Desigualdad Mapuche En Chile

Por desigualdad se alude a desproporción aplicada a distintas variables (recursos, bienes, derechos u oportunidades) en ciencias sociales, en economía y en el diseño de políticas públicas. El caso más presente en el debate actual chileno quizá sea el de desigualdad en la distribución del ingreso, pero no es el único. En nuestro país una de las desigualdades presentes es la desigualdad que sufre el pueblo mapuche.

Históricamente, el pueblo mapuche ha sufrido muchas injusticias que han acentuado la desigualdad respecto del resto de la nación. Es imposible comprender la desigualdad territorial y la exclusión social de este pueblo sin considerar el contexto histórico desde la llegada de los españoles y el consecuente impacto poblacional, territorial, económico y sociopolítico. Hasta antes de la llegada de los españoles el pueblo mapuche era un pueblo independiente en lo político, económico y territorial.

A la llegada de los españoles se estima que la población mapuche alcanzaba un millón de personas, y más de la mitad de estas habitaba el sur del río Bío Bío (actual región de La Araucanía). Al momento de la invasión española del sur de Chile, en 1541, comenzaron las primeras injusticias a través de la destrucción, opresión, y mestizaje sobre el pueblo mapuche. Los primeros 100 años desde la conquista están marcados por la violencia, destrucción y la gran disminución del pueblo mapuche.

Luego vino el surgimiento de la República de Chile, donde el estado consolidó su soberanía incorporando los territorios de La Araucanía, es decir, ocupando militarmente el territorio mapuche (Pacificación de la Araucanía). Se promulgaron leyes que dividían las propiedades indígenas en particular y fiscal, incentivando también la colonización extranjera y nacional en estas tierras. Entre 1883 y 1929, el territorio indígena quedo reducido a un 5% respecto del territorio original. La actual demanda del pueblo mapuche por recuperar sus territorios y autonomía encuentra su origen en este proceso impulsado por el Estado, que localizó de manera forzada a las familias en un espacio ínfimo de su territorio original, situación que se agravó con las continuas iniciativas para dividir las tierras.

La reforma agraria en el gobierno de Salvador Allende benefició a algunas comunidades con cierto número de hectáreas. Entre 1971 y 1972 se expropian 152 predios a favor de comunidades mapuche. Considerando todas las tierras expropiadas entre 1962 y 1973, la superficie recuperada alcanza a 165.340 hectáreas físicas en las provincias de Arauco y Cautín. Fue una de las primeras ayudas directas de parte del Estado hacia el pueblo mapuche.

Al momento del golpe del Estado, el proceso de reforma agraria se encontraba en “situación transitoria” lo cual se frenó, pues en el modelo económico neoliberal, estas tierras eran posesión del estado y fueron puestas en el mercado y vendidos nuevamente a precios irrisorios a capitales transnacionales o devueltos a los dueños originales. En la Araucanía, 164 predios con presencia indígena fueron expropiados entre 1962 y 1973, que sumaban un total de 155.111,38 hectáreas. En la Comuna de Ercilla, las tierras se restituyeron en un 100% quedando en posesión del pueblo mapuche.

El territorio usurpado en la “Pacificación de la Araucanía” se vendió al mercado forestal arrasando con bosques autóctonos y reemplazándolos por especies de árboles exóticos insertados para producción forestal rápida (pino y eucalipto). Sin embargo, esto no mejora las condiciones de vida de la población, sino que, por el contrario, ha favorecido la acumulación de los recursos naturales y financieros, agudizando las desigualdades sociales y territoriales. Actualmente el 70% de las comunidades mapuche desde Arauco hasta Chiloé están presionadas por las empresas forestales. Las forestales conforman grandes superficies que van cercando y asfixiando el territorio de las comunidades

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