EL ETERNO RETORNO DEL FASCISMO
Enviado por Abby Pineda • 14 de Noviembre de 2019 • Resumen • 3.405 Palabras (14 Páginas) • 176 Visitas
I
EL ETERNO RETORNO DEL FASCISMO
“¡No puede ser verdad! Ya no tenemos nada así; no vivimos en la Edad Media”. Son las palabras de negación un doctor al darse cuenta que: la plaga bubónica ha regresado. La negación es la idea de que cambiar las palabras también cambiara los hechos, pero esto no hará que el problema desaparezca y es lo que pasa con el fascismo. Se ha convertido en un tabú en Europa. Existen un sin número de movimientos políticos, ¿Pero el Fascismo? No tenemos eso. Ya no tenemos nada así, vivimos en una democracia eso se acabó.
- El problema existe y no porque lo ignoremos, finjamos que no pasa o decidamos evadirlo va a desaparecer. Las pruebas y las señales están, están presentes y cada vez son más claras.
Esta en nosotros tomar las acciones necesarias para resolverlo y poder darle un rumbo diferente a nuestro futuro, sin tener que estar condenados a repetir los errores.
El fascismo existe, esta ahí, esperando la debilidad, el miedo y la desesperación de una sociedad para poder ser dominada por una idea fascista y las falsas promesas de unos lideres autocráticos.
II
Mussolini y Hitler, los principales representantes, los hombres que se aprovecharon de la fragilidad de una sociedad, de la agonía y la desesperación al ver que todas sus acciones deformaban y desfiguraban todo en lo que ellos creían.
La sociedad se convirtió en aquello que predijo Nietzsche, una sociedad con un declive hacía los valores morales, una sociedad con el pensamiento muero, una sociedad que cree en el nihilismo. Nietzsche se convence cada vez más de la desaparición de todo fundamento al ideal europeo, de civilización que se asienta en valores espirituales absolutos. Ya no hay valores absolutos, pues todo lo que existe se basa únicamente en una proyección del individuo humano. La verdad, el bien, ya no existen en esta sociedad decadente. Con la perdida de los valores fundamentales también se pierde la moral y por supuesto que la cultura. El hombre cae en una zona de confort, ese hombre no es libre, esta atado y tiene miedo. Una sociedad con miedo y vulnerable. Pero esto apenas es el principio del fin. Se convierte en una sociedad egoísta “liberada” de valores, solo busca satisfacer sus necesidades, sim importar las acciones y el grado de violencia al que deba llegar para cumplirlas.
Ortega y Gasset en 1930, determinan que después de tantas predicciones de Nietzsche y Tocqueville la “SOCIEDAD EN MASA” se ha implementado en toda Europa. Esta sociedad ha podido liberarse de la tiranía, de la iglesia de doctrinas impuestas por mucho tiempo, tienen la oportunidad del progreso, tanto tecnológico, como personal, los medios de comunicación brindan a la sociedad todo lo que pueden lograr, y el gobierno es más democrático. Pero esta oportunidad se pierde. Se pierde cuando llega el “Hombre-Masa” aquel que rápidamente se gana a la sociedad, brinda salidas fáciles, tiene cierto tipo de forma de pensar o, para ser más precisos, a la ausencia de pensamiento. De acuerdo con Ortega y Gasset, el auge del hombre-masa –La rebelión de las masas—es una amenaza directa a los valores e ideales de la democracia liberal y el humanismo europeo. El hombre-masa no quiere ser confrontado, menos aun agobiado con valores, para él, la vida debe ser sencilla y abundante, no reconoce la naturaleza trágica de la existencia. TODO ESTA PERMITIDO, no hay restricciones, se debe crear la perfección, actuar con consideración a los otros no es necesario. Sólo importa él y sus iguales, el resto debe adaptarse. El hombre-masa sin ninguna practica y sin ningún deseo de aprender, solo conoce la violencia, cualquier cosa diferente, cualquier cosa irrelevante para él, no tiene derecho de existir.
En la actualidad el hombre moderno necesita ruido, necesita esa atención, y a su vez algo que lo haga sentir vivo, noticias nuevas, eventos, a los que nos hemos hecho adictos. Queremos ser perfectos y es ahí cuando vuelve el fascismo. Queremos apodéranos de todo y queremos más, nos hemos vuelto una raza codiciosa, e inconforme, los barcos nunca son lo suficientemente grandes, los carros o los aviones no son lo suficientemente rápidos y es esto es un ciclo sin fin. No habrá cosa que el hombre pueda inventar para no estar satisfecho. Y de misma manera hemos renunciado a nuestro tiempo libre, al descanso interior, a ser libres de todas las cosas, la distancia mental que necesitamos, con respecto al mundo, para dejar espacio a los elementos más delicados de nuestras vidas. La vida cada vez se vuelve más uniforme.
Una de las características más notables del mundo contemporáneo es su superficialidad. Nunca hubo tanto miedo y cada vez se nos exige un esfuerzo intelectual mayo, que otros piensen por nosotros. Nuestra inteligencia se vuelve cada vez más especializada debido a la tecnología. Esta arma que nos ha hecho creer que todo es sustituible, el arte, la poesía, hasta nosotros mismos.
En 1920 Paul Valéry escribió sobre la igualdad que hemos mal interpretado, ya no queremos ser iguales como seres humanos, ahora la igualdad se basa por las cosas materiales que tenemos. Cuando todos los valores han sido pervertidos por el nihilismo y el auge del hombre-masa, y ya no sabemos porque debe existir la justicia social, entonces apunta Scheler, el concepto de igualdad queda reducido a la posibilidad de que cualquiera pueda tenerlo todo y lo que una persona tenga, la otra lo tenga también.
Nietzsche demostró porque ya no pueden existir los valores espirituales. Ahora existe una nueva idea, los valores no tienen el derecho de existir, porque exigen esfuerzo y excluyen a todo aquel que no pueda reunir la fuerza de voluntad suficiente para defenderlos.
Para Spinoza, la libertad es la capacidad de emanciparse de la estupidez, para vivir en la libertad. Esto supone que los valores espirituales y universales existen, y ya han desaparecido. Por ello, la libertad sólo puede significar que todo está permitido satisfaciendo los instintos y deseos.
Mennoter Braak crítico neerlandés, dijo “materia para los agitadores, cuya única motivación es la preservación y ampliación de su poder”
Ter Braak, advierte que un nuevo movimiento político comienza a apoderarse de Europa, un movimiento que no hace más que explotar el resentimiento, este movimiento se centra en estimular la agresión y el enojo. No está interesada en las soluciones y no busca resolver problemas, pues la injusticia es necesaria par a mantener el odio y vilipendio. El resentimiento social se descarga contra un chivo expiatorio: el judío. Al mismo tiempo, este movimiento se considera a sí mismo como la víctima eterna de la izquierda y las elites y alberga una profunda aversión hacia los intelectuales, cosmopolitas y todo aquel lo hace que se diferente
...