A enseñanza de la historia de forma tradicional se debe dejar atrás y permitir que nuestros alumnos construyan su propia identidad, desarrollen un pensamiento crítico que les permita decidir quienes quieren ser y como les gustaría que fuera su futuro

Introducción

La enseñanza de la historia de forma tradicional se debe dejar atrás y permitir que nuestros alumnos construyan su propia identidad, desarrollen un pensamiento crítico que les permita decidir quienes quieren ser y como les gustaría que fuera su futuro personal y social.

Durante muchos años la enseñanza de la historia en la educación tenía como propósito principal la transmisión de datos, la repetición de nombres de los personajes más destacados, la memorización de fechas y lugares. Con ellos se propiciaba principalmente un aprendizaje memorístico, esto quiere decir que a los niños y adolescentes no se les enseñaba a pensar históricamente, pues no se consideraba importante la ubicación y comprensión temporal y espacial de los hechos y procesos históricos, mucho menos a establecer relaciones causales con otros acontecimientos nacionales o mundiales.

Pero sin olvidar y hacerles saber a nuestros alumnos que el presente es producto de un pasado y por ello es importante la enseñanza de la historia pues con esta adquieren conocimientos, desarrollan habilidades  y valores que facilitan la búsqueda de respuestas a las preguntas que se pueden hacer hoy en día tales como, el porqué de las cosas en la actualidad con respecto a problemas sociales, políticos, económicos y culturales.

Según el enfoque para desarrollar competencias, en la enseñanza de la historia en la educación básica, define a la Historia como la ciencia que estudia las transformaciones que experimentan las sociedades a lo largo del tiempo y que no posee verdades absolutas ya que sus explicaciones están sujetas a nuevos hallazgos o explicaciones, puesto que el conocimiento histórico está en constante revisión.

La formación docente en historia

Para que el cambio de la enseñanza de la historia sea una realidad se debe empezar por los docentes tal como lo están haciendo en España, su formación como docentes ha pasado de ser de tres años a cuatro y especializándose en los distintos ámbitos del saber de la enseñanza.

También se han hecho cambios en la reforma de los planes y programas de estudio de educación básica en la cual se plantea un cambio favorable en la concepción de la Historia al proponer un enfoque formativo. Esta concepción origino un cambio sustancial en la percepción de los maestros de educación básica sobre lo que representaba su enseñanza y aprendizaje se sus alumnos.

El enfoque formativo busca evitar el aprendizaje eminentemente memorístico de innumerables nombres y fechas. Se pretende que los alumnos centros su atención en la explicación del pasado a partir de la ubicación temporal y espacial, la comprensión de los hechos y procesos históricos, así como el análisis crítico de la información y en el fortalecimiento de la identidad nacional.

Todo esto no se refiere a olvidar fechas, lugares o protagonistas de la historia, sino dar prioridad al estudio de los procesos más relevantes de la historia nacional y mundial, al mismo tiempo que se estimula la curiosidad a los estudiantes por los hechos del pasado.

A pesar de esta nueva concepción sobre la enseñanza de la historia, aun es importante enfrentar algunos otros retos, como:

• Fortalecer en los maestros el manejo del enfoque de la asignatura, para evitar las actividades cotidianas y las evaluaciones ubicadas solo en la memorización.

• Es importante motivar más la reflexión sobre el que, para qué, con qué y cómo enseñar la historia en el aula, para que esta trascienda en el aula escolar.

• Además de los libros de texto es importante aprovechar otros recursos con los que cuenta la escuela, como son las bibliotecas escolares. Algunas veces no se aprovecha la información que pueden aportar para el aprendizaje el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

• Se debe tratar de relacionar las formas de trabajo y de los contenidos con la situación que se presentan los alumnos en la vida diaria.

• Es importante fortalecer las estrategias de enseñanza y aprendizaje para que el alumno no encuentre dificultades en la ubicación de hechos y procesos históricos en el tiempo y en el espacio.

• Se debe promover el mayor interés en el maestro por la enseñanza de la historia para que este a su vez lo comporta con sus alumnos.

Aunque ciertamente sabemos que las practicas docentes, como el resto de las prácticas sociales, no cambian cuando cambia alguna ley o reforma, sino que cambian cuando los prácticos, en este caso los y las docentes de historia, quieren cambiarlas y saben cómo hacerlo de lo contrario de nada servirá los cambios a las reformas.

Entre los retos que enfrenta el sistema educativo está el de “desarrollar su capacidad para atender integralmente al docente, desde su formación inicial hasta su actualización, procurar el mejoramiento de sus condiciones de trabajo y de salario, y reconocer su valorización social.

...