Economia Neoclasica
Enviado por eugomez15 • 16 de Agosto de 2013 • 1.939 Palabras (8 Páginas) • 409 Visitas
La Nueva economía clásica se basa principalmente en el análisis de la vertiente monetarista de la Economía neoclásica, interpretado por la llamada Escuela de Chicago.
El análisis del nuevo clasicismo estaba caracterizado por fundamentarse en el estudio del comportamiento de las personas con la finalidad de entender los fenómenos económicos generales a largo plazo. Los modelos macroeconómicos del nuevo clasicismo se fundan en generalidades a partir de la conducta de los individuos que se observan a nivel microeconómico.
Su principal objetivo es proporcionar fuertes fundaciones microeconómicas a propuestas generales al nivel macroeconómico. La metodología de la nueva economía clásica se basa en varias ascensiones metodológicas generales: Centralidad del análisis formal o numérico, incorporando la teoría de los juegos, modelar los "parámetros profundos" o "relaciones verdaderamente estructurales", que son las conductas relacionadas con las preferencias de los individuos, situación "monetaria" del sistema, cambios tecnológicos y problemas con recursos económicos. Interés en el largo plazo.
Un agente económico es la unidad básica de operación en el modelo. Generalmente consideramos que el agente económico es un individuo, un agente, una nación, una familia o un gobierno. En otras ocasiones, el "individuo" es disuelto en una colección de agentes económicos, cada uno actuando en circunstancias diferentes y cada uno considerado un agente económico".
Lo anterior se puede entender o resumir de la siguiente manera: la utilización de técnicas de modelos formales basados en la Teoría del equilibrio general, la Ley de Say, la teoría cuantitativa del dinero, la teoría de las expectativas racionales y vaciamiento de mercado.
El análisis es no contextual, basado en una aproximación analítica que busca "incluir" el esquema institucional en las ecuaciones mismas del modelo económico general. No posee un análisis formal "propio" del dinero.
Las principales propuestas de la nueva economía clásica fueron:
La Teoría de las expectativas racionales. se basa este modelo en que los individuos son racionales y aprenden de las experiencias, a fin de generar presentimientos acerca de futuro con el fin de obtener sus objetivos o satisfacer sus preferencias. Las preferencias individuales tienden a ser estables e independientes de los precios, mientras que los presentimientos errados son accidentales.
La Ineficiencia de las políticas fiscales a menos que se implemente junto con políticas monetarias, y aun así, la política fiscal es impotente frente a las expectativas racionales.
La Ineficiencia de la participación estatal. El estado es apreciado como un agente ineficiente para el suministro de bienes y servicios que también pueden ser proporcionados por el intercambio privado, dado que los oficiales de gobierno tienen sus propios objetivos, lo que implica que, inevitablemente, pueden desviar algunos de los recursos públicos a su disposición a conseguir esos objetivos en deterioro de los intereses del publico mismo.
Nueva teoría cuantitativa del dinero, señala que lo estable no es la velocidad de circulación del dinero, pero una tendencia a mantener una cierta cantidad en contante o en los bolsillos, tendencia que depende de otros factores relativamente estables
Precios de mercado tienden a ser una buena aproximación de sus niveles competitivos de largo plazo y Salarios.
Tasa natural de desempleo, los nuevos clásicos perciben esto como una economía dada hay una cierta cantidad "natural" de desempleo.
Si bien los ejemplos originales de Muth pertenecían al campo de la microeconomía, el mayor interés de las expectativas racionales se ha producido en el área de la macroeconomía. “Parte de este interés se originó debido a los evidentes fracasos de la macroeconomía convencional de los años setenta. La estanflación y la persistente inflación creó un clima receptivo para las nuevas ideas en este campo.”
El efecto práctico puede ser demoledor: por ejemplo, si esperan un aumento de la inflación los agentes económicos tenderán a ajustar los salarios y los precios de manera que se producirá un alza general de precios, por lo que la política económica debería generar expectativas que, en vez de generar mayores presiones inflacionarias o deflacionarias, induzcan a la estabilidad.
La economía keynesiana propuesta por John Maynard Keynes, como respuesta a la Gran Depresión de 1929. Está basada en el estímulo de la economía en épocas de crisis. La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos. El interés final de Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política denominada política fiscal. La justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la demanda agregada.
La teoría de Keynes ha supuesto una ruptura con el pensamiento económico anterior y ha influido de forma decisiva en las políticas económicas seguidas por los países occidentales después de la Segunda Guerra Mundial. Una de sus principales aportaciones la compone el análisis de la demanda efectiva y su suceso en las variaciones del nivel de producción y empleo, en contra de lo sostenido hasta entonces por la doctrina oficial y la denominada ley de los mercados o ley de Say, según la cual es la oferta la que crea su propia demanda. Para regular las fluctuaciones de la demanda efectiva o demanda agregada de la actividad económica, la política monetaria ha de ser complementada con otros instrumentos de política económica, como la política fiscal, debido a las limitaciones de la primera. Demuestra J. M. Keynes que el sistema económico puede hallarse en equilibrio en una situación de subempleo y permanecer en ella indefinidamente si el Estado no interviene. Influido por los angustiosos problemas de paro creados por la Gran Depresión de 1929, J. M. Keynes centró su atención en el análisis de los problemas económicos a corto plazo. La de Keynes es una teoría macroeconómica a corto plazo con salarios rígidos a la baja. «A largo plazo todos muertos», como le gustaba decir al propio Keynes. Desconfió de la eficacia de la política monetaria como instrumento adecuado para incidir sobre el nivel de renta, a causa de la llamada trampa de la liquidez; en otras palabras, cuando a través de un determinado tipo de
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