Administracion
Enviado por blankabofill • 3 de Mayo de 2013 • 4.106 Palabras (17 Páginas) • 244 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO TECNOLOGICO DE LOS LLANOS
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN ADMINISTRACIÓN
(PNFA)
CALABOZO- EDO. GUÁRICO
Aprendizaje Individual y Organizacional
Calabozo, 2013
INTRODUCCIÓN
Es evidente que las organizaciones han ido incorporando a su práctica habitual principios de gestión que dan forma a lo que llamamos aprendizaje, tal vez emulando lo que, desde hace mucho tiempo, se comprendía bajo el concepto del aprendizaje personal donde individuos diversos provenientes de distintos contextos y, dadas sus naturales características, eran capaces de conocer, valorar e incorporar nuevas y variadas prácticas a su quehacer habitual generando aprendizaje.
En ese sentido, la organización que no promueve el aprendizaje, no puede esperar ser capaz de competir con éxito. La única forma de conservar la ventaja competitiva es asegurarse de que la organización aprenda con mayor rapidez que la competencia.
El aprendizaje es una responsabilidad personal, todos debemos aceptar la responsabilidad de nuestro aprendizaje y cada uno debe ser responsable de adquirir los conocimientos necesarios para enfrentar las expectativas del rendimiento. De allí que el Aprendizaje individual y Organizacional tiene una terminología esencial, la cual podremos observar en este trabajo. Todo esto está relacionado con el éxito que tendrá nuestra organización, ya que este está en proporción directa con el conocimiento que pueda aplicar una organización para llevar a cabo el logro de sus objetivos.
Aprendizaje Individual y Organizacional
Se define el aprendizaje como un proceso en el cual ciertas especies de organismos vivientes son capaces de internalizar nuevas prácticas y transponer dicho ejercicio hacia otros escenarios. Es un proceso que capacita a estos organismos para modificar su conducta con una cierta rapidez y en una forma más o menos permanente, de modo que la misma modificación no tiene que ocurrir una y otra vez en cada situación nueva.
El proceso es reconocido por “un observador“ cuando, puede reconocer que ha ocurrido el aprendizaje y se percata de la presencia de una transformación en la conducta (Robert M. Gagné, 1975).
Es por ello que “el aprendizaje es un proceso mediante el cual se origina o cambia una actividad ante una situación dada, sin que el cambio pueda ser explicado por tendencias reactivas innatas, maduración o estados temporales del organismo (por
ejemplo, drogas, fatiga, etc.)”. En general, implica “un cambio en la disposición de un
organismo para comportarse de una determinada manera como resultado de la experiencia, el estudio, la instrucción, la observación y la práctica” (2003). Esta actividad es definida como “acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa”, así como también, se la considera como la “adquisición por la práctica de una conducta duradera”. Complementariamente a todo lo expuesto hasta este punto, el construir una organización que aprende significa, en consecuencia, hablar de una organización que cambia constantemente mediante un proceso evolutivo recursivo y complejo y que lo hace de forma colectiva mediante la interacción de las personas que configuran la organización. En este sentido, y asumiendo que la organización es un organismo que funciona y reacciona conforme sus propia naturaleza, se plantea que “el aprendizaje podría definirse como un cambio inferido en el estado mental de un organismo, el cual es una consecuencia de la experiencia e influye de forma relativamente permanente en el potencial del organismo para generar una conducta adaptativa posterior” .
Se precisa además que el aprendizaje constituya “un cambio duradero en los mecanismos de la conducta que comprende estímulos y/o respuestas específicos y que
resulta de la experiencia previa con estímulos y respuestas similares” (Michael Domjan, 1998). El aprendizaje de cada una de las personas es una condición que se precisa para que se dé el aprendizaje colectivo. El aprendizaje es entonces “el cambio en la conducta o el potencial de conducta de un sujeto en una situación dada como producto de sus respectivas experiencias en esa situación, siempre que el cambio conductual no pueda explicarse con base en sus tendencias de respuesta innatas, su maduración, o estados temporales (como la fatiga, la intoxicación alcohólica, los impulsos, etc.)”.
Sin embargo, desde la perspectiva de la organización que aprende, este proceso ocurre cuando además del aprendizaje individual, se generaliza éste a otras personas que, actuando de forma individual y hasta diferente, permite que emerja un cambio de conducta compartido que genera el aprendizaje colectivo que define a la organización.
En ese orden de ideas, el aprendizaje es el proceso de adquirir conocimiento, habilidades, actitudes o valores, a través del estudio, la experiencia o la enseñanza; dicho proceso origina un cambio persistente, medible y específico en el comportamiento de un individuo y, según algunas teorías, hace que el mismo formule un constructo mental nuevo o que revise uno previo (conocimientos conceptuales como actitudes o valores). Está estrechamente unido a la experiencia, pues al interactuar con el entorno el individuo adquiere conocimiento por medio de la experiencia que ello supone.
También está unido al desarrollo humano: afecta y se ve afectado por los cambios biológicos y físicos, psicológicos, fisiológicos, de valores, etc. Sin embargo, la organización que aprende va más allá del aprender individual y de las experiencias personales. La acumulación de experiencias personales no es suficiente para producir sabiduría útil y eficaz en la organización. En consecuencia, el problema consiste en transformar los conocimientos personales en sabiduría colectiva capaz de ser utilizada
por la organización para que ésta aprenda progresivamente y de manera espontánea.
Aprendizaje y comportamiento
Cabe destacar que, cuando el aprendizaje está bien instaurado y comprendido en los individuos, conduce a cambios de largo plazo en el comportamiento potencial, tanto en lo individual como en el colectivo. Este concepto se refiere al comportamiento posible (no necesariamente actual) de un individuo en una situación dada para poder alcanzar una meta. Sin embargo, el solo
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