfrentamientos violentos que no remiten a una culpabilidad de los mapuche, sino más bien, a cómo van siendo arrasados día a día por el proyecto de progreso que tiene el Estado chileno desde la instauración del capitalismo, lo que generaría la respuesta del pueblo mapuche como un movimiento social.
Desde esa perspectiva, de lo que se pretende dar luces, es de cómo se ha ido conformando el pueblo mapuche como movimiento social y cuáles son las implicancias de considerarlo como tal. Así ver dónde se enmarca dentro de las teorías de movimientos sociales, desde el punto de vista de los nuevos movimientos sociales.
Considerando al pueblo mapuche desde las teorías de movimientos sociales, ver cuáles son las experiencias que gatillan esa conformación desde la instauración del neoliberalismo y las implicancias de éste a nivel de la relación del Estado chileno y las grandes empresas en la Araucanía, con el pueblo mapuche y cómo esta relación llevaría a la necesidad de conformarse como movimiento social para hacer frente a las implicancias de una “segunda negación” que podría culminar con la desaparición de la cultura mapuche.
Desde los grandes problemas producidos por la segunda negación será importante revisar cuáles son los límites con los que se encuentra el movimiento y desde allí encontrar posibles soluciones a sus problemas internos para facilitar la solución del conflicto.
¿Por qué podría ser considerada la lucha del pueblo mapuche como un movimiento social?
Desde las teorías clásicas de movimientos sociales, la europea pareciera ser la más acertada para referirse a la acción colectiva del pueblo mapuche. Desde esta teoría se pone el foco en la identidad de los movimientos y en su trayectoria como proceso en el tiempo, es decir, como una continuidad.
Los movimientos sociales en general, y por supuesto el movimiento mapuche, parten desde la acción colectiva, es decir, la acción conjunta de sujetos que poseen valores y creencias en común, lo cual los lleva a defender un conjunto de intereses para influir en las decisiones en el marco de un conflicto social, que es lo que vemos entre mapuche y Estado chileno desde la conformación de este.
Raschke (1994) plantea que un movimiento social tendría ciertas características fundamentales como la movilización, la continuidad, la integración simbólica, la escasa especificación de papeles y las metas delimitadas. Estas características son posibles de ver en el movimiento indígena mapuche. Se le ve como un proyecto, es decir, se ha prolongado en el tiempo (desde la lucha frente al español, hasta la actual lucha frente al Estado chileno y su afán progresista impuesto por las lógicas capitalistas), sus actividades continuas lo mantienen en constante movimiento.
La integración simbólica de la que hablan las teorías europeas, refiere al sentido de pertenencia, es decir, a la generación de una identidad como pueblo o nación mapuche, lo que los vuelve completamente distintos a la nación chilena que intenta consumirlos. Claramente los mapuche tienen esa visión de pueblo, la integración simbólica es inherente a la cultura y eso se refleja en la idea de pertenencia a un mundo diferente a lo chileno, al hecho de que el movimiento mapuche se reconozca como un país o como un mundo con otra visión de la realidad, con las ideas del apego a la tierra y la conservación del medio que son contrarias a las ideas de progreso representadas por las grandes empresas asentadas en el sector de la Araucanía y al discurso del Estado chileno frente al conflicto.
Desde las teorías de la acción colectiva, Tokichen (2007) dice que las acciones colectivas son respuestas a la historia y construcción de memoria de cada grupo. Esto generaría un conjunto de rutinas que son compartidas para el grupo. Para Tokichen, las acciones colectivas evolucionan lentamente, por ello podríamos pensar que los movimientos sociales corresponden a procesos en el tiempo, tal como decía Raschke.
La expresión de esa pertenencia generada por la acción colectiva se puede demostrar de diferentes maneras, principalmente están aquellas de tipo no convencional como los enfrentamientos violentos y la alteración del orden (impuesto). A través de estas acciones colectivas, los movimientos logran salir a la luz pública, aumentar la organización, aclarar sus demandas y ponerlas en la palestra y generar vínculos de acción.
El movimiento mapuche como lo conocemos hoy en día, pertenece a los movimientos que se generan con la imposición del neoliberalismo en el mundo y específicamente en los ideales del Estado chileno, los llamados Nuevos Movimientos Sociales. “La globalización, en su encarnación actual de capitalismo informacional desregulado y competitivo, supera a los Estados, pero articula a los segmentos dinámicos de las sociedades en todo el planeta, al tiempo que desconecta y margina a aquellos que no tienen otro valor que el de su vida” (Castells; 2003: 10), acá vemos cómo la lucha mapuche cae dentro de este grupo marginado en el capitalismo, el movimiento mapuche actual lucha contra esas imposiciones de desarrollo que provienen desde los intereses del Estado chileno. Es importante decir que no estamos catalogando al movimiento mapuche (considerando su larga trayectoria) como la respuesta a un conflicto nuevo que se ha engendrado en los últimos años, sino que desde la idea de que a lo que responde actualmente, es a ese afán de progreso del Estado chileno en base al neoliberalismo que podría culminar con el fin del pueblo, es decir, la segunda negación.
Tricot plantea que el eje de la segunda negación del movimiento Mapuche está centrado en la instauración de lógicas neoliberales instauradas por la Dictadura, gracias a todas las atribuciones especiales que se tomó el régimen autoritario, tomando decisiones sin ningún tipo de consulta. Este elemento, si bien tuvo su origen en dictatura ha sido mantenido de forma sistematica luego del derrocamiendo de Augusto Pinochet, en un primer momento por la Concertación y en la actualidad por el gobierno de centro-derecha de Sebastián Piñera
“Por ende, el Estado continúa siendo un referente central en el conflicto chileno-mapuche y, si bien es cierto el Estado es fundamental para comprender el conflicto, no es menos cierto que el modelo neoliberal es un elemento central que surgió en dictadura, pero se consolidó en democracia y que constituye el instrumento eje
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