La Seducción De Las Palabras
Enviado por ramirezjr • 25 de Mayo de 2012 • 1.674 Palabras (7 Páginas) • 2.318 Visitas
CAPITULO I
EL CAMINO DE LAS PALABRAS PROFUNDAS
Las palabras vienen desde mucho tiempo atrás y contiene su capacidad de seducción, llegan con la inteligencia y crecen con ella, es como una semilla que germina y va creciendo, vienen de los sentimientos, forman parte del alma y duermen en la memoria.
Cada palabras que a diario decimos son cada una de ellas son un semilla del pensamiento, cada una tiene un contenido un significado que se puede observar en los diccionarios; cada una ocupa un lugar en la historia.
Cada vocablo consta de un significado diferente pero al unir cada una de esas palabras formaremos definiciones, que percibimos aun cuando sea triste cada una de letras, ellas manifiestan expresiones, un poco raro saber que el conjunto de cada una de esas palabras puedan atesorar un significado en el cual se entreguen sentimientos, emociones.
Una palabra posee dos valores: el primero es personal del individuo, va ligado a su propia vida; y el segundo se inserta en aquel pero alcanza a toda la colectividad. Y este segundo significa conquista un campo inmenso, donde caben muchas mas sensaciones que aquellas extraídas de sus preciso enunciado académico.
Las palabras e ideas son heredadas, sacadas y viene desde tiempo atrás, de generación en generación eso se demuestra de donde provienen nuestras primeras palabras; aprendizaje materno, los sabios abuelos que traspasan el idioma al niño, y así sucesivamente. El niño percibe antes la lógica del lenguaje que su propio sonido completo.
La letras unidas, las palabras se van llenando de ideas, que se llenan de los momentos vemos muy claramente el ejemplo de los niños los cuales sus primeras palabras, con lo palabras que salen que son aprendidas en el medio en el que vive.
Con cada palabra dicha formamos frases iniciativa que construyen una gramática creativa, ya que lo que decimos con cuando leemos un libro cada palabra, con su significado, su historia; las oraciones que lo componen todo esto lleva a nuestra imaginación, creando todo lo que esto nos dice, así pasa al hablar siempre esta recreando nuestra mente.
En el momento de hablar nadie razona sobre las concordancias y las conjugaciones cuando habla, nadie programa lo que va a decir, solamente lo dice.
Con una sola palabra que salga de nuestra boca, comienza a trasladarla al cerebro receptor, en su significado de profundidad, cada individuo no da el mismo valor a lo que se dice. Por eso es que las palabras se han formado durante los siglos de un manera inteligente y fría, pero han acumulado también un significado emocional, porque las palabras no solo significan también evocan; y dos palabras de conceptos iguales no dicen lo mismo si son dos palabras diferentes.
Estas evolucionan con el ser humano y adquieren nuevos sentidos, trasladan nuevos temores, llevan a euforias diferentes. Las herencias, pues no se detiene; siguen progresando en la lengua, oponiéndose a la situación de cada momento. He aquí la verdadera evolución del idioma.
Las palabras tienen una vida larga y amplia, las palabras pronunciadas por los abuelos pueden sobrevivir a todas las influencias, porque se incrustaron en nuestra gramática universal cuando estábamos adquiriendo las herramientas del lenguaje, las que siempre anidaran en nuestra inteligencia. Sin saberlo nuestros abuelos dejaron terreno abonando para que nosotros, en uso del lenguaje generativo que nos ha sido dado, modifiquemos poco a poco su sentido y cambiemos la gramática. No todas las palabras han evolucionado por igual, ni acumulan las mismas experiencias, ni disponen del mismo espacio en los confines del pensamiento, aun siendo su lugar casi siempre inconmensurable.
La manera e que nos comunicamos con nosotros mismo es la manera en que pensamos y razonamos, la forma en que hacemos uso de una herramienta que adquirimos sin esfuerzo durante la infancia y que aun puede crecer y desarrollarse en la madurez.
CAPITULO IX
EL VALOR DE LAS PALABRAS VIEJAS
El ser humano suele apreciar todo aquello que se relaciona con sus ancestros, su ambiente ya que día a día ha cambiado mucho el mundo en que vivimos dejando atrás lo que se observa por computadoras, teléfonos, tecnologías que van quitando lo poco que aun tenemos, lo cual nuestros antepasados disfrutaron, al igual es con las palabras.
Y recuperar el valor de las palabras antiguas que permanecen intactas en nuestro idioma, las palabras de los campesinos de nuestros dos siglos nos conectan con quienes los precedieron en el esfuerzo y los mismo problemas.la mayoría de la población en muchos países viven en grandes concentraciones urbanas, y tal vez por eso vibrara con el sonido de las palabras rurales que evocan no su memoria.las palabras que retratan el campo adquieren un gran valor simbólico y emocional.
A veces podemos percibir en su contenido su aroma. Palabras que enamoran y embaucan, que seducen y abrazan. Porque son antiguas, porque resplandecen autenticas en medio de tantas voces de plástico adulterado, palabras estas seculares que se imponen a los vocablos huecos, palabras del campo y del bosque, que acarician y arrullan, que consuelan.
La seducción de las palabras especificas y precisas tiene, no obstante, un poder intrínseco que se liga a su mero enunciado, y que es independiente de lo que
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