Caso timex

Timex líder mundial en relojería, reconocido por su reputación al producir relojes con calidad semejante a relojes costosos, pero a precios accesibles. Tuvo sus inicios en 1950. Olsen y lehmkuhl, sus promotores, vieron potencial en la compañía, en ese entonces llamada Waterbury Clock Company y decidieron comprar acciones, ya que se encontraba en bancarrota. Inicialmente se dedicaba a producir espoletas para bombas, torpedos y minas. Cabe resaltar que fue el mayor productor de bombas con espoleta retardada durante la II Guerra Mundial. Posteriormente se dedicaron a la producción de relojes, primero  con relojes de pared, y luego de pulsera, esta última nació de las necesidades específicas del frente militar, lo que sustituyo al tradicional reloj de bolsillo.

La estrategia de timex se basó en una política de fabricación de producción y distribución masiva, es decir, producían en masa a bajo costo y de buena calidad, ofrecían bajos precios produciendo grandes cantidades. Se enfocaron inicialmente en el segmento de bajo poder adquisitivo pero llegando masivamente a nivel mundial llegando a más de 30 países como Canadá, México, Polonia, Alemania, Japón. Al pasar del tiempo fueron renovando en su producto, de acuerdo a las necesidades del mercado, incluso llegando a entrar al público femenino.

La producción se caracterizaba por su gran volumen, alta automatización, para un proceso más rápido y a muy bajo coste, además de control de procesos. En su masiva fabricación contaban con mano de obra no calificada, lo que reducía los costes laborales, también contaban con líneas de producción mecanizadas, por lo cual, los errores humanos se minimizaban. Otro importante factor es la estandarización de sus componentes lo que daba la posibilidad de suministrar piezas a cualquier factoría. En el proceso productivo se destacaba la calidad centralizada y su control de inventario de partes y trabajo.

Las ventas se dieron en un comienzo por medio de joyeros de estados unidos, pero estos en cierto momento empezaron  rechazar la línea timex, es por esto que buscan nuevos canales de distribución que pudieran dar salida a su producción masiva y la comercialización de sus relojes, lo hacen  a través de pequeñas tiendas llamadas quioscos, teniendo éxito. También se apoyaban de técnicas promocionales para aumentar ventas, lanzando campañas como test de tortura donde se demostraba su funcionalidad, ya que, los relojes eran adecuados para personas activas, dinámicas y para actividades pesadas. Su política publicitaria se dio por medio de revistas y televisión con mensajes creativos, demostrando las características, la calidad por medio de pruebas de gran impacto.

En la actualidad  timex sigue siendo líder en la industria, por su innovación tecnológica tanto en diseño como en materiales y líneas, entrando en diversos segmentos de la industria de gama alta  en relojes,  lo que en un tiempo preocupó a la competencia. Estos no podían competir con timex porque al intentar tener bajo precio, su intento era fallido, debido a que no contaban con una producción masiva y carecían de red de distribución extensa.

El éxito de la compañía se debe a que la organización siempre se preocupó por seguir las políticas implantadas en cada uno de los trabajadores, siendo estratégicos a la demanda de los mercados y mejorando, permitiendo innovar en sus productos para cualquier estilo de vida y consumidor, y satisfacer las necesidades reales, así mismo estos diseños garantizan un alto control de calidad, logrando reducir partes y operaciones y la estandarización de cada componente del reloj.

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