Didactica Magna Capitulo 1 Y 2
Enviado por becaaguirr • 26 de Octubre de 2014 • 4.900 Palabras (20 Páginas) • 1.895 Visitas
En los primeros cuatro capítulos trata de la dignidad humana y la trascendencia del hombre a una vida eterna después de la muerte, dando fundamentos teológicos. Aún cuando no se esté de acuerdo con esa fundamentación, sí debemos tener en cuenta previo a un pronunciamiento pedagógico, cuál es nuestra concepción de hombre, si educar es conducir a una persona, debemos definir hacia dónde se le conducirá.
En el capítulo V, titulado: “La Naturaleza ha puesto en nosotros la semilla de los elementos antedichos (erudición, virtud y religión)”, además de la divinidad, hace referencias a la naturaleza y cita además de textos bíblicos, a clásicos griegos y romanos, así como a Luis Vives (1492-1540) iniciador del humanismo español, con este autor se identifica por su tendencia a la paz y optimismo respecto a la naturaleza humana.
Afirma que “Es inmanente en el hombre el deseo de saber, y no solamente tiene tolerancia en los trabajos, sino inclinación a ellos. Resulta esto de un modo visible en la primera edad y no nos abandona durante toda la vida.”
Para fundamentar este tipo de afirmaciones recurre a una argumentación más secular, nos dice: “Los ejemplos de quienes se instruyen por sí mismos demuestran con toda evidencia que el hombre puede llegar a investigarlo todo con el solo auxilio de la Naturaleza.”
Para Comenio, el hombre no solamente tiene una inclinación natural a saber, sino que su capacidad de saber “…jamás hallará término, porque es ilimitado.”
Su optimismo sobre la naturaleza del hombre lo lleva a concebir una tendencia natural hacia la virtud y basa su argumentación en la razón: “Dos son las razones en que nos fundamos para asegurar que son innatas en el hombre ciertos gérmenes de virtud: primero, que el hombre se complace con la armonía, y segundo, que el mismo hombre no es sino armonía por dentro y por fuera.”
Puede haber autores que también basándose en citas bíblicas planeen el que la naturaleza humana tiende a la maldad, el optimismo sobre la naturaleza humana de Comenio, más que una inspiración en textos sagrados, busca el sostener su propio pensamiento con argumentos teológicos.
En el capítulo VI, titulado: “Conviene formar al hombre si debe ser tal”, plantea los casos de “niños salvajes”, criados fuera de una sociedad humana, para fundamentar que el hombre debe ser educado en la sociedad y una cultura. Concluye este capítulo afirmando: “Quede, pues, sentado que a todos los que nacieron hombres les es preciso la enseñanza, porque es necesario que sean hombres, no bestias feroces, no brutos, no troncos inertes…”
Está convencido de que la niñez es una etapa privilegiada para la educación, al capítulo VII, lo llama: “La formación del hombre se hace muy fácilmente en la primera edad, y no puede hacerse sino en esta”.
En síntesis, para él, las metas de la educación serán el formar n hombre racional, sabio, honesto y piadoso, que reserva sus sentidos a la “contemplación de las cosas, lo cual tiene mucho que conocer, experimentar y conseguir.”
Para lograr esto es importante aprovechar la primera edad: “El que pretenda ser buen escribiente, pintor, sastre, artesano, músico, etc., debe dedicarse al arte en la primera edad, durante la cual la imaginación es ágil y los dedos flexibles; de otra manera jamás llegará a serlo.”
En cuanto al momento adecuado para lograr los conocimientos con solidez y estabilidad, es durante la primera edad, de otra manera habrá espacio para cosas vanas y aun nocivas.
En el capítulo VIII “es preciso formar a la juventud conjuntamente en escuelas”, explica que la responsabilidad natural para educar a la juventud son los padres, sin embargo, por razones prácticas, desde la antigüedad se han abierto escuelas y se ha establecido que “…personas escogidas, notables por el conocimiento de las cosas y por la ponderación de costumbres, se encargasen de educar el mismo tiempo a los hijos de otras muchas. Y a estos formadores de la juventud se llamaron preceptores, maestros, profesores…”
Fundamenta el que se eduque a la juventud conjuntamente: “…es mucho mejor que se eduque a la juventud reunida, porque el fruto y satisfacción del trabajo es mayor cuando se toma el ejemplo e impulso de los demás.”
El capítulo IX se titula: “Se debe reunir en las escuelas a toda la juventud de uno y otro sexo. Expresa ideas que para su tiempo se nos antojan avanzadas, ya que en fechas posteriores a la publicación de su obra, se han sostenido ideas y hechos, contrarios a los principios que nos presenta Comenio. Inicia este capítulo afirmando: “Lo que a continuación expondremos nos demostrará cumplidamente que no sólo deben admitirse en las escuelas de las ciudades, plazas, aldeas y villas a los hijos de los ricos o de los primates, sino a todos por igual, nobles y plebeyos, ricos y pobres, niños y niñas.
En primer lugar, porque todos los que han nacido hombres lo fueron con el mismo fin principal, a saber para que sean hombres; esto es, criaturas racionales…”
Este derecho a la educación también lo sostiene para quienes tienen discapacidad intelectual: “…Por lo mismo que hay quien es de naturaleza más tarda o perversa, hay que ayudarle más para que en lo posible se vea libre de su brutal estupidez […] la experiencia atestigua que muchos tardos por naturaleza han llegado a dominar la ciencia de las letras de tal modo que han aventajado a los de mayor ingenio; con gran verdad exclamó el poeta: todo lo vence el trabajo continuado.”
Actualmente, el lema de la exitosa compañía Mc Donald´s, en un cartel llamado “Sigue adelante” dice algo que parecería recién ideado, pero guarda gran paralelismo con lo escrito por Comenio hace más de tres siglos. El texto publicado por esta trasnacional nos dice:
Nada en el mundo puede sustituir a la perseverancia.
No el talento; no hay nada más común que hombres de talento sin éxito.
Ni el genio; el genio sin recompensa está en boca de todos.
Ni la educación; el mundo está lleno de fracasados educados.
Sólo la perseverancia y la determinación son omnipotentes.
Esta idea aplicada a la educación de los menos dotados intelectualmente o con otras discapacidades, se antoja “omnipotente”, como la fuerza de la constancia y determinación de Comenio.
“No existe ninguna razón –escribe más adelante- por la que el sexo femenino deba ser excluido en absoluto de los estudios científicos…” Estas ideas las defiende al final del capítulo con lucidez y emotividad: “Si alguno dijera: ¿Qué va a ser esto si se hacen literatos los artesanos, los campesinos, los gañanes y hasta las mujercillas? Respondo: Ocurrirá que formada de un modo legítimo esa universal instrucción
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