Concepciones Teóricas Sobre Lectura Y Escritura Y Aprendizaje.
Enviado por miliandred • 6 de Marzo de 2015 • 6.088 Palabras (25 Páginas) • 309 Visitas
Concepciones teóricas sobre lectura y escritura y aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
Cada individuo construye su cosmovisión a partir de sus experiencias de vida,
elabora una serie de teorías y conceptos que le permiten, en parte, enfrentar las situaciones
que se le presentan en la vida, solucionar problemas tanto personales como profesionales,
tomar decisiones, en otras palabras, orientar su acción. Tanto la formación familiar (en la
que se incluyen los valores) como la formación profesional (formación inicial y
actualización) van a ofrecer parte de los insumos necesarios para la construcción de dichas
teorías implícitas (o explícitas), concepciones o creencias.
En este sentido, el presente trabajo se plantea como problema de estudio las
concepciones teóricas sobre la lengua escrita que tienen dos docentes de primera etapa de
Educación Básica. En éste se propone como objetivo fundamental: indagar cuáles son las
concepciones teóricas sobre lectura, escritura y su aprendizaje de estos docentes.
Para lograr este propósito, se obtuvieron datos de diferentes fuentes a través de las
siguientes técnicas etnográficas de recolección de datos: observación participante,
entrevista, conversación informal y el análisis de materiales escritos. En vista de la
naturaleza del estudio, estos datos fueron analizados cualitativamente, es decir, se
comenzaron a analizar progresivamente desde el inicio de la recolección de los mismos.
Esto permitió adecuar las técnicas, los recursos y los procedimientos de la manera más
eficiente, para obtener datos más confiables.
MARCO TEÓRICO
El docente, dentro de su actividad profesional, generalmente recurre a sus
conceptuaciones para explicar su realidad y desarrollar su práctica pedagógica en el salón
de clases, y en parte, actúa de acuerdo con los parámetros que le dictan sus creencias:
utiliza determinadas estrategias metodológicas, propone ciertas interacciones en clase, hace
énfasis en los elementos que él considera pertinentes para la evaluación, utiliza distintos
materiales y lo hace de variadas maneras.
De acuerdo con teóricos e investigadores de reconocida trayectoria en el área de la
lengua escrita (Smith, 1978/1990; Ferreiro, 1986; Romo, 1996; Porlan y Martín 1993;
Huberman, 1994; Johnson, 1992; Lollis, 1996; Urdaneta, 1998; entre otros), la concepción
que posee el docente sobre la lectura y la escritura, el aprendizaje y la enseñanza orienta, de
alguna manera, su práctica en el salón de clases. La actitud de los docentes frente a la
lectura y la escritura y la manera de facilitarla podría representar su concepción sobre la
lengua escrita y su aprendizaje. Estos autores señalan que la manera que tienen los docentes
de conceptualizar la realidad se refleja en la dinámica de la clase. Las concepciones no sólo determinan la manera de ver la realidad, sino que guían y orientan la manera de actuar en
el aula.
Estas concepciones, respecto de la lengua escrita que poseen los docentes, se
construyen a partir de sus experiencias de toda la vida, de las siguientes fuentes de
aprendizaje:
1.- las experiencias de aprendizaje escolares y familiares,
2.- el desempeño como usuario de la lengua escrita,
3.- la formación académica inicial y profesional de la docencia,
4.- la cosmovisión o concepción del mundo, y
5.- la formación profesional permanente (actualización docente).
Estas fuentes de aprendizaje, entre otras, de una u otra manera, van a determinar la
construcción de la concepción del docente respecto de los procesos de lectura y escritura y
su aprendizaje y, en consecuencia, la manera como verá y tratará dichos procesos, tanto
dentro como fuera del salón de clases. Dependiendo de lo significativo que hayan sido estas
experiencias, es posible que algunas de ellas se impongan sobre las otras y determinen la
comprensión del docente de estos procesos.
En vista de que las concepciones teóricas de los docentes orientan, de alguna
manera, lo que hace y cómo lo hace, éstas se ven reflejadas, están subyacentes a su práctica
pedagógica. En ese sentido la práctica pedagógica respecto de la lectura y la escritura
podría indicar cuáles son las orientaciones teóricas de los docentes en relación con estos
procesos.
Los programas de formación y actualización docente están dirigidos, teóricamente,
a generar situaciones que permitan modificar las concepciones inadecuadas (conductistas,
tradicionales) y crear orientaciones adecuadas al proceso constructivo del conocimiento que
sigue el individuo durante su aprendizaje, especialmente el de la lengua escrita. Sin
embargo, la realidad indica que estos programas no están cumpliendo su cometido, no son
lo suficientemente significativos y eficientes para predominar en la construcción de las
teorías de los docentes.
Muchos de estos programas tienen una orientación transmisionista, se utilizan para
dar fórmulas, recetas, información al docente. A través de un proceso de este tipo, los
docentes difícilmente incorporan algún conocimiento a su retícula, a sus estructuras de
conocimiento, consecuentemente no habrá modificaciones de las teorías existentes y por lo
tanto no se producirán cambios en la práctica pedagógica.
No obstante, a partir de lo que se le ha informado, en situaciones particulares, los
docentes podrán, a distintos niveles, hablar sobre lo que se les intentó enseñar, podrán
conocer la información, pero no la habrán incorporado a sus estructuras, por lo tanto ésta no
orientará su práctica. Por el contrario, si el proceso de formación responde a los intereses y
preocupaciones de los docentes, si permite el uso de la lectura y la escritura con la función
social que le corresponde, si genera desequilibrios en el docente, si se basa en la reflexión,
discusión y análisis de investigaciones actuales y de la misma práctica pedagógica y de su
experiencia como usuario de la lengua escrita, será posible que el docente reconceptualice
sus teorías e incorpore esos conocimientos a sus estructuras (Dubois, Serrano y Telleria,
1996). Como consecuencia de este proceso, se podría notar cambios en la práctica
pedagógica y en su actitud como
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