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El Mito Del Eterno Retorno


Enviado por   •  9 de Marzo de 2014  •  3.341 Palabras (14 Páginas)  •  403 Visitas

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El objeto del texto es el estudio de las experiencias religiosas aplicadas desde el concepto de creencia religiosa universal a través del mito y el rito. “Los Tiempo felices son Aquellas páginas vacías “El mito del eterno retorno es una introducción a la filosofía de la historia, Eliade examina las creencias y concepciones fundamentales de las sociedades arcaicas, que se caracterizan por su rebeldía frente al tiempo concreto y por su nostalgia de un regreso periódico a los mitos de los orígenes. Esta negación de la historia por parte de las sociedades primitivas se expresa por medio de lo que el autor ha llamado "los arquetipos y la repetición". El rechazo de la idea del progreso configura una cierta valoración metafísica de la existencia humana.

El libro propone estudiar las Concepciones del “ser” y “ la realidad” que pueden desprenderse del comportamiento del hombre en las sociedades pre-modernas, las cuales comprenden de lo que hoy significa el mundo “Primitivo”. En la mentalidad “primitiva” o arcaica, los objetos del mundo exterior, tanto, por lo demás, como los actos humanos propiamente dichos, no tienen valor intrínseco autónomo. Una piedra será sagrada por el hecho de que su forma acusa una participación en un símbolo determinado, o también porque constituye una hierofanía, posee mana, conmemora un acto mí¬tico. El objeto en un receptáculo de una fuerza extraña que lo diferencia de su medio y le confiere sentido y valor. Esa fuerza puede estar en su substancia o en su forma; transmisi¬ble por medio de hierofanía o de ritual.

Los actos humanos, naturalmen¬te a los que no dependen del puro automatismo; su significación, su valor, no están vinculados a su mag¬nitud física bruta, sino a la calidad que les da el ser reproducción de un acto primordial, repetición de un ejemplo mítico. La nutrición no es una simple opera¬ción fisiológica; renueva una comunión. En el detalle de su comportamiento consciente, el “primitivo”, el hombre arcaico, no conoce ningún acto que no haya sido planteado y vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre. Lo que él hace, ya se hizo. Su vida es la repetición ininterrumpida de gestas inauguradas por otros.

Esa repetición consciente de hazañas paradigmáti¬cas determinadas denuncia una ontología original. El producto bruto de la Naturaleza, el objeto hecho por la industria del hombre, no hallan su realidad, su identi¬dad, sino en la medida en que participan en una realidad trascendente. El acto no obtiene sentido, realidad, sino en la medida en que renueva una acción primordial.

Para los pueblos altaicos las montañas tienen un prototipo ideal del cielo. Se dice que cada cosa, casa Noción se presenta en su doble aspecto: El de Menok y el de Getik. Existe un cielo visible “ Getik” y un cielo “ Menok” invisible. Las ciudades tienen su prototipo divino, todas las ciudades reales están construidas según el modelo mítico de la ciudad celestial que habita en la edad de Oro. El mundo que nos rodea no adquiere más valides que la que le debe al prototipo extraterrestre que le sirvió de modelo. El establecimiento de una región nueva e inculta, equivale a un acto de creación. “ El infierno” el centro de la tierra “ La puerta” del cielo se hallan en el mismo eje. Para las creencias mesopotámicas una montaña central reúne el “Cielo” y la “Tierra”. –Montaña de los Paisajes.

Una montaña cósmica representa una imagen Simbólica del cosmos, los siete pisos representa los siete cielos planetarios o los siete colores del mundo. Se dice que las ciudades y los lugares santos están asimilados en la cima de las montañas cósmicas. Como consecuencia el centro del cosmos, el templo o la ciudad sagrada son siempre el punto de encuentro de las tres regiones Cósmicas : “ Cielo, Tierra e Infierno”. La cima de la montaña cósmica no solo es el punto más alto de la tierra si no también es conocido como el ombligo de la tierra ( Punto donde la creación empezó).

El santísimo creo al mundo como un embrión, así como el embrión crece a partir del ombligo así Dios empezó a crear el mundo por el ombligo y de ahí se difundió por todas las direcciones. El hombre fue hecho “ En el ombligo de la tierra”. Adán fue creado en el centro de la tierra en el mismo lugar donde más tarde se levanto la Cruz de Jesús.

El “Centro” es la zona de lo sagrado por excelencia ( Realidad Absoluta). Se considera que el camino que lleva al centro es un “Camino difícil”. El camino está sembrado de peligros esto se explico con “ El rito de lo profano a lo sagrado”.

Todo ritual tiene un modelo divino “Arquetipo”. Se dice que Ormuz realizo las fiestas religiosas para conmemorar los actos de la creación del cosmos. El hombre no hace más que repetir el acto de la Creación; su calendario religioso conmemora, en el espacio de un año, todas las fases cosmogónicas que ocurrieron ab origine. Los rituales son los conjuntos de acciones que están relacionados a creencias, por lo tanto, son acciones especiales, diferentes a las ordinarias, aún cuando se puedan practicar a diario. Los rituales responden a una necesidad, la de realizar o reforzar alguna creencia. Las luchas, conflictos, guerras, tienen la mayor parte de las veces una causa y una función rituales.

Las danzas han sido sagradas en su origen, se dice que la danza fue ejecutada con el fin de adquirir alimentos, honrar a los muertos o asegurar el buen orden del Cosmos que se realizara en el momento de de las iniciaciones, de las ceremonias mágico-religiosas, de los casamientos Etc.

Se considera que el hombre en las culturas tradicionales no se reconoce como real , puesto que en la medida en que deja de ser él mismo se contenta con imitar y repetir los actos de otro. En otros términos, no se reconoce como real, es decir, como “verdaderamente él mismo” sino en la medida en que deja precisamente de serlo. Sería, pues, posible decir que esa ontología “primitiva” tiene una estructura platónica, y Platón podría ser considerado como el filósofo por excelencia de la “mentalidad primitiva”, o sea como el pensador que consiguió valorar filosóficamente los modos de existencia y de comportamiento de la humanidad arcaica.

La abolición del tiempo profano y la proyección del hombre en el tiempo mítico no se producen naturalmente, sino en los intervalos esenciales, es decir, aquellos en que el hombre es verdaderamente él mismo: en el momento de los rituales o de los actos importantes (alimentación, generación, ceremonia, caza, pesca, guerra). El resto de su vida se pasa en el tiempo profano y desprovisto de significación: en el “devenir”. La memoria popular retiene difícilmente acontecimientos “individuales” y figuras “auténticas”. Funciona

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