Neurodesarrollo

Teniendo en cuenta la evolución del concepto de infancia a través de la historia, podríamos aplicar en este presente trabajo la definición de infancia que sustenta Gunilla Dalberg (2005) quien señala que el concepto de niño se desarrolla en un contexto histórico específico, en una familia con sus creencias y expectativas, en una sociedad que considera o no sus características y necesidades y bajo un estado que defiende o no sus derechos. Ante ello consideraremos también, que la Primera Infancia es el rango de edad desde el nacimiento hasta los 8 años de edad. (Comité sobre los Derechos del Niño).

Los conocimientos de la neurociencia nos permiten comprender mejor el desarrollo de esta Primera Infancia, ya que durante los meses de gestación el sistema nervioso y el cerebro van pasando por una serie de cambios estructurales preparándose para el nacimiento. Según (Campos, 2010), refiere que el cerebro posee desde el nacimiento sistemas y habilidades básicas para el aprendizaje, que la madurez y la experiencia van a ir desarrollando; por lo que se deben considerar aspectos esenciales como: el vínculo afectivo entre el niño y el cuidador o educador, el cuidado de salud y nutrición; y por último las experiencias en el desarrollo motor, sensorial, emocional, social, cognitivo y moral. Todo aquello antes mencionado deberá ser tomado en cuenta por los educadores para un buen desarrollo infantil.

Existe una variedad de factores que intervienen en el desarrollo infantil  a nivel social, cultural y económico; según la lectura se revisaron tres factores como estudios de la neurociencia y que vienen aportando interesantes conclusiones a considerar, estos son: la nutrición, el sueño y el afecto. En este informe se presentarán dos problemas reales que se han identificado en niños y niñas como son la falta de sueño y la falta de afecto que generan dificultades en el aprendizaje y desarrollo social respectivamente.

Es importante resaltar que durante la Primera Infancia el desarrollo del sistema nervioso y del cerebro en los ocho primeros años de vida son la base de un  buen desarrollo infantil; en ese sentido nos referiremos al concepto de plasticidad cerebral que el término proviene de la masa de plastilina y su capacidad de moldearse, cambiar de forma. Siendo así la capacidad que tiene el cerebro de cambiar de respuesta a los estímulos del ambiente, es decir a adaptarse y aprender.

En un estudio de la Universidad de Harvard (Nelson, 2000) demostró a través de un gráfico la gran sensibilidad que muestra nuestro cerebro, donde las experiencias básicas a nivel sensorial, social y emocional son esenciales para un óptimo desarrollo.

Los estudios señalan dos tipos de plasticidad cerebral que son: la plasticidad expectante de la experiencia y dependiente de la experiencia, resaltando que el cerebro puede ser flexible y alerta para la solución de problemas. Los conceptos de “períodos sensibles” o “ventanas de oportunidad” surgen como espacios que responden a programas genéticos en los que hay momentos de sensibilidad a los efectos del entorno y la experiencia, entendiéndose como tiempos flexibles. Según Thompson (2001), son pocos los “períodos sensibles” para el desarrollo cerebral, entre ellos están los patrones visuales y la exposición del lenguaje oral.

Después de todo lo expuesto podemos concluir que la formación y continua actualización de los educadores y todos aquellos agentes involucrados en la atención y educación de los niños van a ser parte fundamental para un buen desarrollo en la Primera Infancia.

En el presente trabajo se muestran dos problemas que frecuentan en la labor educativa, en un aula de nivel inicial, específicamente en inicial de 5 años. Se realizó una evaluación psicopedagógica a un grupo de 20 niños donde se identificaron los problemas que se presentarán más adelante.

Mediante una evaluación psicopedagógica que se realizó en una escuela privada en Lima – Perú  a un grupo de 20 niños del aula de 5 años en el nivel Inicial, se pudo identificar varios problemas dentro de ellos algunos que se mencionarán a continuación. Esta evaluación se hizo con el objetivo de tener un perfil del estudiante y saber en qué condiciones está pasando al siguiente grado y nivel de primer grado de primaria.  

En dicha evaluación se detectaron algunos niños que tienen dificultades para retener información y procesarla, generando retraso en copiar la clase y poca comprensión del tema, necesitando la atención de la profesora de manera personal como al final de la clase, la hora de recreo o refrigerio. Estos niños identificados son 3 de un total de 20 siendo un 15% del total de los niños del aula.

Se rescató información por parte de la profesora y mencionaba que aquellos niños les cuesta mostrar interés en la clase y en el estudio, se demoran para copiar, cada actividad lo hacen muy lento, tienen muchas tardanzas y llegan con sueño al colegio, en ocasiones se han quedado dormidos en las carpetas, generando que el niño más que el interés hacia el estudio tenga problemas de concentración.  El colegio ha tenido varias reuniones con los padres de familia para que se comprometen a un mejor cuidado con el niño, sin embargo no han tenido resultados. La profesora a veces les llama la atención porque se retrasan y eso solo genera molestias en los alumnos y desinterés.

Según Piegneux, Laureys, Delbeuck y Maquet, 2001) refiere que la falta de sueño afecta a nivel emocional, biológico y cognitivo, esto último puede presentarse la dificultad para adquirir nuevos aprendizajes y pérdida de la memoria.

Al dormir bien se aprende y lo ideal es lograr buenos hábitos de sueño, por lo cual es necesario desarrollar rutinas para dormir en un ambiente ordenado y un horario predecible que le den seguridad al niño.

A través de la reuniones con los padres de familia de estos casos, se detectaron que los 3 niños, no tienen estos hábitos de sueño ya que los padres regresan tarde de trabajar, lo que provoca que los niños duerman tarde ya que esperan a los padres quedándose viendo la televisión y Tablet sin supervisión, a pesar que se quedan con cuidadores a cargo, existe la probabilidad que les cuesta seguir una rutina antes de dormir, ya que los padres y cuidadores no lo han fomentado hasta la actualidad, generando un problema en el niño como la falta de concentración en las clases generado por la falta de sueño.

Esta falta de sueño en los niños ha traído como consecuencias la falta de concentración durante las clases, y puede traer más consecuencias como irritabilidad, cansancio, dificultades de la destreza motora y pérdida de la memoria a corto o largo plazo.